⚡️ Verdades y mentiras ⚡️

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Mientras Elthon mira la laptop con Gavin, yo me pierdo en mis pensamientos. Colin. ¿Dónde estaríamos ahora si él estuviera vivo? Tal vez, hubiésemos viajado por mi cumpleaños o estuviéramos en alguna feria para subir a los juegos mecánicos que tanto odiaba y que yo tanto amo.

—¿Tarah?

La voz de mi amigo me saca de mi ensimismamiento. Lo miro.

Elthon toma la palabra.

—No has dicho nada desde que te dije que yo ayudé a tu hermano.

Bajo las piernas del mueble. No quiero que me vea vulnerable.

—¿Cómo lo conociste? —le pregunto.

—Tu hermano ingresó a las carreras ganándose la confianza de uno de los hombres del narcotraficante más poderoso de aquí, pero una vez dentro se dio cuenta de lo peligroso que es este lugar. Ni la CIA ni el FBI ni ninguna de las grandes organizaciones de los Estados Unidos podrían con ellos, simplemente porque ni siquiera saben que existen. Los Sótanos, tal vez, es el lugar más peligroso que hay en estos tiempos. Es la Depp Web materializada, y como todos sabemos, nadie tiene control de la ella.

—¿Mi hermano también te pidió un POX?

—Sí —comenta. Camina hasta la ventana. Ya es de noche, porque más luces se han encendido en la calle—. Él, al igual que tú, fue en busca del almacén donde guardan el Turbo Neón, y bueno... ya sabemos cómo terminó todo.

Miro hacia el suelo.

¿A caso el FBI mandó solo a mi hermano a esta misión peligrosa?

—¿Sabías si estaba con alguien?

—Solo me comunicaba con él, pero creo que no estaba solo. Tal vez, con un compañero. Es poco probable que alguien vaya solo a lugares desconocidos —nos señala y levanta las cejas.

—¿Y cómo supiste que yo era su hermana?

—Porque no todos los días se ve a alguien buscando un POX para encontrar el almacén. El Turbo Neón es el agua de esta gente, es la matriz. Tu proceder fue similar a la de tu hermano. Eso me causó curiosidad, así que, mientras tu amigo me solicitaba la compra del POX, ingresé a su equipo por medio de un Gost, que es un virus invisible, y accedí a tu información personal, a tu tarjeta de crédito y otros datos más —Gavin y yo intercambiamos una mirada. Elthon lo señala—. Él lo hace muy bien, pero le falta experiencia. Ustedes aún son ovejas en un bosque lleno de lobos.

Gavin se levanta de la silla y habla.

—Sé que los POX son dispositivos que esta gente ha borrado del globo, pero tú eres el único que los vende. ¿Por qué? No es lógico que alguien que vive de Los Sótanos sabotee su propia fuente de vida.

Elthon me mira por un largo rato, luego sonríe y baja la mirada.

—Supongo que no tengo otra alternativa —murmura con decepción—. Yo no quiero que el Turbo Neón desaparezca, solo quiero retomar el poder que me corresponde. Mi padre era el narcotraficante más poderoso de todo esto, pero fue traicionado por su hombre de confianza, el actual dios de este lugar. Fue asesinado. Mi madre y mis hermanas gemelas también, después de haber sido violadas —puedo sentir un leve temblor en su voz, luego sigue firme—. Fui el único que escapó con apenas ocho años. Viví como una rata en las alcantarillas hasta que crecí.

Frunzo el ceño. ¿Por qué está confiando en nosotros? Hay algo que no encaja, que no logra cerrar la historia.

—¿Y por qué nos dices esto? —le pregunto—. Así de la nada les dices todo a dos chicos que no tienen experiencia. No creerás que nos vayamos a comer todo lo que nos están contando.

—Hasta a mí se me hace difícil de creer, sin embargo, nadie da un golpe de estado sin una figura que todo el pueblo ama o admira —camina hasta el sofá donde estoy sentada. Se acuclilla y queda a mi altura. Siento un pequeño temblor en mis manos. Él, al igual que Malcom, tiene el poder de ponerme nerviosa—. Tú eres esa figura, Tarah. Ahora mismo la gente sabe de ti porque eres una de las cinco ganadoras de la competencia, y si logras ganar o quedar entre los tres mejores de la carrera final, todos te admirarán y seguirán. Toda la élite que trabaja para El Diablo son aquellos que han ganado las carreras pasadas. Todos hombres desde que se iniciaron los juegos. Si tú ganas, serías la primera mujer y estarías en el círculo más cercano donde está el asesino de tu hermano.

—¿Qué quieres decir?

Se acerca más.

—Que seamos aliados. Yo tengo gente que trabaja para mí, armas, información. Yo te ayudo a investigar dónde está el almacén y a descubrir quién mató a tu hermano. Tú me ayudas a recuperar lo que es mío y a que la gente acepte el cambio.

Miro hacia un punto muerto, luego a Gavin. Él mueve la cabeza en señal de afirmación.

—Y luego que tú tomas el poder ¿qué pasará? ¿Nos matarás para no delatarte?

—Los Sótanos han existido desde siempre y los de arriba jamás han sabido de nosotros. Somos dos mundos en uno. Yo te entrego al que mató a tu hermano y a sus cómplices para que paguen por lo que hicieron y te vas a tu mundo. Nosotros seguimos viviendo aquí como siempre.

—¿Y qué nos garantiza que no nos traicionarás?

Él se levanta y camina hacia el centro de la sala. Se vuelve para mirarme y se pasa una mano por el cuello. Empiezo a creer que ese simple gesto lo hace ver muy sexy.

—No nos queda otra salida. Yo no tengo a nadie más en quién confiar y tú menos. Y mi oferta no puede esperar ni un día ni hora más. He esperado durante años para dar este paso. Por eso quiero saber si estás conmigo.

Pienso un poco. ¿Y si estoy entrando en un terreno del cuál no podré salir? ¿Si esto es más grande y poderoso que todo lo que pienso? ¿Y si muero al igual que Colin? Sin embargo, cuando fui a ver el almacén no pude sola. Fui acorralada. Ellos son muchos. Aunque me palpitan las sienes al pensar lo incapaz que fui de lograrlo, tengo que aceptar el hecho de que sola no podré hacerlo.

Me levanto y avanzo hasta él. Estiro la mano.

—Estoy contigo —digo.

Él me da una sonrisa coqueta y me toma la mano. Siento la calidez de su piel, lo áspero y rasposo de sus callos. Quizás esos callos son de los días que pasaba arrastrándose en los alcantarillados.

—Y yo contigo.

Lo dice de una forma que parece que estuviéramos haciendo otro tipo de juramentación. Quito mi mano al instante.

Él se aclara la garganta.

—Bueno, entonces lo primero que debemos hacer es ir a buscar el almacén. Más tarde lo hacemos y ya tengo un plan para eso.

 Más tarde lo hacemos y ya tengo un plan para eso

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El traidor ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora