El traidor ✔️

⚡️ El contragolpe ⚡️

Una hora después, El Diablo otra vez está en la fiesta.

Siento su mirada desde el punto más alto en las barandas de una zona exclusiva que solo ocupa él y sus acompañantes, mientras varios de sus hombres intentan pasar desapercibidos mientras me vigilan.

Trato de lucir despreocupada, pero el temblor en mis manos me delatan.

Tienes que calmarte, Tarah.

La fiesta transcurre con normalidad hasta que el animador del evento, nos llama y nos pide subir a la zona donde está El Diablo. Según él dice que es porque ahora formamos parte del círculo más cercano y exclusivo de El Diablo y que seremos entrenados para ser los mejores, sin embargo, sé que lo hace para tenerme cerca.

Malcom también está aquí. Durante la fiesta ha intentado acercarse a mí, pero lo he evitado de muchas formas. Hubo un momento en el que agarré una copa de alguna bebida y él apareció a mi lado. No pude aguantar las ganas de golpearlo o romper la copa y cortarle el cuello con el vidrio, así que justo cuando intenté hacerlo, apareció Jessa y me lo impidió. Ver sus ojos fríos me recordó que tengo que ser menos impulsiva y pensar en el dispositivo que le quitaron a mi hermano.

Sin embargo, eso no calma mi sed de venganza.

La fiesta ha terminado, y a los tres ganadores nos dan indicaciones para que el día de mañana nos presentemos en La Cúpula para empezar nuestro entrenamiento.

Al llegar al departamento de Elthon, él me abre la puerta.

Ovax y Rafael están sentados en los sillones de la sala. La luz es tenue y hay copas de vino tinto en el centro de mesa. Jessa está de pie mirando su copa mientras la mueve con suavidad. Se nota su cara de aburrimiento al estar esperando con los demás. Sigue con la misma ropa de la competencia.

—¡Vaya! Hasta que llegó —dice, mientras hace una mueca con la boca—. Hasta pensamos que ya te había adoptado.

—¡Jessa! —Ovax la manda a callar. Apoya las manos en el mueble y se levanta. Lleva puesto unos pantalones oscuros y un suéter gris. Camina lento hasta donde estoy—. Felicidades.

Asiento sin ganas. Alterno la mirada entre él y Rafael, quien me mira atento. No quiero que piense que estoy feliz de estar aquí y que me gusta esta vida.

Vuelve a hablar.

—Como ya sabemos, mañana irás a La Cúpula para tus entrenamientos para formar parte de la seguridad élite de esa rata, por eso habíamos acordado de que hoy tenías que robar el dispositivo y capturar a Malcom, con ayuda de Elthon, Rafael y Jessa. ¿Qué pasó?

Rafael se levanta. Tiene el ceño fruncido porque algo le molesta.

—No entiendo cúal es la necesidad de que lo repita, si yo ya les dije por qué tuvimos que abordar la misión —comenta.

Ovax levanta una mano para mandarlo a callar.

—Quiero que ella me cuente.

Miro a Rafael y muevo mi cabeza en señal de afirmación, Estamos muy cerca de robar el dispositivo y de que capturemos a Malcom. Lo menos que quiero, es dividir el grupo.

—El Diablo se dio cuenta de que no estaba en la fiesta. Algo me dice que fue a La Cúpula porque intuía que yo fui ahí. Quizás, porque ya lo vivió con mi hermano y como sabe que soy de arriba, entonces piensa que quiero algo de él.

—Estabas muy cerca de conseguirlo...

—Antes pude haber tomado decisiones a la ligera, pero ahora no puedo poner en riesgo mi vida, ni la de mis amigos —comento, al mismo tiempo que miro a Rafael. Si perdí a mi mejor amigo por no medir las consecuencias, a él no le haré eso—. Además, si algo me pasa, ¿quién capturará a Malcom?, ¿quién te ayudará a que la gente te acepte?