P. O. V Suely
Me hubiese gustado que Logan pusiera su atención en mi y no en esa tal Sandra. La morena con curvas le miraba insinuándose y el no dejaba de sonreirle sin más. Al rato de una plática entre ellos, el castaño volvió a donde yo estaba.
—Aquí están los apuntes. —me extendió unas cuantas libretas y las tomé con fastidio.
—Parecías ser muy convincente. —comenté.
El castaño puso cara de desconcierto, pero luego dejó resplandecer su hermosa y muy coqueta sonrisa.
—En vez de ponerte celosa deberías agradecer —mantuvo una sonrisa triunfante— si no fuera por mi y por mis encantos rojita, ahora estaríamos fritos sin más opciones.
—¡No estoy celosa! —o tal vez si, solo un poco, pero no lo admitiría—, Patán.
Dispuesta a no oírlo más, salí de allí. Me debilitaba estar tan cerca de él, ambos nos queríamos aunque yo no lo hubiese admitido aun, sé que no solo él, si no todos los saben. No quería estar con un chico que no amara a Dios, no quería sufrir por ellos, así que como ya tenía lo que necesitaba, me alejé. Con los apuntes de Sandra recopilaría toda la información y estudiaríamos para los exámenes finales.
Estábamos atrasados por todo lo que faltamos a clase. Primero fuimos tres días de acampada, luego salimos juntos a ayudar a los hermanos de la iglesia con una obra —menos Logan por supuesto—, salimos a predicar por el pueblo en la mañana, celebramos el cumple de Jack, el tiempo pasó y pues, estamos castigados por la directora. Hemos perdido la mayoría de las clases. Pero con ayuda de Dios, Josh y Jack me ayudaran y volveremos a estar al día. Y todo saldrá bien.
—No sé como nos pasó esto, fui muy irresponsable. —dijo el trigueño entristecido.
—Tranquilo, todo saldrá bien. No creas que es tu culpa. Todos queríamos ir a ayudar a la iglesia, estabamos ansiosos por predicar. Ahora, lo arreglaremos como adultos que somos. —dije.
—Suely tiene razón —me apoyó Jack—, Dios está con nosotros y por eso pasaremos esa prueba.
Nos abrazamos. Se sentía tan bien tener a mis amigos. Estaba feliz, obtuve una nueva familia, una familia en Cristo.
El día en que me convertí me di cuenta de que Dios siempre nos da más de lo que merecemos. Constantemente da bendiciones a todos, buenos o malos el sol resplandece y la lluvia cae, justos o pecadores a todos nos ama y por su gracia nos regala la redención y la vida eterna. Pero nunca supe ver nada de lo que Dios hacía por mi, pensaba que yo misma me lo ganaba, y no lo hacía siendo buena precisamente. Me quedo admirada cada vez que descubro algo más sobre Jesús, cada vez que recibo su perdón y su amor, cada vez que me da fuerzas, cada vez que me bendice, como con ellos. Mis amigos son una bendición.
* * *
Desde que me levanté los nervios se adueñaban de mi cuerpo. Sentía una bola en el estómago que me oprimía y por lo visto, no solo me pasaba a mi.
—Estoy nerviosa. —comunicó Sasha.
Hoy era el día de los exámenes.
—Todos lo estamos, pero tranquilos. —intervino Joshua y fomentándonos seguridad añadió—: Dios está con sus hijos.
Todos asentimos y la mayoría lo afirmó con un «Amén».
—Ajá, ¿Y quienes son sus hijos? —procedió y todos sonreímos y nos miramos como cómplices.
—¡Nosotros! —dijimos al unísono.
Reímos un rato por la perfecta ocurrencia del trigueño. Por el rabillo del ojo me fijé de que Logan se sentía cohibido. Me acerqué a él y tomé su mano, alejándonos un poco del resto le pregunte:
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The Sons of the King [Novela Cristiana] (Editando)
SpiritualAunque lo niegues y lo culpes por todo lo malo que te ha pasado, Dios te ama y eso es lo que Joshua le enseñará a sus amigos. Porque a pesar de todas la locuras que han hecho juntos nunca han estado tan cerca de tocar el cielo como ahora. ¿Daniela...