Una vez vestida, me dirigí al piso de abajo y llegué a la cocina. Necesitaba una buena dosis de teína si quería sobrevivir a ese día. Según tenía entendido, la grabación del videoclip duraría todo el día.
Noté su presencia justo detrás de mí incluso antes de qué pronunciara palabra alguna.
— ¿Té? — ofrecí.
Cogí una segunda taza sin que me hubiera contestado. Sabía su respuesta. La huella de sus labios seguía fresca en los míos.
— Por favor.
Serví las dos tazas y saqué una botella de leche del frigorífico. Lo enfrenté con la mirada y alcé la botella en su dirección a modo de pregunta. Asintió con sus ojos fijos en los míos, profundos y anhelantes. Estaba sentado, con su cuerpo vuelto por completo en mi dirección y los brazos encima de la mesa. Su pelo seguía húmedo por la ducha y jugaba con uno de los anillos que adornaban sus dedos.
Dejé las tazas encima de la mesa y saqué un paquete de galletas de chocolate. Ocupé la silla que estaba justo delante de él y me metí una en la boca.
— ¿Quieres? — pregunté, consciente del escrutinio al que me estaba sometiendo.
Negó y sus ojos siguieron el recorrido de mis dedos mientras mordía la galleta. Sonreí.
— ¿Qué te hace tanta gracia? — inquirió, totalmente serio, debatiendo su mirada entre mis ojos y mis labios.
— Dijiste que no era buena idea.
El color de sus pupilas se solidificó mientras se levantaba y apoyaba los brazos en la mesa.Se inclinó hacia mí.
— Sigue sin serlo— susurró a la altura de rostro. Su dedo pulgar delineó el contorno de mi boca.
—Espero que la ducha te haya sentado bien y te haya ayudado a poner tus pensamientos en orden.
—Te crees muy graciosa, ¿verdad?—Acentué mi sonrisa y me humedecí los labios con la punta de la lengua—. Acabarás por pedirme que me tome esa ducha contigo— Se acercó más a mí y su aliento bailó entre los mechones de mi pelo.
El ruido de la cerradura de la puerta al abrirse resonó por toda la casa. Se apartó de mí, tomó asiento y se metió una galleta en la boca sin dejar de mirarme.
— Chicos— exclamó Mia, irrumpiendo en la cocina. Estaba despampanante. Nadie diría que había dormido incluso menos horas que yo—. Salgamos ya. A estar horas el tráfico es horrible.
Ben se levantó, bebiéndose el té de un solo trago y sin dejar de sonreír.
— Pues será mejor que vayamos tirando.
— ¿Qué mosca le ha picado? — me preguntó Mia, con una mueca de confusión. Me limité a encogerme de hombros, con la cara ardiendo—. Al menos parece estar de mejor humor que esta mañana.
******
Londres había amanecido soleado. Loui, el chico que se había encargado de maquillarme y peinarme para la primera parte del rodaje, me dijo que estando a mediados del mes de diciembre aquello era bastante peculiar.
— Pero no te fíes— advirtió, mirándome a través del espejo mientras me aplicaba otra capa de laca en el pelo —. He escuchado en la radio que va a nevar sobre las dos.
Desvió la atención de mi rostro y la centró en mi cabello. Me había hecho un recogido a lo Amy Winehause y parecía que tenía más pelo del que poseía en realidad. El maquillaje, por otro lado, era mucho más sencillo. Lucía más natural y de mi estilo
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Efecto Hardwicke [2]
RomanceCuando ese atractivo cantante le propone fingir estar en una relación, Gala no lo tiene nada claro. Puede que el hecho de que él no deje de insinuar que la quiere en su cama sea una señal para que acepte. ****** Inicio: 26/04/21 Finalización: 15/09...