Siempre En Tu Corazón [G!P]

Capitulo 34

POV Roberta

"¡Si tan solo hubieras estado aquí un poco más, Lucas estaría con nosotras!"

"¡Su condición no era mi culpa! ¡Yo no pude controlar nada!"

"¡Cállate! ¡No sabes cuanto te odio, me arrepiento del día que me metí contigo!"

Mis ojos se abrieron de golpe. Mi pecho subía y bajaba con rapidez. Mi cuerpo estaba empapado de sudor frío. Miré al mi alrededor. Estaba en mi celda.

-Solo fue una pesadilla, un horrible recuerdo-susurré.

Todos los recuerdos desde el día que Lucas falleció y los días después me siguen atormentando. Tengo que admitir que había pasado un buen tiempo desde que tenía una pesadilla así y ahora todo me está golpeando de una vez.

Es como tener dieciocho de nuevo. Todo pasa en cámara rápida cuando lo recuerdo. Desde el momento que supe que iba ser mamá, consiguiendo un trabajo y comenzando a estudiar, cuando nació, cuando lo diagnosticaron con esa enfermedad y cuando me lo arrebataron. Todo es demasiado feo. Ahora todo va lento pero en ese momento la velocidad era el doble.

Sus palabras me atormentan y me lastiman. Todo es pasado pero me sigue afectado en la salud mental. Trato de no recordarlo pero es imposible...

Flashback

-¡Roberta!-oí una voz lejana.

Me removí un poco y abrí los ojos un poco.

-¡Roberta! ¡El niño no está respirando bien!

Me tallé los ojos y me enderecé en la cama ahora viendo una Mia frenética sosteniendo a nuestro hijo.

-¿Que?-pregunte aún no entendiendo la situación.

Me paré de la cama ahora tomando al bebe.

-¡Mira, no está respirando bien! ¡Tenemos que ir al médico!

Yo revisé al niño mientras Mia seguía revisando la máquina de aire. Efectivamente no estaba respirando bien.

-Ve agarra su bolso-dije caminando al estante de llaves.

Ella hizo lo pedido y yo agarre las llaves de mi auto. Mia tomo a Lucas y sentó en la parte trasera con la máquina de aire aún conectada. Yo maneje a toda velocidad al hospital mientras hablaba con mi suegro a través del celular.

Todo paso muy rápido.

Mia se desplomó en mis brazos mientras esperábamos a unas noticias. La adrenalina se comenzaba a esfumar de nuestros cuerpos y se instalaba ansiedad y más miedo.

Ya había pasado un buen tiempo desde que habíamos llegado. Unas enfermeras nos dieron unas pulseras con el nombre de nuestro hijo y de quien lo estaban atendiendo pero esos doctores no salían a decirnos nada.

Me estaba desesperando. Quería llorar pero no podía, no ahora. Tenía que sostener a Mia y eso es lo que planeaba hacer.

-¿Familiares de Lucas Reverte?

-Somos nosotras-Mia dijo parándose del asiento.

El doctor verificó si era cierto con nuestras pulseras después de hacerlo arreglo su postura y se aclaró la garganta.

-Lamentó decirles, no tengo buenas noticias-al oír eso mi corazón se contrajo.

-Pues no se paré ahí y díganos que sucede-dije desesperada.