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-¿Cariño? - Wanda está de pie a mi lado y yo leía un libro sobre la gestación. - ¿Qué haces? - Se acomoda a mi lado y su mano se apoya en mi abdomen.

-Leyendo ésto. ¿Puedes creer que vamos a tener otro bebé?

-O otros. No lo olvides, pueden ser dos... Es mi óvulo, Cho mencionó que aún pueden dividirse. - Asiento.

-Dos... ¿Te lo imaginas? - Ella asiente y ríe. - Al inicio Dasha no quería hermanos, y ahora es la más emocionada. Me lo pidió por meses... - Ella vuelve a reír y se queda observando con una sonrisa en la que su pequeña nariz se arruga. - Wanda eres hermosa. Eres demasiado hermosa... Tengo tanta suerte.

-Y yo tengo suerte de tenerte, anciana. Eres increíble... - Susurra antes de besarme lentamente. - Te amo...

-Yo te amo más, Wanda.

De pronto mi amada sokoviana comienza a observarme con aquellos enormes ojos verdes lujuriosos y entiendo lo que quiere.

(+18 contenido adulto)

-Nos hemos dado mucho tiempo sin nada... ¿No? - Murmura ella en mi oído. - Creo que te mereces una recompensa... Fueron cinco años.

-Me sorprendería no tener telarañas, cariño. - Murmuro y ella comienza a reír. - Lo siento, ya perdí mi encanto. No recuerdo como era hablar sucio.

-Te lo recordaré... Voy a follarte hasta que no sientas las piernas..-Murmura mientras muerde el lóbulo de mi oreja, trago saliva y ella ríe contra mi cuello.

Su mano va directo a su camiseta, al quitársela noto que no trae sujetador. Sus senos redondos y sus pezones rosados duros debido al frío. Toma mis manos llevándolas a ellos. Comienzo a masajear lentamente todo lo que puedo y ella se mueve de manera circular provocando que comience a sentir la excitación en mí.

Mierda, extrañaba esos movimientos.

-Wanda... ¿Dasha ya durmió? - Ella ríe.

-Steve vino a buscar a Dasha hace media hora... Estamos solas.

Por primera vez en años tengo suerte para algo.

-Bien... - Tomo su cintura y la recuesto sobre el sofá en donde nos encontramos. Quito mi camisa y ella sonríe.

-Sigues estando igual de buena eh, eres como un buen vino añejado. - Mi ego se eleva ante ello.

Me quito los pantalones y le ordeno hacer lo mismo, y me siento desnuda en el sofa.

-Quítate la ropa interior de pie frente a mí. - Ella se levanta y la veo desnudarse. Su coño está completamente depilado y eso me hace creer que ella ya tenía ésto planeado. - ¿Pensaba llevarme a la cama, señora Romanoff Maximoff?

-Es algo obvio, ¿no, señora Maximoff Romanoff? - Contesta de la misma manera. Mis ojos vagan por su cuerpo.

Esperé tanto para volver a tenerla, realmente creí que nunca volvería a tener sexo y no sé sí es la edad o el hecho de que Wanda es la dueña de todos mis instintos más salvajes, pero aquella llama del deseo se había apagado en mí desde que ella desapareció.

Y hoy está aquí, desnuda ante mis ojos como sí nada hubiese sucedido.

Lo primero que hago es acariciarla y jugar con ella, la manera en la que sus gemidos inundan la sala me parece gloriosa.

Mis dedos están dentro de ella mientras nos besamos, su lengua y la mía parecen hechas para estar juntas. Nuestros besos húmedos resuenan en todo el lugar. Amo que Wanda gima contra mi boca.

-Mierda... Como te necesitaba. - Murmura Wanda antes de enterrar sus uñas en mi espalda. Eso probablemente me dejará una marca, pero no me interesa. - Oh Dios... Nat, justo así.

Mis dedos tocan un punto que la está haciendo delirar, su cuerpo suda, su voz es grave y dejó de corresponder mis besos para mantener la boca en forma de O mientras echa la cabeza hacía atrás. Es una obra de arte.

-¿Te gusta así, brujita? - Ella gime mientras asiente. - No es una respuesta.

Detengo mis dedos y la veo abrir los ojos, el color escarlata está en ellos. Por primera vez no me siento intimidada.

-Claro que me gusta, pedazo de idiota. Sigue moviendo tus dedos o voy a matarte. - Mi boca se abre y luego sonrío.

Okay, ésta Wanda agresiva me pone a mil. ¿Eso está mal? Somos un par de degeneradas y muy probablemente tenemos un problema.

-Más rápido, Nat... - Veo como su cuerpo se contrae lentamente.

-Correte para mí, amor... - Murmuro en su oído para luego hacer succión en su cuello, dejando una marca. Marca de que es mía, sólo mía.

Ella es realmente mía.

Su abdomen se contrae y siento sus paredes apretar mis dedos en su interior. Ella es tan erotica llegando al climax, su boca abierta, sus mejillas sonrojadas y un gemido glorioso que me informa que alcanzó probablemente más un orgasmo en éste momento. No abre los ojos hasta que su cuerpo deja de temblar.

-Mierda... - Esconde su cara en mi cuello. Avergonzada por haberse comportado como una necesitada hace unos minutos atrás.

-¿Te avergüenzas? - Mi sonrisa es gigante y ella golpea mi pecho.

-Cállate. Es tu turno. - Murmura antes de ponerme de espaldas al sofá. - Voy a disfrutarlo.

Comienza a besar mi abdomen bajando hasta la cara interna de mis muslos. Realmente extrañaba sentirla.

Su lengua provoca que mi cuerpo se estremezca ante aquél contacto. Mierda, no recordaba ésto.

Siento como uno de sus dedos me penetra suavemente en mi interior y es increíble. Puedo asumir que me estoy comportando como una pasiva, pero en mi defensa fueron cinco años sin sexo.

Su lengua se mueve con una habilidad infernal en mi interior. Mi corazón late apresuradamente y realmente me siento un eyaculador precoz.

¿Qué debería decirle sí ya siento mi orgasmo llegar? ¿Te mueves muy bien? Maldita sea, Natasha. Resiste un poco.

Ya sé, ya sé. Piensa en minecraft, le construiré una granja a Clint.

-¿Por qué estás pensando en construir en minecraft? - Mi esposa aparta su cara de mi coño y yo me sonrojo al ver que me observa como si fuese un bicho raro.

-¡Deja de leer mi mente! - Bufo tapando mi rostro y ella ríe.

-Cariño, lo dijiste en voz alta. - Oh, mierda. - No leí tu mente, no me gusta leerte la mente cuando hacemos el amor.

Sus dedos continuaban dentro de mí bombeando con intensidad.

-No quiero venirme tan rápido. - Murmuro bastante avergonzada. - Parezco un adolescente.

-Cariño... No me molesta. Quiero que te vengas, es todo. - Murmura Wanda antes de volver a su trabajo oral.

Mi clitoris es amasado por su lengua maravillosa, ella definitivamente es increíble en ésto.

-Wanda... - Sus dedos en mi interior, su lengua peligrosamente entrenada se enlaza con mis pliegues provocando que ya no aguante y me deje ir.

Ella se recostó sobre mi pecho y verdaderamente mis piernas temblaban.

Un jodido orgasmo y ya no puedo más. ¿Qué hay de malo en mí?

-No puedo más. - Respiro agitada y Wanda ríe. - Los años se me están notando.

-Que aburrido tener una esposa mayor... - Se burla y yo me alejo. - Es broma. Dramática.

Vuelve a apoyarse en mi pecho y la abrazo.

Es lindo volver a sentirla.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Cómo están? Espero que bien. Tengan un lindo día.

-Codex.

Redhead ; scarletwidow / Wandanat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora