Los seguí con la mirada hasta la pista de baile y tuve que contenerme para no hacer una escena cuando Andrew la tomo por la cintura, la llevo demasiado cerca de él. Me estaba tentando, jugaba con mi paciencia y tenía la certeza de que buscaba que cometiera el más mínimo error para romper mis defensas, sin embargo su alteza real debía esforzarse un poco más, porque no me doblegaría tan fácil.
—Su excelencia—. Me llamo uno de los sirvientes —, sus invitados acaban de llegar —volví a posar la mirada sobre ellos y apreté los puños con fuerza cuando Christina le regaló una sonrisa que evidenciaba lo que pasaba entre ellos.
—Quiero que los vigilen —demande y este asintió mientras se acercaba a uno de los guardias de seguridad para darle mis órdenes.
Me perdí en el pasillo que conduce al despacho de Christina, aunque este se encontraba bajo llave y tuve que realizar aquella reunión en la habitación contigua. Algunos de los miembros del Parlamento habían acudido a mi llamado, al igual que dos de mis socios más importantes y por supuesto no podía dejar fuera a Susan Wesley y Drew Bradford.
— ¿Está seguro de que no es peligro reunirnos aquí? —. Pregunto Rhina Clark y yo negué con la cabeza.
—La fiesta está en su mejor momento y este por si no te has dado cuenta es el último lugar donde ellos podrían imaginarse que podríamos reunirnos, por otro lado, mi queridísima futura esposa —. Exprese con sarcasmo —Esta bastante ocupada con su alteza real —todos reaccionaron sorprendidos ante mis palabras.
— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —Me cuestionó Drew con aquel maldito tono ansioso que detestaba —Y por otro lado—continuo—, dijiste que todo esté maldito plan saldría bien, que eso era lo que quería mi padre, entonces ¿Porque van a coronar a Andrew? —aquello me tomo por sorpresa. Una muy amarga sorpresa.
— ¿Te casarás con él? —le pregunté a Susan y está hizo un gesto de negación. —entonces...
—Cambiaran las leyes —. Dijo alguien, una voz de mujer tras las sombras que no reconocí.
— ¿Quién es esta mujer? —cuestione y esta dio un paso adelante, la luz de aquella bombilla la iluminó revelando su rostro.
Era hermosa. Con una mirada profunda e intimidante que me hizo sentir aturdido por unos segundos, aunque no sabía porque presentía que ya le había visto antes. Era un presentimiento extraño, una sensación que no me gustaba y quizás estaba llevando mi paranoia a un nivel demasiado extremo, porque si ella se encontraba en este grupo es porque era de fiar.
—Lo siento mucho su excelencia por no presentarla antes. Ella es Betania Rouge nuestra nueva analista especializada —. Mire de nuevo a la mujer y no sabía porque seguía siendo tan familiar —, y a lo que se refiere —levante la mano para callar a Rhina.
—Quiero escucharlo de ella — .Rhina le cedió el paso y está me clavo sus intensos ojos.
—Bueno su excelencia, para la familia real en un momento como este le es mejor cambiar las leyes que coronar a un hijo ilegítimo y me disculpo si con esto le estoy ofendiendo señor Bradford —miro al chico con lastima —Andrew es el primogénito de la familia real y por muy rebelde que sea el príncipe heredero su padre no romperá la cadena de sucesión —le mire intrigado, aunque no baje la guardia.
—Así de simple—. Dije con evidente molestia—, la familia real terminara con siglos de tradición solo por hacer cumplir sus caprichos — todos se miraron entre sí como no sabiendo que decir. — ¿Y qué piensa usted que deberíamos hacer señorita Rouge? Tiene alguna sugerencia para impedir que la familia real se salga con la suya —la estaba probando y de su respuesta dependía si debíamos confiar en ella o no.
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Una reina sin medida (Plus size Queen #1)
RomanceChristina Bradford había perdido a su familia por culpa de la pandemia y su sueño de convertirse en una gran escritora se encontraba en la cuerda floja. El poco dinero que tenía ahorrado tuvo que utilizarlo para los gastos fúnebres y si le sumábamos...