Siempre En Tu Corazón [G!P]

Capitulo 8

Sábado

POV Mia

Sábado. El maldito sábado había llegado. Estaba demasiada nerviosa, iba a volver a ver a mis amigos.

-Mia, antes de que me vaya a trabajar tengo algo muy importante que decirte-me dijo Leonardo acariciando mis hombros.

-¿No me lo puedes decir ahora?-continue maquillándome.

-No, tiene que ser en otro lugar.

-¿No puede esperar hasta mañana? Sabes que tengo algo muy importante que hacer hoy.

-No, no puede esperar, además será como a las cuatro así que tendrás suficiente tiempo para ir a tu compromiso.

-Bueno está bien-le sonreí.

El dejo un beso en mi mejilla y salió del cuarto.

Ahora otro asunto del la cual tengo que estar pendiente.

Salte en mi puesto al oír a mi celular sonar.

-Bueno-conteste.

-¡Mia! ¿Tu vas a la reunión de Diego verdad?

Dudé por un momento.

-Mhm-deje salir en un murmullo.

-No suenas tan segura.

-Porque no lo estoy.

-No me digas que es por ella.

Vico solo recibió silencio de mi parte.

-Mia piensa ¿cuál es la probabilidad de que ella venga? Enserio si no la hemos visto en tanto tiempo, ¿para que regresar ahora? No me dejes plantada amiga.

Vico tenía razón. Ella no ha estado aquí en Mexico en tanto tiempo ni siquiera para visitar a nuestro hijo lo que se suponía era lo más "importante" para ella, ella no tendría razón para volver.

-Tienes razón. Pues nos vemos en un rato.

-¡Bien! ¡Nos vemos!

Se despidió, luego colgó.

Entiendo su emoción. Volveremos a ver a todas esas personas la cual hicimos tantas memorias. Yo no veía tanta emoción, yo más bien estaba ansiosa pero ahora estaba más calmada porque se que Vico tiene razón.

...

-¿Ya estás lista Mi amor?

Yo solo asentí.

El tomó mi mano y me guió a su carro, me abrió la puerta del co-pilotó y nos pusimos en marcha.

Yo no tenía idea de lo que el tenía planeado y honestamente tenía miedo.

El paro el auto cerca de un mirador que tenía vista de la ciudad. Un trago amargo. Pase mucho tiempo aquí antes y después de lo que sucedió.

Leonardo se salió del carro y me abrió la puerta. Me guió al mirador y sostuvo mis manos.

-De verdad no se donde empezar-inhaló.

Se le notaba el nerviosismo y me lo estaba pegando a mi.

-Desde que llegaste a mi vida todo se ha iluminado, le diste un gran giro y para bien. Cuando te conocí hace tres años en ese evento no me imaginaba lo importante que te convertirás para mi. Te amo Mia y siento que sin ti no soy nadie.

Dios no me digas que va hacer lo que pienso.

-Mia Colucci-se arrodilló- ¿Te casarías conmigo?-pregunto abriendo una cajita roja, conteniendo un anillo de plata con un diamante ovalado.