Capítulo 49

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(traducido al español por las queridas Anneth y Nuria)

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A través de los túneles de su locura, Hamlet mantuvo cautiva a la audiencia.

El joven indeciso, preso de sus propias palabras, contemplaba el asesinato cometido por su tío, pero dudaba, mientras arrastraba la pasión de su juventud.

Terry navegaba a través de cada sentimiento con un gran control y gracia.

Candy ya conocía la historia de Hamlet, pero al tener a Terry en el papel principal había hecho que lo sintiera como algo intensamente personal. El tipo de beso que habían compartido unos días atrás, mientras él llevaba el traje de Hamlet, aumentaba esa visión. Durante aquellas pocas horas la realidad desapareció, incluyendo a Christian, dejándola solo siendo la testigo de la historia que se estaba desarrollando frente a sus ojos, pero al mismo tiempo sintiendo que era parte de ella.

¿Era la Ofelia en el Hamlet de Terry? Ofelia era parte de una familia adinerada y ella también lo era. Aunque lo fuera por adopción. A pesar de haber mantenido el apellido que Pony le había dado, cuando fue abandonada de bebé en el jardín del orfanato, y de no utilizar el apellido de los Ardley, pues nunca terminó de anular la adopción. El último deseo de Albert fue el que ella siguiera siendo parte de la familia. Ella era la única familia que dejaba, junto con George.

Su relación con Hamlet no era sencilla. No se había hablado de amor en términos claros. Hamlet, aunque la cortejó con la miel de sus palabras, la confundió con sus acciones. ¿Terry no se había comportado así también? El miedo, el miedo la detuvo. Había conseguido sobrevivir a todo el dolor que había sufrido en el pasado, con todo lo que tenía. Si ella le iba a entregarle su corazón... y las cosas no salían bien, ¿cómo encontraría de nuevo la fortaleza para sobreponerse una segunda vez...?

Cuando Laertes le advirtió a Ofelia sobre los avances de Hamlet, Candy jadeó.

Quizás él te ame ahora,

sin que nada manche la pureza de su sentimiento;

pero debes temer al considerar su grandeza,

pensando que no tiene voluntad propia

y que se comporta de acuerdo a su nacimiento.

Él no puede, como cualquier persona, elegir por sí mismo,

pues de su elección depende la seguridad y riqueza de esta gran nación;

y por lo tanto su elección debe estar circunscrita a la voz

y el consentimiento de ese cuerpo, del cual él es la cabeza.

Entonces, si él dice que te ama, será prudente no creerle,

pues él, con su forma de ser puede prometerte algo;

que sólo tendrá el valor que le dé la voz de Dinamarca.

Las lágrimas amenazaron con hacer borrosa la vista de Candy, pero luchó contra ellas. No podía darse el lujo de derramarlas ahora. El fantasma del antiguo rey rondaba el oscuro fuerte. Habiendo sido observado por los amigos de confianza de Hamlet, este ansiaba verlo también. En el momento en que apareció ante sus ojos ninguno de sus amigos pudo retenerlo para impedir que avanzara hacia él.

HAMLET (luchando por liberarse de sus amigos quienes lo están reteniendo)

Mi destino me llama,

y hace que cada fibra de mi cuerpo sea tan vigorosa

como la fuerza del león de Nemea.

La rosa escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora