Una hora después...
—¡Amalia! Despierta, serví la comida, ya esta sobre la mesa, vamos a comer antes que se enfríe.
—Llévame a la sala, no quiero caminar —le digo mientras extiendo mis brazos.
Sebastián me carga, él me lleva hasta la sala, veo que sobre la mesa está la comida, huele realmente bien, tengo mucha hambre.Sebastián me deja en el sofá, después me da un plato con la comida.
—Gracias, eres el mejor novio del mundo.
—Tú eres la mejor novia del mundo, y la más hermosa —me dice.
—¿Quieres ver una película? —le pregunto.
—Si, la que tú quieras —me responde.
Sebastián elige una película, comemos y después Sebastián se acerca a mí para abrazarme, nunca pensé sentir esto por la persona que más odiaba.—¿Por qué me miras así? —me pregunta.
—Por que estoy recordando cuando te odiaba, bueno talvez no te odiaba pero, no te soportaba, eras realmente molesto.
—¡Mira! Quien habla, tú eras una versión de mí en mujer, pero te parecías a mí, no lo puedes negar.—Está bien, seré madura y lo voy a admitir, yo también actuaba mal en ese momento, pero era por tu culpa —le digo.
—Claro que no, tú eras capaz de todo, incluso recuerdo que regalaste tu proyecto solo por no dármelo a mí —me reclama.
—No quería trabajar a tu lado, sabía lo mujeriego que eras, por eso lo hice, pero si me arrepiento como no tienes una idea.
—Eso no importa, Amalia, eres la mujer más inteligente que he conocido, puedes hacer muchos proyectos más.—Gracias, entonces ahora podemos trabajar juntos, así podrás ser mi jefe, puedo tener sexo en la oficina con mi jefe.
—Tienes razón, yo también puedo tener sexo con mi asistente, así que eso sería muy bueno.
—¿Te refieres a mí o Agustín? —le digo mientras me río.—Amalia, no juegues por supuesto que me refiero a ti, tengo una idea, mañana tengo algunas cosas que hacer por la
mañana, me puedes acompañar y me ayudas.—Mañana dijiste que iríamos a mi casa, tú hablaras con Mario y yo con mamá.
—Es cierto, perdón por un momento lo olvidé —me dice Sebastián.
—No te preocupes, podemos ir a tu empresa mañana temprano, y por la tarde vamos a la casa de mi madre y hablas con Mario.
—Me parece una excelente idea, por eso te amo —me dice mientras besa mi frente.
—Yo no te amo, tienes que hacer que lo sienta —le digo y él se sorprende.—¿Cómo puedo hacer que lo sientas? —me pregunta.
—No lo sé, quizás solo necesito algunos besos, y talvez pueda sentirlo.
Sebastián se acuesta sobre mí en el sofá, después besa mi cuello, deja besos húmedos después paso su lengua por mi lóbulo, hasta llegar a mi boca, me besa intensamente como nunca antes.
—¿Ahora puedes sentirlo? —me pregunta.
—No, aún no puedo sentirlo, tienes que seguir intentándolo — le digo.
Sebastián baja por mi cuerpo, dejando besos húmedos hasta llegas a mis duros pezones, pasa su lengua por mi pezón, él hace círculos con su lengua, después empieza a morderlos, esto se siente realmente bien.
—Y ahora, ¿puedes sentir que me amas? —me pregunta, mientras continúa pasando su lengua por mi pezón.
—No, aún no siento nada, tienes que intentarlo más.
Sebastián baja su mano, hasta llegar a mi v****a, y acaricia mi clítoris con la yema de sus dedos.
—Me gusta cuando te mojas así, solo por mí —me dice mientras continúa tocándome.
Después acelera sus movimientos, mueve su mano más rápido, hasta hacerme llegar al orgasmo.
—Te amo, claro que lo siento —le digo mientras aún convulsionó de placer.
—Sé que me amas, solo me gusta escuchar cuando lo dices, y nunca me voy a aburrir de escucharte decirlo y, ¿sabes que es lo que más me gusta?
—¿Qué es lo que más te gusta? —le pregunto
—Que me lo digas cuando llegas al orgasmo, me encanta cuando dices mi nombre, también sentir tu respiración
agitada, amo todo de ti.—Yo también amo todo de ti, y también me gusta sentir tu respiración agitada, y sobre todo me gusta cuando dices que
soy tuya.
Sebastián besa otra vez mi cuello.
—Amalia, eres mía —me dice cerca de mi oreja con voz ronca. Eso me hace sentir un escalofrío, que recorre por completo mi espina dorsal.—Quiero escucharte decir mi nombre —le digo. Empujó a Sebastián con mis manos, él se sienta, yo me siento
sobre él, tomo su pene con mi mano, lo hundo en mí v****a y escucho a Sebastián suspirar, eso hace que me excite aún más.Empiezo a moverme lentamente. Sebastián agarra mis nalgas con sus grandes manos, me empiezo a mover más rápido.
Hasta que siento como mi v****a aprieta el pene de Sebastián, me muevo más despacio disfrutando de cada momento.
Después me empiezo a mover rápido otra vez, sé que Sebastián esta a punto de acabar.
Él me abraza más fuerte, siento su semen caliente dentro de mí.
—Amalia, eres mía —me dice con la voz entre cortada.—Sí, soy tuya y de nadie más —le digo.
Beso los labios de Sebastián, después lo abrazo, siento mucho sueño, últimamente me siento muy cansada, vivir con Sebastián es agotador, solo quiero tener sexo con él todo el tiempo, en mi defensa solo diré que cualquiera en su sano juicio sentiría lo mismo que yo.
—Sebastián, llévame a la cama, tengo mucho sueño.Sebastián me carga en sus brazos, hasta llegar a la habitación, después me deja con delicadeza sobre la cama, él me acomoda una almohada en la cabeza, pero no me gusta esta almohada.
—Sebastián, no quiero esta almohada —le digo mientras arrojó la almohada.
—¿Por qué no te gusta? Son almohadas de plumas, que compre especialmente solo para ti, pero mañana puedo comprarte otras.
—Puedes comprar otras para ti, y quiero esa —le digo señalando sus dos almohadas.
—¿Quieres las mías, por que? —me pregunta.
—Por que tienen tu olor, por eso me gustan.
—Está bien, toma mi almohada —me dice.
Tomo la almohada. Inmediatamente la abrazo, me gusta sentir el olor de Sebastián.
Sebastián me cubre con una sábana, después besa mi frente y sale de la habitación, me parece raro pero, quizá él no tenga sueño.
Sebastián...
Dejo a Amalia en la cama, después salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, limpio un poco la casa, tengo alguien
que lo hace por mí, pero estos días no quiero a nadie más, quiero que solo sea Amalia en mi casa, por eso prefiero
limpiar mi apartamento por mi mismo, después llamaré a alguien para que lo haga como antes.
Después de limpiar la casa, me siento un momento en el sofá, me siento un poco cansado, nunca pensé decir esto en mi
vida pero, encontré una mujer que amo, y que deseo a todo momento, me excitó y acabo con ella al mismo tiempo, nunca
pensé sentir algo así por alguien.Quiero vivir con ella y estar con ella toda mi vida, no quiero ser como mis padres, quiero estar con la mujer que amo toda mi vida, serle fiel y respetarla, siempre cuidarla y envejecer juntos, quiero casarme con ella, pero no le puedo proponer matrimonio ahora, tengo mucho miedo que ella me rechacé.
Sé que tampoco soy tan viejo, pero ella tiene 19 años yo tengo 28, lo único que haré es tratar de convencerla de que viva conmigo unos días más, sé que ella extraña su casa, su familia, y aún más extraña a Evelyn.
ESTÁS LEYENDO
TAN SOLO UNA NOCHE
RomanceSoy una nerd con buenas calificaciones, pero mi mejor amiga me invitó a ese lugar, acepte para tratar de salir de la rutina, pero nunca imaginé que me confundirían con una prostituta, y me quitarían la virginidad esa misma noche, y lo peor, enterar...