Capítulo 34

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Banda sonora del capítulo: Style, de Taylor Swift

—Hasta la próxima— dije con amabilidad, viendo como los últimos clientes abandonaban el establecimiento.

—Se te da bastante bien tratar con la gente— comentó Dafne a mi lado, con una sonrisa tímida adornando su semblante.

—Me gusta trabajar cara al público.

Me limpié las manos y cogí uno de los recipientes de la vitrina. Nos habíamos quedado sin pepitas de chocolate. Solo era mi segundo día en el trabajo, pero a esas alturas ya había descubierto que el yogur helado con pepitas de chocolate era lo más pedido de la carta.

Caminé hacia el almacén y abrí el frigorífico, encontrando la bolsa que buscaba al instante. Tras rellenar el recipiente, regresé a mi posición y lo dejé en su lugar.

—¿Puedo hacerte una pregunta algo indiscreta? — inquirió mi compañera, mordiéndose el labio inferior, transmitiendo su indecisión al hacerlo— ¿Tú eres la chica que sale en el último videoclip de Labor?

—Sí— constaté, sonrojándome levemente.

—Eso me pareció la primera vez que te vi— declaró con entusiasmo—. ¿Cómo son?

Puso el mismo tono de voz que utilizaba Marina cuando hablaba del grupo en cuestión, por lo que supuse que era bastante fan. Apoyó los brazos sobre el mostrador y el rostro entre sus manos, dirigiéndome una mirada soñadora.

—Son cercanos y amables— tartamudeé, rascándome la frente con nerviosismo.

No sabía muy bien que se suponía que debía decir.

—¿El cantante y tú estáis--?

—Somos amigos— la interrumpí, esquivando su mirada y cogiendo un paño húmedo.

Salí de detrás del mostrador y me encaminé hacia el rango de mesas. Recogí los recipientes de yogur vacíos y los deseché en la papelera antes de limpiar la superficie con el trapo.

—Tómate tus diez minutos de descanso, cielo— parloteó la afable voz de Emily, asomándose por la cortina de tela—. Hay agua en el hervidor si te apetece tomar un té.

—Gracias

Regresé tras el mostrador y dejé el paño en la pica, dispuesta a ir a la parte trasera del local.

—Perdona si la pregunta te ha incomodado— susurró Dafne cuando pasé por su lado. Sus ojos azules carecían de maldad—. No era mi intención.

—No te preocupes.

Crucé el umbral de la puerta y me dirigía la zona de la cocina, ocupando una de las sillas que había junto la pequeña mesa tras servirme una taza de té. Saqué el móvil del bolsillo delantero de mi delantal y me sobresalté al ver que tenía un nuevo mensaje.

24 de en. 18.00 - Ben: Me ha dicho un pajarito que has comenzado a trabajar en una yogurtería. 

No pude evitar sonreír al ver que estaba escrito en español. Un hormigueo me recorrió de los pies a la cabeza mientras me disponía a responder.

24 de en. 18.32 - Gala: Los pájaros no hablan.

24 de en. 18.33 - Ben: Y a mí me encanta el yogur helado. 

24 de en. 18.33 - Gala: Gusta al 99% de la población.

24 de en. 18.34 - Ben: ¿Tenéis smoothies de fruta en la carta?

24 de en. 18.35 - Gala: Sí.

A pesar de seguir en línea, tardó unos minutos en enviarme el siguiente mensaje.

Efecto Hardwicke [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora