SETENTAIOCHO

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Leyre; Miércoles 18 de Agosto
23:30 pm

El resto del camino lo pasamos casi sin hablar, pero no es un silencio para nada incómodo, es necesario y muy agradable

Una media hora después llegamos a casa y vemos a mi madre y a Judith todavía en el sofá

-Enana, ¿que haces despierta? Es súper tarde. Hablo sorprendida

-He intentado acostarla mil veces. Asegura mi madre desesperada -Ha dicho que no se dormía hasta que no volvierais

-Si. Se cruza de brazos la niña

-Mira, ya sabemos de dónde has sacado la terquedad, de su hermana. Ríe Ginés

-Y es tan boba como su cuñado. Golpeo su brazo pero al momento soy consciente de lo que he dicho -Digo, de su excuñado. Corrijo nerviosa -Mierda. Me maldigo a mi misma en voz baja

-Relaja chiquilla. Ríe tranquilo

-¿Me podéis llevar a la cama vosotros?. Pide Judith haciendo un puchero

-Vamos mi princesa. Dice Ginés acercándose a ella y cogiéndola en brazos

Observo la escena muriendo de ternura y tras abrazar a mi madre, subo con ellos

Están los dos tumbados en la cama, Judith dentro de la sábana y Ginés a su lado acariciando su rostro suavemente

-Ven con nosotros tata. Me llama la pequeña

-Voy mi amor. Sonrío como una estúpida y me tumbo al otro lado de mi hermana

-Os quiero mucho a los dos. Nos mira ella

-Y nosotros a ti peque. Habla Ginés por mi también

-Duérmete enana, es muy tarde. Acaricio su pelo

-Si. Bosteza

Hablamos unos minutos más sobre lo que ha hecho esta tarde con mi madre y poco tiempo después cae profundamente dormida

Ginés y yo besamos su cabeza suavemente y salimos de su cuarto haciendo el mínimo ruido posible

-Calla. Se para en seco a mitad del pasillo -No he avisado a mis padres de que duermo aquí, bueno, les he dicho que lo más seguro era que sí pero no les he confirmado

-Pero que listo tú, ¿no?. Suelto una carcajada -¿Como que lo más seguro era que si?. Alzo una ceja

-Cómo que he venido aquí a las 7 de la tarde y has sido tú la que has dicho al instante que si cuando lo ha preguntado Judith. Ríe obvio

-Avisa y calla ya, anda. Me sonrojo

Saca su móvil del bolsillo de su pantalón y llama a su hermana

-Pon el altavoz. Pido

-Estás fatal. Niega con la cabeza riendo pero hace lo que le he dicho

[LLAMADA]

-Hombre enano, mira quien se ha dignado a dar señales de vida. Ríe al otro lado de la pantalla

-Perdona Jime, ya he avisado antes a papá y mamá que seguramente no dormiría en casa pero quería confirmarlo. Responde Ginés

-¿No te esperamos entonces, no?. Pregunta obvia

-No. Habla esta vez yo -Os lo secuestro por esta noche, mañana es todo vuestro otra vez. Río

-Adelante, te doy permiso para secuestrarlo tres meses si quieres. Ríe Jimena también

-Hola sigo aquí. Canturrea él

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora