⚡️ Amigos con máscaras ⚡️

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Ovax nos da algunas indicaciones para salir airosos si es que las cosas se ponen mal. También nos ha dicho que no estaremos solos, pues dos guardias de sus filas están ahora custodiando La Cúpula. Ellos nos ayudarán a ingresar y despejarán algunas áreas para llegar al piso cinco donde está El Antídoto SN, sin embargo, será nuestra responsabilidad seguir con vida.

Otra de las ventajas es que la fiesta aún continúa, y la mayoría de las fuerzas de seguridad de El Diablo están cuidándolo.

Subimos a nuestras motos y pisamos el acelerador.

—Activa tu Hono —me dice Elthon por el intercomunicador.

Asiento.

—Activar Hono —susurro para mí. El casco emite un brillo amarillo neón. Hablo por el intercomunicador—. Ya está.

Un segundo después, recibo una notificación. Letras blancas brillantes flotan al lado derecho de mi casco:

Usuario Azul Neón quiere conectarse con usted ¿Acepta invitación?

—Aceptar—digo.

Usuario Azul Neón envió un archivo Mapa. ¿Desea descargar?

—Sí —susurro.

Una imagen se despliega al lado derecho de mi casco. Es un mapa de Los Sótanos que tiene como punto de inicio la calle por donde vamos y como destino La Cúpula. Hay una línea roja marcada por donde dos puntitos amarillo y azul se mueven. Cuando amplío la imagen en La Cúpula, las líneas rojas marcan un recorrido hacia el piso cinco.

Levanto las cejas por la sorpresa. Esta gente no deja de sorprenderme. Tienen tecnología más avanzada que la nuestra, están inmersos en acontecimientos importantes en nuestra sociedad y están bien organizados. No dan un paso hasta asegurarse de que las probabilidades de fallar sean casi nulas.

—Tenemos que seguir este recorrido. Es el más óptimo y el que Ovax ha marcado con ayuda de los demás —dice Elthon.

—Entendido —contesto.

Salimos de las calles más oscuras y entramos a las más caóticas: seguidores con banderas de los motociclistas que competirán mañana, música a todo volumen, puestos de comida callejera cuyo aroma de carne asada y pollo a la parrilla se mezcla en el aire, autos congestionados, motociclistas compitiendo por las pistas.

—Parece que todos apuntan a que ganará tu amigo rojo neón —puedo notar cierto fastidio en su voz cuando me habla por el intercomunicador.

—No es mi amigo —digo.

—Bueno, ese idiota. Pero estoy seguro que tú lo vencerás.

—Esperemos que sí —aprovecho su estado de ánimo para tratar de sacarle información sobre los acontecimientos en los que ellos están involucrados—. Me dijiste que al asesino del presidente Kennedy le inyectaron El Suero Neón. ¿Cómo es posible?

—Nosotros somos una organización en las sombras. A veces, somos contratados para que hagamos el trabajo sucio de políticos, jueces o fiscales. O vice presidentes. En el caso del presidente Kennedy, tengo entendido que fue un grupo que quería su vacancia y que necesitaba que el vicepresidente tomara el cargo. Ya sabes, todos matan por el poder.

—Entonces, ¿arriba saben de ustedes?

Cruzamos por una calle menos transitada y seguimos de largo por varias calles más. Veo el mapa virtual y cada vez estamos más cerca de nuestro destino.

—Saben que hay una organización que hace trabajos por ellos, pero no saben ni cómo nos llamamos, quiénes somos, ni donde vivimos.

—Pero, hay algo que no entiendo... ¿quién hace el contacto con ustedes?

—Tenemos infiltrados en todas partes, bueno El Diablo. Recuerda que él es quien manda aquí. Bueno, la cosa es que esos infiltrados son quien consiguen los trabajos y luego son comunicados a El Diablo y se ejecutan. Como verás, ingresos hay de todos lados.

—¿Y nunca han tenido ningún problema con las autoridades? Me parece increíble que nadie se haya dado cuenta de su existencia.

—Nadie puede vivir en secreto por siempre, por eso es necesario alguien que le cuide las espaldas.

—¿Y a ustedes quiénes les cuida las espaldas? —le pregunto.

—El FBI —se me congela la piel. Creo que me está jugando una broma, así que espero a que se ría, pero él sigue hablando con el mismo tono de voz, serio—. Ellos son quienes cuidan Los Sótanos y a cambio, El Diablo les comparte las ganancias del Turbo Neón.

—¿El FBI? ¿Cómo es posible? Si ellos fueron quienes enviaron a investigar una misión aquí.

—Sí, ellos. Apuesto a que fueron ellos quienes filtraron la información de la misión de Rafael.

—Creo que te estás equivocando —le comento.

La cabeza empieza a darme vueltas, me palpita la parte de las sienes.

—No —susurra—. Y debes considerar que, aquí hallarás al asesino de tu hermano, pero arriba encontrarás a quien lo traicionó.

 Y debes considerar que, aquí hallarás al asesino de tu hermano, pero arriba encontrarás a quien lo traicionó

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El traidor ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora