Capitulo 18

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POV Roberta

El tiempo pasaba y la boda de Diego cada vez estaba más cerca. Cerca... en cinco meses. Antes eran siete y ahora son cinco.

Franco me había convencido a hacer una campaña para la marca Colucci, bueno no me convenció, convenció a Oscar. Cuando hablo de la cantidad de dinero Oscar no se pudo negar. No le importo mis miradas matadoras el solo acepto y firmo el contrato. Mia y Miguel también estaban presentes. Miguel se veía feliz y emocionado para trabajar conmigo y Mia, pues Mia estaba distante como ha de esperar. No me hablaba sin que fuera del trabajo y para mi disgusto el estúpido de su prometido siempre la recogía para almorzar. En otra mano Gabriela y yo nos convertimos en novias. Ella me hacía sentir muy bien, me sacaba una sonrisa sincera y eso no era algo que sucedía normalmente. La notica estaba viajando rápidamente y yo no sabía si estar feliz o angustiada.

Hoy tenía una sesión de fotos e reunión con Franco y sus esclavos Colucci. No estaba de ánimos pero honestamente nunca estaba de ánimos para nada. Mi cama estaba demasiada cómoda. El calor que provenía de mi novia hacía salirme mucho más difícil pero lo tenia que hacer, necesitaba trabajar.

Con mucho cuidado me deshice del agarre de Gabriela y salí a al baño.

Siempre me sentí rara cuando una mujer dormía encima de mi o me tenia en su agarre en la cama. Nunca me ha gustado la sensación. La única mujer que permití hacer eso era Mia. Con ella todo se sentía natural, no me molestaba sino me gustaba su toque.

Como no tenía ropa puesta debido a la noche anterior me metí a la ducha rápidamente.

No había tenido un apetito sexual desde la aventura con Macarena. Gabriela me excitaba. Desde que la conocí me vi haciendo muchas cosas mas que intercambiando palabras. Admito que las veces que hemos estado juntas como ayer llegue a sentir algo más que placer. No se como explicar lo que sentí. Sus besos no eran vacíos, no sabían a soledad, el sabor de soledad siempre domina el sabor de los besos de mis acompañantes pero no dominaba los de Gabriela. Pude apreciar el sabor de su labial de melocotón. Sus besos cálidos, con manos llenas.

Termine mi ducha, me seque y salí a vestirme. Gabriela aún no se había levantado así que escribí una pequeña nota explicándole dónde estaría y la dejé sobre la mesita de noche. Baje a la cocina encontrándome con Oscar ya desayunando.

-Mira nomas, ¿que tal tu noche?-pregunto pícaramente.

-Tu si que no gastas tiempo-dije sirviéndome un poco del café que Oscar había preparado.

El se río.

-Uy alguien se despertó en el lado equivocado de la cama.

Yo sonreí mientras negué con la cabeza.

-Lo único malo de esta mañana es que tenemos esa puta sesión de fotos-dije tomando un sorbo de mi café.

-No te amargues, es puro dinero.

-¿Más dinero del que ya tenemos?

-Sabes que Colucci tiene dinero para nueve vidas.

-¿Y para que necesitamos tanto dinero como Colucci?

-¡Para vivir la vida lujosa! También para pasarle el dinero a nuestros chamacos, bueno cuando tengamos obviamente.

-Güey, como que cada día te falta un poco más del celebro-me reí.

-¡Oye!

El pitido del reloj en mi muñeca interrumpió nuestra conversación.

-Ya es hora de irnos-dije mientras agarraba una manzana del platillo en la mesa.

Siempre En Tu Corazón [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora