Sebastián Ramsés.
Al día siguiente....
Estoy en mi empresa en la oficina, y no logro sacarme esa mujer de la cabeza, aún siento su respiración agitada sobre mi rostro, su lengua, mis dedos entrando y saliendo de ella, el sabor de su v****a.
¡Maldición tengo una erección!
Tengo que buscar a esa mujer y encontrarla, tiene que quitar las ganas que dejo en mi, ninguna mujer me ha dejado a si nunca, y ella no será la primera.
Tomo el teléfono de mi oficina.
—Agustin.
—Si señor, necesita algo.
—Si, puedes venir.
Agustín cuelga el teléfono, y en unos segundos está tocando mi puerta, acaso vino corriendo, ese muchacho sí que es eficiente.
—Sí, jefe.
—Deja lo que haces, y llama a el antro donde fue la fiesta, y dile al encargado que yo, ordeno que vea las cámaras de seguridad, y que me diga con quien llegó una mujer que salió de la habitación número 7 donde yo estaba.
—Está bien, señor, lo hago inmediatamente.
—Gracias Agustín.
Por que no había después en eso antes, conozco a todas las personas que estuvieron en esa fiesta, alguien tuvo que haberla invitado, y si puedo saber quién es ese alguien, podría encontrarla.
«Sebastián Ramsés, eres un genio»
Tocan a mi puerta, espero que Agustín me de buenas noticias. ¡Pasa Agustín!
—Jefe lo siento, pero el gerente dice que ayer le explicó que las cámaras del pasillo estaban dañadas y serían cambiadas esta mañana —cosa que ya se hizo.
—¡Maldición! —Es verdad que lo olvidé.
—Gracias Agustín, continúa con tu trabajo.
—Esta bien jefe me retiro.
Ahora ¿cómo encontraré a esa mujer? Que me tiene, vuelto loco, tendré que contratar un investigador privado.
«Pero tanto solo por follar a una mujer que nos gritó»
Esa mujer enojona, tengo que encontrarla o no podré estar tranquilo hasta estar dentro de ella.
Horas después...
Después de un largo día de trabajo, estoy realmente cansado y no quiero tener otro ataque de ansiedad, mejor me voy a mi apartamento a descansar, ya son las cinco de la tarde y estoy
en la oficina, desde las 6 de la mañana, llamo a Agustín para decirle que me voy a casa.
Salgo de la oficina y tomo el elevador al llegar a casa me tomaré mis medicamentos para la ansiedad, presiento que pronto tendré uno, y a veces no son ataques de ansiedad, son de pánico que son aún peores.
ESTÁS LEYENDO
TAN SOLO UNA NOCHE
RomanceSoy una nerd con buenas calificaciones, pero mi mejor amiga me invitó a ese lugar, acepte para tratar de salir de la rutina, pero nunca imaginé que me confundirían con una prostituta, y me quitarían la virginidad esa misma noche, y lo peor, enterar...