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P. O. V  Sasha

Estube durmiendo casi por un día entero, me desperté en una habitación desconocida y lo peor era el mareo terrible que tenía, la cabeza me daba vueltas, y no podía ni  levantar prácticamente. Con mucho trabajo logré sentarme en la cama, uff se me ocurria que esta habitación era chicos. Había un desorden enorme, calzoncillos y medias tiradas por todos lados y sus mesitas todas regadas, tres camas osea que son tres chicos, desorganizados los tres, me dá un ataque al corazón si mi cuarto se encuentra en estas condiciones algún día.  Me esforcé, pero sí, definitivamente era una habitación desconocida, jámas he estado aqui antes, que curioso.

Me paré de la cama apoyandome de la baranda, eché un vistazo ¿cómo rayos llegué aqui? Tambalié de repente, vaya odio estos momentos, es como si me estubieran pegando con un martillo en la cabeza y estubiera condenada a no hacer nada, ya que ninguna pastilla sirve y los mareos son otra cosa insoportable, y pensar que todo esto por una noche de diversión. Caminé de nuevo hacia la cama. Debo estar loca ¿Cómo me emborracho así unos días antes de los exámenes? Estoy frita. Me recosté nuevamente y noté algo molesto debajo de la almohada, metí la mano y saqué una Biblia. Genial, pensé que era una pistola por lo menos y era una Biblia. La abrí, tenía curiosidad «jamás había visto una, tan cerca. Asi como jamás he ido a una iglesia en mi vida» Todo esto es ajeno para mi, pero queria saber que dice la famosa Biblia. Resulta que tenía un sinfin de páginas y parecia que nunca se iba a acabar. Y aunque estubiera tan larga tenia curiosidad por ella. Intenté leer algo pero no entendí nada, luego decidí abrir en el lugar marcado decía:

¿sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴀʀᴀ ʟᴀ ᴍᴜᴊᴇʀ ᴅᴇ ʟᴏ ǫᴜᴇ ᴅɪᴏ ᴀ ʟᴜᴢ, ᴘᴀʀᴀ ᴅᴇᴊᴀʀ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴘᴀᴅᴇᴄᴇʀsᴇ ᴅᴇʟ ʜɪᴊᴏ ᴅᴇ sᴜ ᴠɪᴇɴᴛʀᴇ? ᴀᴜɴǫᴜᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇ ᴇʟʟᴀ, ʏᴏ ɴᴜɴᴄᴀ ᴍᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴀʀᴇ ᴅᴇ ᴛɪ.
ʜᴇ ᴀǫᴜɪ ǫᴜᴇ ᴇɴ ʟᴀs ᴘᴀʟᴍᴀs ᴅᴇ ʟᴀs ᴍᴀɴᴏs ᴛᴇ ᴛᴇɴɢᴏ ᴇsᴄᴜʟᴘɪᴅᴀ; ᴅᴇʟᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴍɪ ᴇsᴛᴀɴ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴛᴜs ᴍᴜʀᴏs.

Repiqué el libro sobre la cama sin querer ¿qué significa todo esto?. Sentí como si me penetraran el pecho. ¿Para quién eran estas palabras? ¿Para mi? Imposible. Dios nunca se acordó de mi antes, me abandono igual que mis padres o eso pensé pero este pasaje dice que jamás se olvidará de mi, ni lo hizo ni lo hará. ¿Puedo confiar en él? He aprendido que en quien confio tiene el poder de hacerme sufrir, como mis padres, como ese chico que se aprovechó de mi. Mi mente se nubló y me puse pálida y fría.

— ¿Sasha?. —inrumpió una voz masculina conocida y me sacó de mis pensamientos. Era Jackson, acaba de salir del baño y estaba vestido extrañamente con el uniforme de la escuela.

— ¿Ya estás despierta?— sonrió —¿cómo te sientes?.

— Eh..

— ¿Sasha? — insistió y se acercó.

— Estoy bien — me forcé a sonreir y le miré, «tan guapo como siempre» y es que Jack esta buenísimo. Insistí en pensar en él antes que en otras cosas. — ¿Tú me trajiste aqui? Gracias.

— Si — pusó sus manos sobre su cabello rubio, y lo alisó porque estaba alborotado y mojado por la ducha. — Ayer, te saqué de la fiesta. No estabas bien.

¿Y ves? Vuelve a sonreir, si pensara que me puedo enamorar, me enamorara de él sin duda, pero el amor no es para mi, asi qué...

— Que bueno que estes bien, pero estas un poco pálida. — dijo, mientras se acercaba.

Desvié la mirada hacia aquel libro. El notó en qué estaba mi atención en el momento e hizo silencio.

—¿Es tuya?. —pregunté.

— No, bueno si. No — respondió confuso — es de Joshua, yo la estaba leyendo, me la dió.

— ¿Siempre lees la Biblia?. — encarné una ceja.

— No. Pero te solprendería saber que una vez fuí cristiano.

Cristiano, tú. Si, claro que me resolprende. Jackson cristiano. Bufé.

— Si — dije abriendo los ojos — entonces ¿eras asi de loquito como Joshua? — puso una cara seria.

— No, no loco, Joshua tampoco es loco, ama a Dios. —le defendió.

Me quedé en silencio, él tiene razón. Aveces me gusta molestar a las personas, pero Joshua no se lo merece. Aunque la verdad es que odio cuando lo hacen conmigo y lo hacen muy seguido, siempre hay comentarios de mi por los pasillos, siempre estoy en boca de la gente, Sasha la zorrita. Tal vez diga que ser popular es lo máximo pero bien a dentro, me duele.

— Lo siento. — de verdad.

El se sentó a mi lado, Jackson es inpredecible para mi, y eso me asusta. Nunca sé que vá a hacer, pero jamás se a pasado de la raya conmigo como lo hacen la mayoria, por eso le aprecio y mucho. Me asustaba mucho cuando competía en peleas callejeras, él es fuerte pero también recibia golpes, pero gracias al cielo esa fase ya pasó en él. Y ví un corazón bueno debajo de todo sus músculos, agresividad — porque sí, aveces es muy agresivo, aunque jamás con chicas— y dureza.

— Estoy reconsiderando volver a serlo — dijo mirandome a los ojos — reconsiderando no, voy a serlo.

— ¿Qué? — espeté y dí un salto de la cama. No recuerdo que confiara en mi para decirme algo así, pero dá igual... El quiere convertirse en un cristiano de nuevo. — Vaya esto es de locos— comenté para mi — ¿qué dirá la gente?. 

Él me miró desconsertado.

— No me importa. — respondió.

— Jack — me acerqué a él y le toqué la cara para que reaccionara. — ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te hizo Joshua? — el quitó mis manos de su cara con un poco de brusquedad.

— Nada— espetó — esta desición es mia. — pausó y se volteó a mirarme — me he pasado todo la vida viviendo violentamente, sufría y volvia a sufrir,  me dolía el corazón — señaló a su corazón con dolor, jamás le ví llorar —pensando qué no tenia oportunidad, y que Dios no me iba a aceptar.. ¡Pero no! Él me acepta, él me ama. — rompió a llorar enserio — y yo le necesito.

Verle llorar me descompuso también. ¡Rayos! ¡¿Dónde está el tipo duro que jamás lloraba?! El chico que pensé que era él más fuerte de mundo.. Se siente igual que yo, parece como que no podemos esconder por mucho tiempo nuestro dolor. Joshua dijo que Dios era su todo.. Se veía feliz, pensé en eso, lo hice y me pregunté por Dios a mí misma. Quizas Dios si exista y me ame de verdad, pensé, pero dudo mucho de su amor por mi.. Tal vez yo esté destinada a no ser amada nunca. Mis lágrimas también brotaron, él lloraba y yo también, en eso eramos iguales en que hemos sufrido mucho pero ambos eramos muy diferentes ya por lo menos él estaba seguro del camino que quería seguir y yo vivo dando tumbos de aqui para allá y nunca sé con certeza que es lo que quiero, y tampoco sé que creer.

The Sons of the King  [Novela Cristiana] (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora