Después de unos minutos Sebastián regresa.
—La cita es en media hora —me dice.—¡Tan pronto! Pensé que iríamos mañana.
—No podemos esperar, iremos ahora —me dice.
Me levanto de la cama y camino junto a Sebastián. Llegamos a su auto, subo al auto y durante el camino no digo nada.
—Amalia, ¿aún estás enojada? —me pregunta.
—No lo estoy, pero cuando la doctora me diga que estoy bien y que no tengo nada, te diré, que yo te dije.
—Prefiero que me digas eso, y espero que la doctora diga que estás bien, o solo te tocaré una vez por semana —me dice.
—¡Una vez por semana! —. Le digo muy sorprendida.
Sebastián no me dice nada durante el camino.
—Llegamos, vamos a que te revisen —me dice Sebastián.Bajo del auto, pensé que esperaríamos un poco, pero una enfermera nos dice que podemos pasar rápidamente.
Entramos al consultorio, y la ginecóloga es realmente amable, ella nos recibe con una sonrisa.
—Buenas tardes, pueden tomar asiento —dice la mujer.
Nos sentamos y la ginecóloga nos hace algunas preguntas.
—¿Cuál es el motivo por el que están aquí? —. Nos pregunta.—Porque mi novio no me cree —le digo.
—Yo le voy a explicar —Dice Sebastián—, yo la amo a ella, al igual que la deseo y ella era virgen, y siempre he tenido mucho miedo de lastimarla, entonces siempre me contuve para no lastimarla, pero esta mañana decidimos que no me contendría y tendríamos sexo duro, cuando fui al baño me doy cuenta de
que había sangre en mi pene, ahora tengo mucho miedo, no la quiero lastimar, por eso quiero que la revisé.—Tienes un muy buen novio, él realmente se preocupa por ti — me dice la mujer—, acuéstate en la camilla, quiero revisarte.
La mujer me dice que me quite las bragas, me siento realmente incómoda, tengo que mostrarle mi v****a a esta
mujer por culpa de Sebastián, no dejo que ni mi madre me vea totalmente desnuda.
Ella se coloca unos guantes, después empieza a revisarme, es incómodo.—Todo está en perfecto estado, un consejo que les doy es que tengan sexo más seguido así su v****a se acostumbrará al tamaño de su pene, pero no te preocupes todo está en buen
estado y sana —dice la doctora.Sebastián no me mira a los ojos, sabe que en este momento yo tenía la razón.
Salimos del consultorio, tomo a Sebastián de la mano mientras caminamos hacia el auto.
Sebastián no me mira a los ojos, sabe que en este momento yo tenía toda la razón. Salimos del consultorio, tomo a
Sebastián de la mano mientras caminamos hacia el auto. Sé que él solo estaba preocupado por mí, no lo puedo culpar ni molestarme con él por eso.—Te amo, gracias por preocuparte por mí —le digo mientras le doy un beso.
—Yo te debo una disculpa, cuando tú me digas que estás bien, confiaré en ti —me dice.
—No te preocupes, ¿a dónde vamos en este momento? —. Le pregunto.—A donde tú quieras, pero es un poco tarde, podemos ir a casa aún tenemos tiempo, después tenemos que ir a casa de Evelyn y de tu mamá, también tenemos que pasar por Mario.
—Está bien, podemos ir a casa quiero empacar algunas cosas y darme un baño, por culpa de “alguien” sudé mucho, me sentía incomoda y nerviosa.
—Pero ese “alguien” realmente te ama —me dice. Llegamos al auto, subimos y durante el camino me siento un poco cansada, me acomodo en el asiento, Sebastián me toma de la mano.
ESTÁS LEYENDO
TAN SOLO UNA NOCHE
RomanceSoy una nerd con buenas calificaciones, pero mi mejor amiga me invitó a ese lugar, acepte para tratar de salir de la rutina, pero nunca imaginé que me confundirían con una prostituta, y me quitarían la virginidad esa misma noche, y lo peor, enterar...