Cuando le doy la botella a Ovax la mira con atención. El Antídoto SN se mueve como un líquido espeso. Frunzo el ceño porque al momento que la sacamos del laboratorio no estaba así. Incluso el color negro neón va perdiendo brillo.
—Se ha puesto raro —comenta Elthon confirmando lo que pienso.
—¿Verdad que sí? —le pregunto.
Ovax se da la vuelta y camina dando grandes zancadas. Elthon y yo intercambiamos una mirada rápida y le seguimos el paso.
—Esos malditos han utilizado nanotecnología —dice. Su voz tiene una mezcla de asombro y enojo—. El Antídoto tiene nano-depredadores. Sustancias capaces de devorar los beneficios del antídoto si es que no se mantiene en altas temperaturas. Son agentes que despiertan cuando el antídoto está expuesto a temperatura ambiente. De esta manera, el Diablo y su grupo, solo limitan su uso cuando ellos quieran. Lo sacan, lo usan y listo. Si es robado, tomará un tiempo para llegar a su destino y de esta forma los nano-depredadores despiertan y echan a perder el antídoto. Son unos hijos de perra que tienen control de todo.
Cruza el departamento de Elthon, llega hasta una mesa, abre un cajón y saca una pistola de inyección. Carga el líquido del antídoto y bota la botella. Le truena los dedos a Elthon, él se mueve rápido y desactiva la puerta donde está Rafael, segundos después, el cristal se abre y Ovax entra.
Yo me acuclillo al lado de Rafael y lo acomodo en la silla. Sigue inconsciente. Le miro el pecho por instinto para saber su sigue vivo, y cuando veo que respira con normalidad, suelto un suspiro.
Levanto la mirada hacia Ovax que agarra el brazo de Rafael y le quita su traje para dejar al descubierto su hombro. Luego, sin pensarlo dos veces, lo inyecta. Presiona la pistola y el líquido entra.
Para mi sorpresa, Rafael abre los ojos, se levanta abriendo los brazos con fuerza y suelta un grito espantoso que me hace brincar del susto. Caigo de espaldas y ruedo sobre mi hombro. Rafael se mueve de un lado a otro y cae al suelo de costado. Antes de que se golpee la cabeza, me lanzo sobre él y logro colocar mi mano en su cabeza. El reflejo hace que un recuerdo pase fugaz por mi mente: Gavin se desploma en el suelo después de que yo le disparara.
Siento que una llama oscura me quema por dentro.
—¡Sujétale los brazos y las piernas! —grita Ovax.
Intento con torpeza agarrar sus brazos, pero Rafael tiene demasiada fuerza. Elthon me ayuda inmovilizando sus piernas. Me concentro y quito el triste recuerdo. Una vez lo inmovilizamos, empieza a convulsionar.
—¿Qué le está pasando? —le pregunto a Ovax.
Él no me contesta y solo se limita a mirar a Rafael.
Luego de unos angustiosos segundos, se calma y otra vez pierde el conocimiento.
Ovax se acerca y le levanta los párpados para verificar sus pupilar. Me asomo para ver. Ya volvieron a su normalidad. Siento que el temblor de mis manos se va disipando.
—Creí que la nanotecnología ganaría. El antídoto funcionó —me mira y me sonríe. Es la primera vez que le veo una sonrisa sincera—. Tu amigo ya está curado. Supongo que es una buena señal. Hemos ganado una batalla. Ganar el campeonato de mañana, será otra batalla ganada.
~O~
Llevamos a Rafael a la habitación de Elthon. Está dormido. Le quito los zapatos, le coloco una manta encima y le quito los cabellos de la frente. Verlo, me recuerda a Colin, a las veces que Rafael iba en patrulla a verlo a nuestro departamento, a aquellos tiempos en los que ambos me enseñaban los tipos de armas del FBI, o a las cenas que teníamos en sus días libres, o al día que celebramos el ascenso de Rafael.
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El traidor ✔️
Science Fiction[Primer libro de la bilogía "El traidor"] Mataron a su hermano, ahora buscará venganza. ••• Las Américas, lo que antes era Estados Unidos, se ha convertido en la potencia mundial después de someter a varios países y proclamarlos como suyos. Tarah, c...