Capítulo 44

904 72 67
                                    

(traducido al español por las queridas Anneth y Nuria)

**

Christian estaba de pie en la puerta de su apartamento, se veía mucho mejor de lo que lo había hecho en toda esa semana. El color había regresado a su cara, había brillo en su mirada. Los bordes de sus labios se curvaron y mostraron una alegre sonrisa.

"Pensé que era momento para salir, amor." Le dijo y cerró la puerta tras él. "La caminata me hizo muy bien."

La señora Brown se secó las manos en su delantal y se acercó a Christian.

"Es realmente bueno verlo tan bien de nuevo señor Blake." Le dijo con una sonrisa igual de alegre.

"Muchas gracias señora Brown." Le respondió. "Lamento haber dejado mi apartamento en este estado de desorden." Se disculpó con una mirada avergonzada en su rostro.

"¡Oh, nada que no haya visto antes!" le dijo y descartó sus palabras con un movimiento de su mano. Todos miraron alrededor de la habitación principal del apartamento. Estaba casi irreconocible al verse tan ordenado y limpio. La brisa de verano que corría por la ventana abierta había eliminado toda la mala ventilación y el olor a pintura y aguarrás que llenaba la habitación. La señora Brown se quitó el delantal. "Creo que su apartamento está listo para que usted regrese señor Blake."

"No puedo agradecerle lo suficiente señora Brown." Le dijo y sacó su billetera. Cinco minutos después, habiéndose despedido, se giró a Rose.

"Solos de nuevo." Le dijo y la miró como si ella fuera una presa. Caminó lentamente y dio dos pasos acercándose. Ella dejó salir un suave grito y rio, mientras él se abalanzaba y la perseguía hacia su habitación. Cayeron sobre la cama y él probó sus labios y su boca con un profundo beso. "veo que hiciste de mi habitación tu proyecto de limpieza." Le dijo con una voz ronca, viendo sus verdes ojos sonriéndole, mientras permanecía aprisionada entre sus brazos.

"Estás muy alegre Christian", resaltó ella. "¿Fue tan buena la caminata?"

Él la dejó ir y se acostó boca arriba sobre la cama. Pasó sus dos manos bajo su cabeza y fijó su mirada en la de ella, mientras ella se reclinaba, aún sentada en la cama.

"¡Lo fue!" dijo con entusiasmo. "Caminé y sin planearlo, me dirigí al teatro Haymarket."

"¡¿Qué?!", ella echó su cuerpo hacia atrás con aspecto sorprendido. "¡¿Caminaste hasta el Haymarket?!"

"¡Oh!, ¡No, no, no! ¡Después de un rato tomé un taxi, amor!" le explicó. "¡El clima está excelente!" sus ojos viajaron por esos grandes lagos verdes de ella. "Fui a ver a Terry..." le dijo y se quedó callado por un momento.

Al nombre de Terry ella saltó de la cama como si hubiera sido picada por una abeja. ¿Qué...? Le dijo, mirándolo intrigada. "¿Por qué...?", vio que Christian se enderezaba, apoyándose en sus codos. Signos de interrogación brillaron igualmente en sus ojos... Ella se calmó cuando vio su expresión en su cara. "Quiero decir... tuve que presionarte para que te disculparas con él en el hospital, y no estabas muy contento de que estuviera con nosotros todo el tiempo." Le dijo mientras se paseaba en la habitación.

No esperaba escuchar que Christian dijera eso. No era solamente el comentario sobre haber ido a ver a Terry, pero teniendo presente cómo ella y Terry se habían separado el lunes anterior, se preguntaba cuál había sido la reacción que había tenido Terry. Con ese pensamiento en particular, se le erizó la piel de los brazos. Se giró y salió de la habitación, dirigiéndose hacia la cocina.

"Haré algo de té... ¿Quieres té?", le preguntó a Christian, quien seguía medio recostado en la cama, con ganas de rascarse la cabeza, desconcertado por la reacción de Candy. Él también se levantó.

La rosa escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora