L O G A N 🌵🥁
Sonreí victorioso.
Esta sonrisa ya era un modo habitual en mi, y todos mis socios supieron al instante de que se trataba.
¡Sabía que ella me llamaría! Mi labia nunca fallaba, todas caían como corderitos.
Fuego, la mayoria de las chicas quería fuego. Y yo estaba dispuesto a darselo y mucho más.
Pero habían algunas que no eran tan fáciles. Esas son las que me obligan a ilusionarlas.
Yo les bajo la Luna, claro que sí.
—¡Lo hice! —me senté en al lugar de siempre, donde se reunía la manada de chicos.
—¿En serio amigo? Esa chica buscaba amor, algo serio socio.
—Obvio —sonrió pícaro— ¿quién crees que soy? Soy Logan.
—Si señor, el gran Logan —sonreí ante ese comentario satisfactorio para mi persona.
—No fue necesario convencerla. Ella se entregó solita a este galán, —se sentía bien ver sus miradas— Ahora dame el dinero —hablé dureza.
Damian se puso serio al instante. Mi dinero es mi dinero. El apostó conmigo y ahora debe de pagar no soy del tipo que deja pasar esto a menos de que me beneficie.
—No lo tengo —dijo— Eres mi amigo, puedes dejarlo pasar.
—¿Qué pasa amigo? No lo dejaré pasar de ningún modo. Si pierdes, pagas —le acordé.
—Ok —respondió de mala gana y me dió el dinero— ¡nunca más apostaré contigo! —declaró.
Sonreí. Sabía que no perdería y Damian fue el único tonto que perdió su dinero por gusto. Todos saben que no hay chicas que no pueda llevar a la cama. Bueno, casi.
Con Dani nunca. Era raro y obsesivo.
Damian se levantó furioso y se fue. Yo sabía que no era solo por el dinero. Esa chica con la que apostamos, el se quería vengar de ella porque no lo quiso. Sin embargo, se enamoró de mi rápido, solo con unas cuantas palabras lindas y listo.
—Oh, tranquilo que no muerdo —dije irónicamente y reí.
—¡Se siente bien ganar ese dinero! —gritó una voz conocida e enojada que irrumpió repentinamente detrás de mí.
Era Suely y estaba molesta conmigo, como siempre.
—Mira quién lo dice. Tal vez tú sepas mejor que yo —ironicé. La chica sonrió, pero no fue una sonrisa muy agradable. Al instante supe que lo oiría no me gustaría nada.
—Todos fuera —dijo y comenzaron a moverse algunos lentamente—. Todos fuera ¡Ahora! —gritó y los que quedaban se largaron de inmediato. La pelirroja tiene una gran autoridad, y no es para menos, además de todo es miembro de nuestro grupillo de indeseables. Ella lo mantiene todo ordenado, no puedo llevarle la contraria.
Después de todos irse, tomé un trago y ella me miró fríamente. Tampoco es que esperara menos, cuando se trata de chicas que no puedes controlar primero está Dani y luego le sigue ella.
—¡Ah! —me quejé— estas viendo tu mala vibra, ahuyentaste a todos.
—¿Te gusta jugar así? —su voz sonó un poco rota.
—¿A qué? Bueno lo que sea ¿quieres jugar conmigo? —dije haciéndome el galán solo para intentar liberarme de ella, pero es inútil. Sabía que le molestaba que yo le coqueteara.
—Tú como siempre, pero yo no jugaré contigo —tomó una bocanada de aire—. ¿Te diviertes apostando con tus amigos, mientras dejas a chicas llorando por todos lados?
Ah, eso.
—Solo me divertía —solté— Y en mi defensa puedo decir que ustedes las chicas son muy sensibles.
—Es que somos un juego para ti —gruñó— ¡Malditos playboys! Tú y todos tus amigos —gritó furiosa.
—¿Sabes qué? —me enfurecí— Sé bien por qué haces todos este drama, estas molesta porque algo no esta bajo tu control.
—No te hagas el listo. Haz tu dinero de otra forma que no sea apostando a las chicas como si fueran nada en absoluto. ¿Entendido? Aunque sé que en realidad no son nada para ti. Juegas con su corazón.
Sí, mierda. Sí.
Soy un estupido niño que no tiene corazón.
Gracias por recordarmelo, eso me mantiene con vida.
—No tengo culpa de ser tan atractivo y de gustarles —me limité a burlarme, siempre lo hacía. Era ya una costumbre o más bien un grillete.
Todo en mi vida era un grillete.
Ah, Logan no pienses.
—Tienes culpa de seducirlas para al final destruirlas. Hazte cargo de tus acciones —me apuntó con el dedo—, recuerda lo que he dicho. No me hagas enojar, sabes que lo sé todo —espetó y se fué.
—Genial, ahora ni siquiera puedo divertirme en paz —tomé un trago, otro y otro para olvidarme de todo a mi alrededor incluso del dolor existente en mi interior.
Aveces tengo que dañar a las personas para que ellas no me dañen a mi. Aunque nadie jamás entendería al gran Don Juan de esta escuela. Por esa razón tampoco me preocupo por nadie, sólo yo importo.
Nadie me entendería, así que no me esforzaré por explicar.
—Ella aveces se pasa —le confesé al aire mientras sacaba un cigarrillo para fumarmelo cuando me alejaba.
La rubia, la pelinegra y la pelirroja. Distintas, muy inversas.
Suely, no sé que rayos es lo que quiere demostrar, si ella es la primera que tiene ganancias de todo, aveces sin importarle nadie. Es inteligente y está en contra de la violencia o el sufrimiento solo porque sí y nadie la contradice al no ser Dani -porque es además de su mejor amiga la que más agallas tiene de todos-. Tal vez a sufrido por amor o bla bla bla. Ella cree en el amor incondicional, ¡que estupidez! a diferencia de Dani quien no tiene esperanzas con ese sentimiento, ambas son parecidas en varios aspectos pero Dani no se preocupa por lo que yo haga con las otras chicas, a ella solo le basta que a mí me quede claro que con ella no puedo jugar, ya que siquiera me da una oportunidad aunque lo intente mucho, suelo llevarme mucho mejor con ella que con Suely. Y Sasha es lo contrario a las demás, no le importa lo que piensen de ella siempre ha vivido locamente, puede que crea en el amor pues con Sasha nunca se sabe, ella es sexy con los chicos, incluyéndome. Nos llevamos perfectamente y mientras Dani no me hace caso Sasha me ama y me da placer.
Sonrie Logan, sonrie. La gente te mira.
Le dediqué una encantadora sonrisa a un grupo de chicas que pasaban por mi lado. Ellas comenzafon a reirse y a cuchichear entre sí con los cachetes rojos como tomates.
Típico.
Casi nada me sorprendía de las mujeres.
Da igual, yo soy tan frío como un tempano de hielo. Y ya es normal, ya me acostumbré.
Otra vez mis pies por sí solos me llevaron al lugar donde puedo pensar tranquilamente. Pero el lugar en que también reviven en mi memoria los recuerdos sórdidos de mi niñez. Aquello que me hace daño y cuando me miro a mí mismo veo el vivo reflejo de mi padre.
Pero ya no importa porque solo importo yo. Me sequé las lágrimas sorpresivas que recorrieron mi rostro y volví al mismo lugar. Del foso del que pienso que jamás saldré.
No me siento bien, lo sé. Aveces suelo ser un estúpido. Lo sé también. Pero tengo fríos sentimientos que me queman. Supongo que de alguna forma tengo que pagar.
¡Qué más da! Me seguiré portando mal. Ya no importa como me sienta. Algún día esta ci hina vida se acabará.
Ya no creo en los milagros pero inconscientemente espero uno aunque ya haya perdido para mí todo tipo de esperanza.
Creo que es estúpido esperar en algo que no ves.
Pero aún así... De cierto modo, espero.
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The Sons of the King [Novela Cristiana] (Editando)
SpiritualAunque lo niegues y lo culpes por todo lo malo que te ha pasado, Dios te ama y eso es lo que Joshua le enseñará a sus amigos. Porque a pesar de todas la locuras que han hecho juntos nunca han estado tan cerca de tocar el cielo como ahora. ¿Daniela...