Redhead ; scarletwidow / Wandanat.

.97.

-¿Ya están dormidos? - Wanda pregunta en cuanto ingreso a nuestra habitación. Lleva su pijama burdeo y corto, no le llega más abajo del muslo, incluso puedo observar su trasero desde aquí. Está recostada en la cama y lee un libro sobre... Oh.

Es un libro sobre posiciones sexuales, excelente. Me sirve. Le sonrío coqueta y ella entiende inmediatamente.

-¿Señora Maximoff-Romanoff? - Ella me observa dejando el libro de lado. - ¿Está lista para recibir su regalo de cumpleaños?

-Recuerdo que mi esposa prometió vendarme los ojos... - Muerde su labio inferior y asiento sacando de mi bolsillo trasero la venda. - Oh... Eso me gusta mucho.

Me acerco a paso lento a la cama y le pido que se siente en el borde, ella obedece rápidamente, no ha dejado de morder su labio inferior.

-Voy a vendarte y tienes estrictamente prohibido quitarte las vendas, vamos a jugar un poco...-Ella asiente. - ¿Quieres tener una palabra clave? Es decir, sí quieres parar o algo, es que tal vez me salga del papel sí me desconcentras. - Murmuro y ella se ríe.

-Eres tan mata pasiones... - Toma mi cintura y me acerca más. - ¿Entonces debo obedecerte en todo?

-Así es. - Trago saliva debido a la cercanía del rostro de Wanda con mi pantalón. - Sí no obedeces te irá muy mal, Maximoff.

-¿Qué me hará la viuda negra? - Murmura ella y yo vendo sus ojos.

-Ni te imaginas... Ahora dame tu palabra de seguridad, podría ser Piolín o... - Me interrumpe.

-No rompas la magia, Nat. Será... Rojo.

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-Que bueno que te hice ver 50 sombras de Grey. - Murmuro. - ¿Puedo amarrar tus piernas a la cama?

-Sí.

-Separadas.

-No te sirvo mucho sí no tengo las piernas abiertas, cariño... ¿Qué vas a comer sí no abro el restaurante? - La voz excitada de Wanda me pone bastante nerviosa pero no pienso demostrarlo.

-Recuestate y quítate la ropa interior.

Ella obedece y busco en el armario los juguetes que tenemos. ¿Qué? De vez en cuando... Debemos divertirnos.

Al llegar ella está con las piernas ya abiertas, puedo ver su coño depilado, ella realmente es quien me está llevando a la cama a mí y no al revés. Ya sabía que le tocaría recibir esta noche.

Amarro cada pierna con cuerda negra especial para no generar heridas de piel. Tengo descuento en el sex shop de la calle Decker.

Le pido que se quité el pijama y lo hace, su cuerpo está completamente desnudo.

Sus pechos grandes y firmes, con aquellos pezones duros y rosados. Su piel lechosa, su abdomen con pequeños lunares... Su coño deliciosamente creado para mí.

¿Quién tiene la suerte de llamar a ésta mujer suya? Sólo Natasha Maximoff - Romanoff.

Me acerco lentamente a su boca y la beso, bajo mi recorrido por su mentón, cuello, senos... Jugueteo con mi lengua y sus pezones un poco.

Amo la manera en que mi mano los amasa y ella suelta pequeños quejidos.

De pronto noto sus manos sueltas y sonrío.

-Amarraré tus manos.

-Bien. - Ella jadea notoriamente excitada.

Las amarro y recuerdo que quería usar crema y chocolate.