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3 meses desde que ya no están, Clint no ha regresado... Al parecer Laura y los niños desaparecieron.

Pietro se queda aquí y me ayuda con Dasha cada vez que debo ir al cuartel por papeles y cosas.

Le he dicho a Pietro que cuanto pensaba quedarse y él ha dicho que sí no me molesta, le gustaría ver crecer a su sobrina. Me facilita la vida, sobretodo porque Dasha me pregunta a diario por qué mis ojos están tristes.

Estoy verdaderamente triste, realmente triste, pero creo que me entristece aún más el hecho de que mi pequeña lo nota... Ella no debería darse cuenta de estas cosas, por eso Pietro me sirve como auxilio para huir en cuanto el alma me duele pensando en mi esposa.

Aquella voz melodiosa sigue apareciendo en mi cabeza, es como una conciencia y desconozco sí ella es... Realmente mi brujita... Sin duda eso ha hecho mis días más tranquilos, creo que estoy engañandome, pero es la única manera de salir adelante.

Escucharla. Sí al menos no puedo verla, quiero oírla.

-Wanda. - Murmuro aprovechando la soledad de mi cocina luego de secar los platos y vasos recién lavados. - ¿Estás ahí?

Siempre estoy aquí, cariño. - Su aroma inunda mis fosas nasales. Es definitivamente delicioso. - ¿Qué sucede?

-Dasha ha estado algo inquieta. Tuvo su último control hace una semana y no ha dejado de esperar que estés para su próximo... Cumpleaños. - Murmuro algo nostálgica.

Estaré, cariño. Ella lo sentirá. - Siento como sí ella estuviese aquí.

-Te extraño... Te necesito aquí, Wanda. - Las lágrimas caen de mis ojos nuevamente. - Sólo tiene tres años, va a tener 4 y tu no estarás...

Amor, ya hablamos de ésto... No te sigas torturando. ¿Fuiste con el terapeuta? - Dejo caer un plato al suelo de manera violenta.

-¡El jodido terapeuta no te traerá aquí! Mierda, Wanda. ¡NO NECESITO UN TERAPEUTA! ¡TE NECESITO A TI! - Grito sintiendo que mi garganta quema. Caigo al suelo y me hago ovillo en una esquina de la cocina.

Sabes que no podemos hacer nada, Nataska... No sabes como me encantaría poder abrazarte, besarte, estar contigo... Es lo que más deseo. - Jalo mi cabello frustrada y escucho un suspiro.

-Vete. No quiero oírte. - Murmure. Esta situación me supera.

No lo dices en serio, Nat. Esperaré a que te calmes y quieras hablar conmigo. - Su voz es calmada. Ella realmente suena como mi esposa.

-¡Que te largues! - Grito golpeando el mueble a mi lado. - Deja de molestarme...

No escucho respuesta alguna. Todos los días estoy así, peleando con mis memorias de Wanda, o lo que sea que es ésto.

//...//

-¿Dasha? - Mi hija está sentada jugando y riendo. - ¿Qué haces, brujita?

-Jugando con mama - Me apunta la silla vacía frente a ella con su pequeño dedito. - ¿Quieres jugar?

Le sonrío y asiento.

-Este eres tú - Me entrega una princesa rubia. - Mama es la pincesa roja. - Veo una princesa con el cabello horriblemente pintado con pintura roja, que niña más creativa. - Y yo este. - Me enseña una niña pequeña. - Estos hermanos. - Apunta otros juguetes y los empuja fuera de la mesa. - No quiero hermanos.

Eso genera una risa en mí y puedo oír a Wanda reír también.

-Mamis felices. - Murmura mi pequeña y sale corriendo de la habitación.

Redhead ; scarletwidow / Wandanat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora