Meto el POX en el bolsillo de mi chaqueta, enciendo la moto y salgo. Para mi buena suerte, la mayoría de la gente está pendiente de las pequeñas fiestas que se siguen realizando a los alrededores del coliseo.
Avanzo por la oscuridad de los callejones y zigzagueo sin que nadie me vea hasta que salgo de las calles más aglomeradas. Me abro paso por un callejón larguísimo y presiono el acelerador. Mi moto deja un haz de luz amarillo neón. Saco el POX y veo el mapa virtual. El punto con mayor concentración de Turbo Neón aún está lejos. Lo guardo y sigo el camino.
Llevo varios minutos avanzando hasta que me alejo de la ciudad de metal y entro a un espacio vacío, en penumbra y tierra. En la parte superior, puedo ver las rocas de lo que vendría a ser el suelo de Nueva York. Sigo mi camino hasta que me topo con los rieles de un tren. Se me hace extraño que en Los Sótanos haya un tren. Alrededor hay varios escombros de fierros viejos, rocas grandes del tamaño de un auto, motos viejas, llantas por doquier y una rueda de la fortuna oxidada y casi enterrada. Veo hacia los costados, la oscuridad lo llena todo. Detengo mi vehículo y saco el dispositivo. Solo un poco más. Sigo mi camino.
Más allá hay un cerco de concreto que no me deja avanzar. Es una muralla que al parecer no tiene fin a ambos lados. La recorro por varios minutos, y me doy cuenta que no hay entrada. Entonces, detengo la moto, dejo encendido el motor y trepo por la pared. Veo un espacio vacío, luego varias luces a lo lejos se encienden. Se mueven, se acercan. No entiendo qué son hasta que el rugido del motor me pone en alerta.
¡Son motos!
Resbalo asustada y trepo mi moto. Salgo como un rayo. Entonces, cinco motos vuelan por encima de la muralla, sus luces neón me asustan. Me descubrieron. Caen al pavimento con fuerza levantando una polvareda; me persiguen. Les llevo un buen tramo de ventaja, pero ellos son rápidos y poco a poco comienzan a alcanzarme. Presiono más el acelerador, me escondo entre los escombros que están alrededor de los rieles del tren, escucho disparos. Los proyectiles vuelan alrededor de mí, impactan en la parte posterior de mi moto.
A lo lejos, un tren aparece. Si no me apresuro me cerrará el paso antes de que pueda pasar al otro lado y estaré acorralada. Sigo en línea recta para pasar los rieles, sin embargo, los disparos me obligan a moverme de un lado a otro perdiendo velocidad. El tren está tan cerca y yo tan lejos que no lograré alcanzarlo. Uso al límite todo el Turbo Neón, la parte delantera de la moto se eleva un poco, logro estabilizarla, pero estoy muy lejos. El tren me cierra el paso dos metros antes de cruzar. Freno al seco, levanto una nube de polvo.
El dispositivo en mi bolsillo empieza a emitir un pitido.
¿Y ahora qué hago? Estos tipos me matarán.
El tren es largo con muchos vagones, así que sigo su dirección, voy a su lado. Mis verdugos me siguen.
Tengo que cruzar como sea.
Logro divisar una pendiente hecha de escombros de metal y rocas, así que se me ocurre una idea. Presiono el acelerador, me apoyo más a la moto y subo por ahí. En el aire, logro ver por las ventanas, barriles de metal con sellos rojo neón dentro del vagón. ¿Qué transporta este tren? Siento un subidón de adrenalina, miedo por cada espacio de mi cuerpo. Mi moto brinca de la pendiente al techo de uno de los vagones del tren. Freno, la llanta trasera resbala en el metal, tengo la impresión que el olor a caucho quemado inunda mis fosas nasales a pesar de estar con casco. Una vez recupero el control, tomo como camino el techo. Voy avanzando vagón a vagón mientras el tren sigue en movimiento, hasta que más allá, hay una pila de grandes rocas.
Mido el espacio y me preparo para bajar por ahí, sin embargo, varios proyectiles me asustan. Mis atacantes también han subido al tren. Sus motos vienen detrás de mí en una fila india, sus luces de neón brillan en la oscuridad. Sigo, las balas impactan en el metal sacando chispas. No puedo mover la moto de un lado a otro porque podría resbalar y caer, por eso lo único que hago es agacharme lo más que puedo para que no me hieran.
Le pila de rocas está cerca, un proyectil impacta en la parte posterior de mi moto me desconcentra y salto antes de tiempo. La moto resbala y caigo en las rocas. Para mi buena suerte pasan dos cosas: la primera es que la moto me protege de la caída; la segunda es que al caer mi moto derriba la pila de rocas para que los otros no puedan usarla. Ruedo por el suelo cubriéndome la cabeza. Luego, me levanto a duras penas y agarro mi moto. La enciendo y voy de regreso a la ciudad.
Aunque he fracasado en mi misión, he descubierto que hay un tren que transporta unos barriles con una sustancia extraña que puede ser el Turbo Neón.
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El traidor ✔️
Ciencia Ficción[Primer libro de la bilogía "El traidor"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como suyos. Tarah, c...