El hijo de El Diablo.
Siento un repentino mareo, como si alguien me hubiese golpeado en la cara. Luego, una ola de nauseas me aprieta la tripa.
¿Fue Malcom quien asesinó a mi hermano?
Cierro los ojos y el recuerdo de la noche que pasé con él aparece, pero ahora veo todo de otra forma. Me da asco, me siento avergonzada por sucumbir a las bajas pasiones con el asesino de mi hermano. En el fondo sabía que eso estaba mal, que estaba jugando con fuego y que terminaría en el mismo infierno si seguía adelante, pero tengo que confesarme a mí misma, que estoy enamorada de él.
Mi parte analítica empuja con fuerza esos pensamientos absurdos y tira de ellos hasta hacerlos añicos. No puedo permitirme sentir nada hacia él. Tengo un objetivo fijo, una venganza que debo llevar a cabo y un acto moral que debo hacer: dar a conocer la ubicación real de Los Sótanos y la complicidad que tiene el FBI con ellos.
Abro los ojos y me apoyo en el marco de la ventana. Lloro por Colin, pero también por mí. Por lo tonta que fui al caer en su juego de seducción, en lo sucia que me siento por haber entregado mi virginidad a la persona equivocada. Me apoyo en la pared, me tapo la cara con mis manos y resbalo hasta el suelo. Me siento y lloro dando espasmos, mientras Rafael se acuclilla a mi lado y me abraza.
Pierdo cierto interés en el tiempo y no sé si he pasado minutos u horas llorando por lo que escuché. Pienso lo que haré con Malcom cuando lo vea, cuando intente darme un beso. Luego, recuerdo a su madre, del plan que tiene para nosotras de escapar. Una idea crece en mi mente como una llama oscura que me quema el corazón.
Cuando me repongo, le pido a Rafael que hablemos con Ovax y
Elthon, y él les cuenta sobre el dispositivo que le robaron a Colin y yo comento sobre lo que vi hoy en La Cúpula.Ideamos un plan para recuperar la esfera de energía después de la competencia.
Ovax está de acuerdo en todo y apoya mi decisión. Le agradezco que esta vez no se interponga y que acepte la parte del trato en el que indiqué que ellos deberían ayudarme a descubrir y capturar al asesino de mi hermano.
El plan es simple: participo en la competencia, gano, me escapo a La Cúpula, robo el dispositivo y lo traigo aquí.
Lo único complicado sería ganar, pero con las practicas que tuve con Elthon, llevo una ventaja.
OOO
Horas más tarde, no puedo conciliar el sueño, y cuando lo logro, sueño con Colin.
Estoy en el recuerdo de Rafael como si fuera su sombra.
La noche es más fría que de costumbre.
Subo junto a él a su moto y salimos a toda velocidad del tren hacia la ciudad. Lo están persiguiendo. Rafael habla con mi hermano, lo pone en aviso de que lo descubrieron y le pide por Joris.
—Dile que huya. No permitas que le hagan daño —pide con miedo en su voz.
Al llegar a la ciudad, nos escondemos detrás de unos edificios metálicos mientras esperamos a mi hermano. Cuando lo veo aparecer, el corazón me da un brinco. Rafael se acerca y le da un abrazo, mientras yo estoy llorando. Tiene los cabellos alborotados, una mirada de alerta. Cuando le está explicando por qué Joris no está con él, le veo sus dientes de conejo. Sonrío en un mar de lágrimas.
Me acerco con paso lento para acariciarlo, pero nadie puede verme.
En ese instante, corren porque los están acechando.
Entremos por unos callejones oscuros, al llegar al final, se abren más pasadizos, todos oscuros, silencios, peligrosos. Colin le ordena a Rafael que se esconda en uno de ellos y él obedece, mientras yo sigo a mi hermano.
Corremos por uno de los pasillos de la derecha, el camino alterna entre luz y sombra por el techo que tiene. Cuando pasamos por una sombra y salimos a una luz, Gavin está con nosotros. Seguimos corriendo hasta que un grupo de mafiosos nos cierran el paso. Todos visten de traje rojo neón, todos hablan igual que Malcom. Sacan sus armas y apuntan a mi hermano.
Salgo corriendo y me lanzo hacia uno de ellos. Caemos al suelo y luchamos por el arma. Tiene mucha fuerza y me está ganando, pero siento que alguien me ayuda a reducirlo. Al levantar la mirada, es Gavin. Lleva la misma ropa con la que murió. Le veo el abdomen. No tiene nada.
Tú lo mataste, me grita una voz en mi cabeza.
—¡Vete! ¡Vete de aquí! —le grito, pero él tampoco me puede ver.
El arma se dispara y Gavin cae al suelo muerto.
Suelto un grito aterrador, intento animarlo, sin embargo, la luz en sus ojos se apaga.
Al volver la mirada, Malcom le apunta a Colin y le dispara en la cabeza.
Me despierto exaltada respirando por la boca. Mi habitación tiene una nebulosa crepuscular. Cuando enciendo una lampara de la mesita de noche, veo en el suelo unas botas que conozco. Al levantar la cara, mi padre está parado frente a mí con el cinturón en la mano. Levanta el brazo y me golpea.
Grito con todas mis fuerzas al mismo tiempo que me coloco en posición fetal, y despierto.
Solo fue una pesadilla. Tengo la frente empapada de sudor.
Veo la hora, ya está por amanecer. Ya no puedo dormir, así que me siento en el borde de mi cama y lloro por Colin. Era mi único hermano, era mi todo.
Y ahora... ¿Qué haré con todo lo que siento por Malcom?
Borrarlo, me dicta mi mente.
Eso debo hacer. Cierro los ojos y recuerdo mi sueño, veo a Malcom parado con su arma, su dedo índice presionando el gatillo, el cuerpo de Colin cayendo sin vida.
Las lágrimas caen en el suelo, respiro cada vez más irregular, presiono los dientes y envuelvo las sábanas en mis manos con odio.
Aunque esté enamorada de ti, pagarás por la muerte de mi hermano.
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El traidor ✔️
Fantascienza[Primer libro de la bilogía "El traidor"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como suyos. Tarah, c...