The Sons of the King [Novela Cristiana] (Editando)

#12

S U E L Y 🎲💸

Me gustaba el bascket.

Seee.

Tenía buenas vistas.

—Señorita.

Aparté mi vista del pelinegro asiático que rebotaba el balón y la posé en la escualida y blancuza niña que estaba frente a mi.

—Es... que... Ha perdido señorita. En las apuestas... Ah...

—¿Qué? —sonreí con muchas ganas, siendo irónica—. No me gusta perder...

—Arreglaremos todo lo más rápido posible —dijo con avidez.

—Déjalo —murmuré con desprecio—... Si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo ¿no dice el dicho?

La chica asintió, y luego agachó la cabeza, sumisa.

Incompetentes.

Relajé la mandíbula, y respiré hondo silenciosamente. Nunca demostraba debilidad ante nadie, la vulnerabilidad era una mierda. Quería respeto, y lo iba a tener, aunque fuera por las malas.

La verdad era que ultimamente tenía la cabeza en la luna. O en Joshua tal vez. Había descuidado un poco las apuestas. Que tonta.

El amor hasta ahora no te ha dado más nada que no sea dolor, Suely.

—Ash, puedes irte, yo me ocuparé de eso.

No hubo tiempo para darme cuenta de que me tensaba nuevamente cuando escuché el bullicio proveniente de la cancha, habían anotado un triple, y luego de eso nuestro asiático alero hizo lo que sabe hacer bien aprovechando su estatura, Wow eso fue, casi... volar.

~ ❤️✝️👑 ~

«Siembra generosamente los granos de tu bondad, hasta en los terrenos que te parezcan estériles! ¡Tarde o temprano, el sembrador recogerá los frutos de su grano, superando a sus esperanzas.»

Scherezade, el Sultán Schariar y su osada historia de amor. Aplausos.

—¿Qué opinan de esta frase? —preguntó la profe Jophe con mucho esmero.

La mano del trigueño siempre era la primera.

—Es como una ley de la vida —afirmó poniéndose de pie con una seguridad que privaba a cualquiera de dudas, casi—, como la gravedad, pero no es física. A cada cual le toca segar aquello que a sembrado.

—Sabias palabras Señor Kang —pronunció la profesora con notante picardía y una sonrisa radiante.

Vamos, por favor...

Rodé los ojos. Joshua provocaba ese efecto en las personas, les dejaba estupefactos. Tenía algo... ¿Pero qué?

—Bueno chicos ¿qué es lo que recogereis? —después de decir estas palabras con voz profunda, intentando despertar la conciencia de los estudiantes, la profe de Literatura, salió de clase.

—PROMETO RECOGER MUCHASSSS BRAGASS —gritó Logan con su tono burlón bien conocido.

—O tal vez Herpes —concluí con fastadio.

Al salir de clase —y para mi sorpresa— Josh me esperaba en el pasillo. Estaba recostado a la pared, su pelo negro asabache le hacía juego con el uniforme, la camisa de color blanco y el pantalón de azul oscuro. Ah y Dani estaba sentada en el suelo hablando con el. Siempre estaba junto a el y ya empezaba a hartarme.