Banda sonora del capítulo: Welcome to New York, de Taylor Swift (aunque en este caso sea Londres).
—Tío, creo que le está dando algo— comentó alguien des del asiento del copiloto.
Levanté la mirada y reconocí al bajista de Labor delante de mí. Estaba tan aturdida que no me había percatado de su presencia. Sus ojos grisáceos me escrudiñaron con preocupación. Su acento era bastante marcado. Entonces recordé que era irlandés. De ahí provenía también el característico tono pelirrojo de su pelo.
—Estoy bien— espeté con más brusquedad de la que pretendía.
Asintió sin dejar de mirarme, pero no contestó.
Carraspeé y me retiré el pelo pegado de la frente. Me puse el cinturón y noté que nos poníamos en marcha. Pronto, nos mezclamos con el tráfico nocturno de Londres. Miré por la ventana, sintiendo las curiosas miradas de los integrantes de la banda sobre mí.
— No estoy acostumbrada a esto— admití al cabo de unos minutos.
Las luces de la ciudad se veían a la lejanía a medida que abandonábamos el aeropuerto.
—Acabarás acostumbrándote — declaró el bajista con toda seguridad—. Soy Royce, por cierto— añadió mientras me tendía la mano.
Se la cogí sin vacilar y unos hoyuelos adorables adornaron sus mejillas. A continuación, posó los labios en mi mano, besándola fugazmente y haciéndome sonreír, olvidando momentáneamente la loca situación que acababa de vivir.
—Es un placer conocerte al fin. Muchísimas gracias por aceptar salvarnos el culo. Aunque teniendo en cuenta lo plasta que puede llegar a ser Ben, no te ha quedado más remedio.
—Me ha prometido toda clase de lujos y diversión— bromeé, encogiéndome de hombros y siguiéndole el juego
—Diversión, ¿eh? — Le dedicó una mirada vacilona a Ben y levantó las cejas. Los miré a ambos y negué con la cabeza — . Sacamos nuestro próximo álbum dentro de diez días. Mañana tenemos un ensayo por la mañana. Podrías venir a vernos tocar. Sería una buena manera de comenzar con la diversión.
—Vale—. No pretendía quedarme encerrada durante toda mi estancia en Londres—. Espero que valga la pena.
—No lo dudes.
Ben y Royce compartieron una mirada cómplice.
—Ya te dije que no es una fan— comentó el que estaba a mi lado.
—Cierto— respondió el otro antes de mirarme—. Una de sus normas más sagradas es jamás salir con un fan.
—¿Ni aunque sea de forma ficticia? — pregunté, alzando las cejas en dirección al aludido.
Al fin y al cabo, esa era nuestra situación.
—No me gusta mezclar lo personal con lo profesional— se limitó a decir.
******
Ben vivía en Kensington & Chelsea, un municipio situado al oeste de la Ciudad de Westminster. Su casa se encontrada en el distrito de Belgravia, uno de los barrios más ricos y exclusivos de Inglaterra. Tardamos una media hora en llegar. A pesar de la oscuridad de la noche, tuve la oportunidad de admirar las majestuosas fachadas de las casas, blancas, elegantes e impolutas.
Su casa era una vivienda de estilo moderno, muy acogedora. Constaba de tres plantas. En la primera había una sala de estar, una estancia para tomar el té, una cocina y un aseo. Los dormitorios se encontraban en la segunda, juntamente con un baño de dos piezas. En el último piso había una sala insonorizada, un gimnasio y un tercer baño.
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Efecto Hardwicke [2]
RomanceCuando ese atractivo cantante le propone fingir estar en una relación, Gala no lo tiene nada claro. Puede que el hecho de que él no deje de insinuar que la quiere en su cama sea una señal para que acepte. ****** Inicio: 26/04/21 Finalización: 15/09...