TREINTAICUATRO

112 5 2
                                    

Ginés; Sabado 24 de Enero
16:35 pm

Aparco en un gran descampado que hay a pocos metros de la entrada del bosque

Segundos más tarde, bajamos los dos de la furgo y me coloco a su lado tras cerrar con la llave y comenzar a caminar

-Mi vida. La miro parandome y ella se tira a mis brazos pegandose completamente a mi cuerpo

-Gracias. La oigo sollozar en mi pecho -Sé que esto es una maldita locura, siento haberte preocupado y haberte hecho salir asi de casa

-No hay nada que sentir Leyre, somos nuestra via de escape, ¿no?. Digo y ella asiente con la cabeza mirandome sin separarse ni un centimetro de mi -Pues ya esta chiquita, todo mejorará a partir de ahora, ya lo verás, lo más dificil ya esta hecho

-Es que no sé de donde he sacado la valentia para hablarle asi, pero cuando ha dicho lo de mi hermana se me ha helado la sangre. Llora -Ella no tiene la culpa de nada, ella no puede pagar por esto. Repite una y otra vez

-A ella no le va a poner un solo dedo encima, porque antes le corto las putas manos, ni a ella ni a ti, nunca más, te lo aseguro

-En cuanto volvamos va venir a por mi Ginés, ya has oido lo furioso que estaba

-No lo va a hacer porque este lunes vamos a ir a denunciarlo. Aseguro abrazandola con todas mis fuerzas y dejando varios besos en su cabeza

-Te quiero. Susurra sollozando

-Yo a ti muchimo más bonita, no te imaginas cuanto

-Me ha llamdo asi antes él Ginés, no me ha podido dar más asco oirlo, le he prohibido con todas mis fuerzas que lo haga de nuevo, prefiero mil veces que me insulte antes de que me piropeé, lo repudio con toda mi alma, te lo juro

-Es totalmente logico mi amor, totalmente. Suspiro agarrando su cara -¿A ver? Dejame verte, ¿te ha hecho daño?. Digo buscando alguna marca y al fijarme en su mejilla veo un ligero color rojo en esta -Te ha abofeteado, ¿verdad?. Pregunto acariciando la zona despacio para no hacerle daño

Ella asiente mirandome con miles de lagrimas recorriendo su cara sin cesar

-Se acabó mi reina, ya no más. Vuelvo a hablar secando sus lagrimas con mis pulgares -Vamos a pasear, este sitio es hermoso

Empezamos a andar de nuevo y en ese momento noto como agarra dos de mis dedos de la mano que tengo cerca de la suya haciendome morir ternura, es tan bonita joder...

Caminamos en silencio con las manos agarradas,  no nos hace falta decir una sola palabra, estamos juntos y con eso es más que suficiente

-Le voy a contar a mi madre lo que ocurre con Marcos en realidad. Habla de repente y yo la miro -¿Estarás conmigo?. Pregunta suspirando -No sé si voy a ser capaz de hacerlo sola

-Por supuesto mi niña, yo estaré a tu lado, esta noche en cuanto volvamos vamos hacia tu casa

Asiente con la cabeza decidida y vuelve a hablar

-Gracias

-No las dés reina. Aprieto su mano y seguimos mirando a nuestro alrededor -¿Sabes?. Aqui nos traian mis padres a Jimena y a mi cuando eramos pequeños, nos pasabamos el dia corriendo y jugando por estos arboles escalandolos como monos. Sonrio recordandolo

-Este lugar es hermoso Ginés. Lo admira anonadada -Me transmite muchisima paz

-Aqui traeremos a Axel, ¿verdad?. Rio y ella rueda los ojos

-Eres cabezón eh. Golpea mi hombro -¡Que no quiero tener hijos!

-¿Como vas a desperdiciar asi tus genes? -Yo necesito un niño con tu carita preciosa

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora