Andrew
—Oh, su alteza —gimió aquella doncella mientras metía mi miembro en su vagina.
Sus pezones eran torturados por aquellas pinzas, y no pude sentirme más complacido.
Mirar la mezcla de dolor y placer en su rostro era un deleite.
La embestí unas cuantas veces con aquella bestialidad que me caracterizaba. Para el mundo era el príncipe heredero, la cordialidad y nobleza hecha persona, pero mis gustos sexuales eran extremistas, y si no lo soportabas, nunca podrías estar bajo mis sábanas. Solté un alarido cuando eyaculé y dejé una fuerte nalgada en aquel trasero. Aquella chica había soportado todos mis azotes con coraje. Merecía estar en la lista. Merecía la oportunidad de convertirse en mi reina.
—Andrew, ¿estás ahí? —
La doncella salió por una de las puertas secretas, mientras que yo me cubría con una de las batas de seda. Presioné el botón para que todo quedara oculto detrás de aquella pared y abrí la puerta para que el rey entrara.
Aunque no había dejado nada a la vista, mi padre conocía cada rincón de aquel palacio. No obstante, nunca admitiría que su hijo, el futuro rey, era un degenerado.
—Me tomas desprevenido, padre.
Miró a su alrededor con disgusto y pateó uno de los objetos que se había quedado, sin querer, en el suelo.
—Como futuro rey, deberías controlarte.
Tomé una larga respiración y reprimí el deseo que tenía de soltar algunos insultos.
—¿Qué trae a su majestad por los aposentos de su hijo? —pregunté con sorna, y él me contempló con fastidio.
—Tenemos reunión con el parlamento, porque te recuerdo que pronto debes comenzar con la depuración. Queda poco para tu coronación y necesitas una reina a tu lado. Los miembros del parlamento están un poco ansiosos. —Solo escuchar aquello me causaba escalofríos, pero ese era mi legado. Había nacido para gobernar, para ser rey—. Te espero en el salón imperial. — , y enseguida las doncellas comenzaron a ordenar mi habitación.
Me quité la bata sin importar que aquellas mujeres estuvieran allí. Sus ojos estaban pegados al suelo. No podían mirarme, estaba prohibido, a menos que yo lo quisiera.
Una hora después, me encontraba rodeado del grupo de hipócritas que estaban al mando de mi padre. Me senté junto a él y miré con detenimiento cada uno de aquellos rostros, ya que, cuando me convirtiera en rey, debía hacer algunos cambios urgentes, así que no podía olvidar las caras de esos señores, ninguno de ellos tendría participación.
—Damos inicio a esta reunión extraordinaria con fines de poner fecha a la coronación del nuevo rey. —Olivé era el vocero real y siempre me causaba gracia su forma peculiar de hablar—. Tiene la palabra su majestad el rey, André Carlos Middleton.
Mi padre se puso en pie y caminó al podio bajo la atenta mirada de todos los que estaban presentes.
—Buenos días, señores del parlamento. Mañana se hará el anuncio oficial de que, se estará buscando la próxima reina entre doncellas y nobles para el futuro rey, el príncipe Andrew. También estaré anunciando la fecha para la coronación. No está de más recordar que se mantiene la ley que establece que tanto la plebe como la nobleza tienen derecho a dicho título, y sé que mi hijo sabrá tomar la mejor decisión para la corona.
Uno de aquellos hombres pidió la palabra.
—¿Cree usted, su majestad, con todo el respeto que se merece su alteza, que el príncipe real, el señorito Andrew, esté preparado para esta responsabilidad?
Sabía que sus palabras tenían doble sentido. Buscaba sembrar la duda en mi padre, y era algo que no me sorprendía.
—Estoy más que preparado —me apresuré a decir, y pude ver el descontento en el rostro de mi padre. Odiaba que fuera temperamental, pero yo odiaba mucho más a todos —. Les guste o no, soy el futuro rey, y es mejor que midan sus palabras. —Lo desafié con la mirada y lo vi respirar con enojo.
Tenia que demostrarle a aquellos imbéciles quién mandaba.
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Una reina sin medida (Plus size Queen #1)
RomanceChristina Bradford había perdido a su familia por culpa de la pandemia y su sueño de convertirse en una gran escritora se encontraba en la cuerda floja. El poco dinero que tenía ahorrado tuvo que utilizarlo para los gastos fúnebres y si le sumábamos...