OCHENTAISIETE

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Leyre; Domingo 16 de Octubre
10:45 am

Al día siguiente me despierto y lo veo de espaldas a mi

Supongo que sigue dormido osea que decido no molestarlo

Ojeo mi móvil un rato y poco después lo escucho respirar profundamente y empezar a moverse

-Buenos días bebito. Acaricio y beso su espalda

-Hola mi amor. Se giro para mirarme y me besa despacio -Jo, no quiero volver a casa. Habla haciendo un puchero

-Vamos a disfrutar el rato que nos queda aquí entonces. Sonrío pícara y me tumbo encima suyo

-Buenooo. Agarra mi cintura -¿Te has despertado juguetona o que?. Alza una ceja

-Nah. Hago una mueca con la cara -Solo quiero darte las gracias y compensarte por haberme traído aquí. Hablo acariciando su pecho con mi dedo índice

-¿Como?. Pregunta relamiéndose los labios, Dios, está tan sexy ahora mismo

-No sé... Me levanto de encima de su torso quedando sentada a horcajadas en su regazo -Asi tal vez. Me muevo suavemente encima suyo

-La madre que me parió. Echa su cabeza hacia atrás aún apoyado en la almohada -Hazme lo que te dé la gana. Asegura resoplando

-Vale. Digo riendo y lo beso muy sensualmente

Me gira en el colchón despacio siendo esta vez él el que queda encima mío

Empezamos a quitarnos la ropa el uno del otro sin ningún tipo dificultad y antes de hacer nada hablo

-¿Trajiste...

-Si. Me corta antes de dejarme terminar la frase -Primer cajón de esta mesita. La señala

-La vieja confiable. Río y saco un preservativo de la caja tras abrir el cajon

-Por supuesto, es el mejor sitio, así los tienes a mano siempre. Asegura

-Bobo. Se lo doy y poco a poco noto como nos va bajando la ropa interior ya que eso es lo único que cubre nuestros cuerpos ahora mismo

Veo como se lo pone y después de besarme de nuevo entra muy suavemente en mi

-Ah. Jadeo al notarlo

-¿Bien?. Me mira pegado a mi

-Increíble. Aseguro

Se sigue moviendo muy despacio en mi interior y a los pocos minutos hablo agitada

-Ginés, déjame arriba, quiero llevar yo la situación. Pido

-Por supuesto bebé. Me complace y de un rápido movimiento volvemos a estar en la posición que hemos empezado

-Extrañaba tanto sentirme tuya. Gimo moviéndome lentamente de arriba a abajo

-No eres mia Leyre, eres solamente tuya. Asegura

-Ya pero...

-Pero nada, tuya. Repite -De nadie más

-Mia. Cierro mis ojos y respiro hondo

-Empoderate reina, libérate. Pide excitado

-Si. Gimo y me muevo algo más rápido notando como agarra mi cintura

-Dímelo Leyre, quiero que lo digas hasta que te entre en la cabeza. Me mira profundamente

-SOY MIA. Grito

-Eso. Me anima

-MIA JODER. Repito y aumento la velocidad de mis movimientos

Nunca me había sentido así de poderosa y mucho menos en esta situación

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora