La rosa escarlata

Capítulo 67

(traducido al español por las queridas Anneth y Nuria)

El silbato del encargado del andén, en la Estación Central de Glasgow, sonó en el aire. El tren nocturno que provenía de Londres disminuía la velocidad, hasta que finalmente se detuvo en el andén.

Todos los pasajeros esperaron para bajar de sus respectivos vagones, incluyendo a Terry y Candy, quienes estaban de pie y en silencio, esperando a que las puertas se abrieran.

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Fue Terry quien abrió los ojos primero. Candy se había acercado mucho más a él mientras dormían. La realidad de aquel momento se rozaba lo sub realista para él. Se sentía sin poder para alejarse de ella; respirando tan suavemente como podía, sin querer despertarla, se permitió observar placenteramente su rostro dormido.

Notó la sombra azulada de su delicada piel sobre los párpados. Las largas pestañas rubias que él quería sentir rozando contra sus labios. El puente bronceado de su nariz. Las pecas que se esparcían sobre sus mejillas, recordándole bandadas de aves en lo alto del cielo, volando en formación siguiéndose la una a la otra. Y luego las pecas rebeldes sobre sus cejas, que se escapaban de la bandada, escondiéndose detrás de los adormecidos mechones de cabello rizado. Otras cercanas a sus ligeramente separados labios... hechos para ser besados...

Le costaba creer que estaban allí compartiendo una cama, después de todo lo que había pasado. Pero por más que se pellizcara, la situación se había vuelto insoportable.

Tenía que levantarse.

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Las puertas del tren se abrieron. Ríos de personas inundaron el andén en un instante. Primero bajó él, tomando la maleta de ella en una mano, mientras ella lo seguía, para después darle la mano para ayudarla a bajar.

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Lo primero que ella recordó de esa mañana fue su aroma. Cálido y masculino, con olor de ámbar terroso; lo suficiente para que el sentimiento de urgencia de enterrar su cara en el pecho de él fuera muy real, incluso antes de que abriera sus ojos. Como los primeros rayos de sol sobre su cara, este deseo que la golpeó al despertar, la puso nerviosa.

La facilidad con que los dos se habían acercado, después de todo lo que había ocurrido entre ellos, ocurrió al final de manera muy natural; como si todo lo que había ocurrido antes de ese momento al despertar uno al lado del otro se hubiera desvanecido.

No podía negarse a sí misma que incluso ella fue la que había dado el primer paso, para su propia sorpresa. Una sorpresa, que bajo la luminosa luz de la mañana se transformó en consternación. Ella le había permitido a su corazón que cediera a sus impulsos y a su necesidad de sentir a Terry más cerca de ella, cuando su mente le estaba diciendo que su relación no tenía ningún futuro.

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"Candy, tienes que levantarte."

Ella escuchó su nombre y para el momento en que abrió sus ojos él había desaparecido en el baño.

La abrupta comprensión en su interior había debilitado su estado de ánimo. Y él había hecho lo mismo. Ninguno de los dos sabía cómo comportarse.

¿De una manera informal? ¿O formal?

¿Quizás como amigos?

¿Qué tan amigos? ¿Con no tanta amistad como si solo fueran conocidos... o mucho más que eso?

¿Qué nivel de amistad sería demasiada para ellos?

Cuando incluso el más pequeño de los roces era como