Todos guardan silencio mientras miran a Malcom.
Lleva la misma ropa de la fiesta, aunque se ha quitado el saco y se ha remangado las mangas de la camisa, dejando al descubierto sus tatuajes. Sus cabellos ya no están muy bien peinados, pero eso no le quita lo atractivo, al contrario, le suma. Está un poco ebrio y creo que hasta drogado porque tiene los ojos un poco rojos, aunque eso no le impide dejar de mirarme fijamente.
—¡Lárgate si no quieres salir agujerado! —le grita el que parece el líder. Un hombre alto con tatuajes en ambos brazos y una cicatriz en el cuello.
Todos vuelven la mirada hacia mí y se acercan con una sonrisa maliciosa.
—Creo que eso no será posible, señores —dice Malcom—, porque la señorita a la que le quieren cortar el cuello, viene conmigo.
Todos se enderezan y ponen su atención en él.
—¿Así que puedes matarnos en veinticinco segundos? —le pregunta el líder.
Malcom desabrocha los botones de su camisa.
—Menos —contesta sin preocupación. Se quita la camisa y queda con el torso desnudo—. Dije menos de veinticinco segundos.
Otro de los maleantes se acerca sigiloso y le dice algo a su líder.
—Entonces, empecemos con este y luego seguimos con esa perra.
Él asiente y se ríe.
—Primero te vamos a cortar el cuello a ti, luego... —me lanza una mirada sucia. Se pasa la lengua por los labios—, nos vamos a divertir con ella.
Se agarra con una mano su entrepierna y hace un gesto obsceno.
La mirada de despreocupación de Malcom cambia a una de enojo. Veo como las venas de sus brazos se van hinchando y llegan hasta sus manos, que se cierran en puños. Su cara se ha puesto roja de la cólera.
Saca su celular, pone el temporizador en veinticinco segundos y lo coloca en el lavado.
—Adelante —dice.
Los maleantes se abalanzan sobre él de dos en dos. Las hojas de acero vuelan en el aire con la única intención de cortar a Malcom, pero él es muy hábil. Se hace para atrás, luego gira y se agacha. Con sus piernas barre a uno de sus atacantes que cae de espaldas al suelo. En ese instante, le agarra la mano donde tiene la cuchilla y la dirige a su propio pecho y se lo clava. Solo veo como el maleante abre los ojos como si fueran a salírsele de sus órbitas y suelta un grito. Malcom rueda por el suelo, se levanta y le lanza un puñete a otro que estaba esperando su turno para atacarlo. El sujeto trastabilla y Malcom lo agarra de los cabellos y tira con fuerza hacia el lavado rompiéndolo con el cráneo de su oponente que cae inconsciente.
Otro sujeto le da una patada a Malcom y él retrocede. Antes de caer, se agarra de la puerta de uno de los baños. Con su peso, la bisagra superior se sale y deja colgando la madera. Entonces, Malcom rompe la otra bisagra de una patada, justo cuando su oponente se le abalanza. Le da con la puerta en la cara, luego derriba a dos más de la misma forma.
Cuando Malcom se descuida, el más alto y robusto de ellos lo agarra por el cuello. Lo está ahorcando y lo levanta unos centímetros del suelo, mientras otro se acerca amenazante con la cuchilla a lo alto. Malcom se mueve desesperado porque no le está llegando oxígeno al cerebro y para evitar que le claven el puñal. En ese instante, me pongo en marcha. Embisto de una patada al que tiene la cuchilla. Puedo escuchar un chillido de Malcom, algo que quiere decirme, pero no le pongo atención.
Caigo encima del maleante y lo noqueo con dos puñetes en la garganta.
Malcom eleva su cuerpo usando como punto de apoyo el agarre de su atacante, sube las piernas hasta la altura de la cabeza y cierras con fuerza para golpearle con los talones la parte lateral de las sienes. El hombre lo suelta, pone los ojos en blanco, trastabilla unos pasos hacia atrás, y se desploma en el suelo.
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El traidor ✔️
Ficção Científica[Primer libro de la bilogía "El traidor"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como suyos. Tarah, c...