Capítulo 66

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(traducido al español por las queridas Anneth y Nuria)


La lámpara de gas que llevaba parecía una luciérnaga en la oscuridad. Caminó por el sendero del bosque que conocía como la palma de su mano, a pesar de ser altas horas de la noche.

No le importó; Prefería la noche que el día. Todo estaba cubierto bajo el manto oscuro de la oscuridad. Podía moverse libremente. Sin que la gente lo señalara. Sin prejuicio. Sin sentirse diferente. Sintiéndose invisible e invencible.

La oscuridad no tenía límites. Todo era posible en ella. No existía el miedo.

Sin

Sentir

Miedo

El plan de Christian, ambicioso en su concepción, no dejaba lugar para el miedo. Mientras caminaba solo, hacia la cabaña del bosque, casi a la medianoche, sintió miedo por primera vez.

Apenas unas horas atrás había estado escondido en una esquina de Kings Cross, en el andén del tren que iba a Glasgow, estando tan cerca y al mismo tiempo tan lejos de la mujer que amaba.

Podía ver la preocupación en los ojos de ella, mientras flexionaba su cuerpo y se ponía de puntillas, mirando a la gente que iba y venía caminando. Mirando entre los sombreros inclinados hacia abajo.

Tras esta despedida sin palabras, sus ojos se sintieron calientes, su visión se nubló e inclinó la cabeza para disipar el dolor. Cuando volvió a levantar la cabeza, ella ya no estaba.

Terry no había aparecido hasta ese momento y eso lo había preocupado. No había pensado en qué podría hacer si él no se presentaba. Con toda probabilidad, se habría subido a ese tren, se habría llevado a Rose, le habría explicado todo y habría esperado lo mejor.

Estaba ad portas de no poder dar vuelta atrás y salió de su escondite, habiéndose calado la gorra de repartidor de periódicos hasta la mitad de su cara, ocultando los ojos de la vista de cualquiera. Pero un hombre se acercó rápidamente al andén y le pasó por delante antes de detenerse en seco, girándose para mirarlo.

Christian no se había dado cuenta de que el hombre con el sombrero fedora azul oscuro, que se había detenido, era Terry. Los dos hombres se saludaron. Terry se acercó a él. Una mezcla de alivio y decepción invadió el interior de Christian.

"Estoy aquí por ella". Dijo Terry en voz baja, queriendo dejar clara la razón por la que estaba allí.

"Eso es suficiente para mí". Cristian respondió.

"Sin embargo, tengo una pregunta... ¿Hay algo entre tú y esa chica Diamond?"- Preguntó Terry.

Christian lo miró fijamente por unos momentos. Podía decirlo, Terry sabía algo. Pero no había tiempo para dar explicaciones. Cualquiera que fuera el tiempo que Christian tenía, este ya había expirado.

"No." Respondió al final, deseando que Terry se pusiera en marcha. "No tienes tiempo si es que vas a tomar ese tren.

Se escuchó el silbido del encargado del andén.

"Tenemos que hablar cuando regresemos. Ni siquiera sé cuál es ese maldito plan tuyo, y ella está involucrada, te guste o no". Dijo Terry, poniéndose serio. Decidido a finalmente trazar la línea en aquel triángulo amoroso.

"Ya lo verás, una vez que regresen, hablaremos".

Terry asintió. Se caló el sombrero. No dijo una palabra más. Se dio la vuelta y comenzó a alejarse caminando hacia el tren.

La rosa escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora