Siempre En Tu Corazón [G!P]

Capitulo 38

POV Roberta

-Oiga doctor no entiendo porque tengo que tomar esta prueba otra vez, si me la hiciste hace unos días.

-Es solo para tenerlas. Bueno cuéntame ¿ya sacaste tu prescripción?

-Si.

-¿Y como te están funcionando?

-No siento nada doctor, les dije que nada me pasaba, no entiendo porque me dio antidepresivos.

-Pues Roberta tu evaluación dice otra cosa, ya leíste tus documentos, tienes depresión severa y lo haz tenido por años.

-No lo creo doctor, me siento igual. Respiro, como, trabajo y duermo, es todo lo básico.

-¿Cuando fue la última vez que disfrutaste de tu trabajo?

-Pues la última vez que estuve sobre el escenario.

-¿Segura?

Temblé un poco.

-Si.

-¿No estarás mintiendo?

-¿Me estás llamado mentirosa?

-Estás evadiendo mi pregunta.

-Pues tu acabas de hacer lo mismo.

-Roberta, a ti no te gusta ser cantante y lo sabes.

Desvíe la mirada.

-Cuéntame, ¿que es lo que pasó? ¿Cual eran tus sueños?

Me trague el nudo en la garganta.

-Quería ser abogada-hable en un susurro.

-¿Y que pasó? ¿Por qué no lo cumpliste?

-Pasó lo peor de mi vida-se me aguaron los ojos.

Me tapé la cara con las manos.

-A ver Roberta, respira. Uno, dos y tres-contó mientras respire con el.

-Perdí a mi hijo y...y no pude hacer nada por el. Sabía que estaba enfermo y intente de estar ahí por el pero tenía que trabajar. Fui una mala madre, estuve ausente, no estuve cuando el me necesitó. Le fallé y ahora el no está aquí-llore.

El anotó en su pequeño cuaderno.

-Fue mi culpa, si hubiese estado ahí, tal vez lo pude haber prevenido y tal vez el estaría aquí a mi lado al igual que su mamá y el cargaría el nombre Reverte en alto pero no, no está y su mamá me odia porque yo lo maté.

-Roberta este problema es muy serio y para intentar de reparar y sanar las heridas tenemos que empezar por la cabeza. La muerte de tu hijo no fue tu culpa. Mencionaste que estaba enfermo, no había nada que podías haber echo para prevenirlo. Si estabas presente o no, el estaba enfermo y fue su enfermedad quien acabó con el.

-¿Entonces porque todos me culpan? ¿Por qué su otra madre dice que lo maté?

-Cuando uno está lastimado, dice cosas hirientes para protegerse, ya no aguantan más daño y harán lo que sea para encontrar un escudo. Sácate de la cabeza que mataste a tu hijo porque mirarme, tu no le hiciste daño físico, no lo depravaste de la comida, no lo descuidaste de hecho tu lo cuidaste y eso es lo que hace una madre. Su muerte fue natural y tienes que aprender a aceptarlo.

-¿Por qué sigue doliendo tanto?

-Va doler Roberta, siempre va doler. El era una parte de ti y siempre lo será. Era tu hijo y lo amaste. Lo que pasa es que nunca tuviste tiempo pasar por el duelo como debió ser. Hay cinco cinco etapas de duelo, la negación, la ira, negociación, depresión y la aceptación.