.1.

13K 844 249
                                    

El ruido de las tropas entrenando resuena por el edificio. Maldito Steve, solo a él se le ocurre entrenar soldados a las 5.30 de la mañana hasta en fin de semana.
Resoplo fustrada mientras busco mi teléfono. Debe estar en algún sitio que no recuerdo en estos momentos, creo que no me siento tan lúcida, debido a mis pocas horas de sueño.
Enciendo la lámpara junto a mi cama, reviso el mueble, absolutamente nada. Quizá lo deje en mis pantalones, estuve jugando UNO hasta tarde con Vision y Pietro. Esos malditos eran unos tramposos, no perdieron ninguna partida.

A Vision no lo culpo, el pobre es casi cómo Wikipedia andante, no es su intención saberlo todo.
Pero Pietro se aprovechaba de su super velocidad para leer las cartas sin que lo veamos. Claramente leí su mente y es por eso que lo noté.

Mis pies tocan el frío suelo de mi habitación, necesito una alfombra, le diré a Tony que quiero una alfombra escarlata, sí, ¿por qué no? Me lo debe, después de todo me tiene encerrada en este lugar cómo sí fuese su hija pequeña.
Estiró mis brazos y cuello para salir rápidamente en dirección a la ducha.
Siento las gotas de agua tibia caer por mi cuerpo, lo único que agradezco de levantarme a estas horas es que nadie de los Avengers se encuentra despierto. A excepción de Steve que entrena a los soldados, pero por lo que resta la planta completa se encuentra vacía.

//:://

Estoy preparando un rico café Sokoviano para mi y Pietro. ¿Qué tiene de diferente a un café normal? Nada, pero nos sentimos especiales agregando nuestra procedencia a todo.

Veo a Pietro bajar con sus cabellos alborotados y algo somnoliento. Bosteza estirando sus extremidades y se dirige hacia mi caminando por el largo pasillo blanco de la cocina.

-Hermanita. - besa mi frente y sonríe acariciando mi brazo - Delicioso café sokoviano, ven a mi. - Toma su taza de minions que extrañamente Clint le regaló para navidad, y digo extrañamente ya qué Clint ni siquiera venía para navidad hasta que Pietro llegó aquí luego de sus entrenamientos con Strange en Nueva York.

No quiero insinuar nada pero Pietro tampoco lo hace fácil con sus miradas y sonrisas hacía Barton.

Pietro comienza a analizar mi rostro, toma café y me suelta un - Que mala cara tienes hoy, hermanita. - bufo e inclino mi rostro hacía un costado enseñando el poder entre mis dedos. -¿Ah sí? Creo que otro será el que tenga mala cara después.

Pietro toma su taza, me hace una seña y sale casi volando despavorido. Me río. Tonto niño exagerado.

Me doy media vuelta para tomar mi taza de café y mi mano recibe un corte de un costado de la taza. Gimo de dolor y veo la sangre escurrir. Maldita sea. ¿Desde hace cuánto mi taza está rota y por qué presiento qué esto es obra de Barnes y Sam? Las mascotas de Steve no se comportan, pero me las pagarán.

-¿Necesitas ayuda, Maximoff? - siento una voz femenina y gruesa tras de mi, asiento sin dejar de mirar mi mano ensangrentada. Ella se acerca y la toma entre las suyas.

Natasha Romanoff. Increíblemente apesar de ser las únicas dos mujeres aquí, pocas eran las palabras que compartíamos. "Hola, que tal." "¿Cómo estás?" "Hasta luego". "¿Necesitas algo?" Y eso era todo. No es que creyera que podríamos ser grandes amigas, pero al menos se sentiría cómodo tener una mujer con quién hablar. Vis era cómo mi mejor amiga, sin embargo, no siempre lograba comprenderme a pesar de intentarlo tan duro. Valoraba su esfuerzo completamente.

-Mmh. No se ve tan profundo - Murmura más para si misma que para mi- Bien, sígueme. Deja eso allí. Iremos al laboratorio de Banner, de seguro está lo que necesitas. - Asiento sin contestar nada y la sigo.

Caminamos por los pasillos y escaleras sin decir absolutamente nada, es un silencio incómodo que me gustaría romper, pero... Es Natasha, ¿qué demonios se supone que debía decir?

Llegamos luego de recorrer casi todo el edificio y Banner no se encontraba, era de esperarse son recién las 6 am. Miro el rostro de Natasha quién mira concentrada todo el lugar buscando lo que "necesito" qué hasta el momento no sé que es. Supongo que alguna clase de vendaje o algo por el estilo, sigo adaptándome a ellos después de casi más de un año.

Natasha se sube a un mueble para alcanzar algo de una repisa. Es bastante bajita a decir verdad, bueno, técnicamente somos casi del mismo tamaño, solo que ella es algo más...

-¡MIERDA! - Natasha se tambalea y cae al suelo. - Maldita sea, estúpido mueble de mierda. - bufa y yo me río por lo bajo, vaya. Ha sido gracioso.

Ella me mira de una forma en la que yo misma deseo arrancarme el cuello, pude notar la ira en su rostro. Agacho la cabeza sintiendo mis mejillas ponerse se un tono carmín y suspiró - Lo... Lo lamento.

-Bien, Maximoff. Súbete a la camilla- Obedezco y me siento. Ella menciona que dolerá un poco sin dejarme tiempo para contestar inyectandome un líquido extraño que provoca que un gemido de dolor escape de mis labios.

-Mierda, Natasha. Eso duele - ella sonríe victoriosa.

-Sí, eso es lo que dije. - Desinfecta el área de la cortada con simple agua e implementos, seca la zona y cubre con un vendaje. - Bien, con eso debe bastar. Aleja tus torpes manos de la cocina - Nuevamente no me da tiempo de responder y sale de la habitación. No pude si quiera agradecerle la ayuda.

¿Ven a lo qué me refiero? Ni siquiera existe algo qué me permita crear un vínculo de compañerismo con ella. Incluso Bucky es más cercano a ella, y Barnes no es la persona más agradable del lugar. Es incluso más insoportable que Pietro y Vision juntos cuándo se trata de bromas y demás.

Debo agradecerle al menos, Stark probablemente hubiese recomendado yeso por dos meses y ni hablar de Banner o Pietro.  Tuve suerte de qué ella fuese quién me encontro en la cocina.

Redhead ; scarletwidow / Wandanat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora