Capítulo 31. Sin respiración

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Andrew

Los guardias habían logrado manejar la situación, pero eso no cambiaba el hecho de que Christina había desaparecido y sabía, no, tenía la certeza de quién era la única persona que podía atreverse a secuestrarla. Tuve intención de acercarme a los miembros del Parlamento, sin embargo Drew me tomo del brazo impidiendo que lo hiciera. Le mire confundido y este me llevo fuera del auditorio, sabía que buscaba alejarnos de aquel nido de víboras.

—Sabes que no lo hizo solo —su mirada me dijo que él también sabía que Paxton estaba detrás de todo esto.

—Esto es una mierda ¿Sabes? —Inquirí con enojo caminando de un lado a otro —Ellos, esa porquería de gente que está allí dentro intento matarme —no pude descifrar su expresión en ese momento y detuve mi ansiosa caminata.

— ¿Que locura estás diciendo? —sabía que creerme sería difícil, así que quizás debía mostrarle las pruebas. Al final de cuentas él podría servirme como aliado. Me acerque a él y procuré que nadie nos estuviese observando.

—Tengo pruebas para hundir a las miembros del Parlamento —me miro sorprendido —Y no voy a dudar en exponerlos. Le demostrare a mi padre la clase de basura en la que confía —su mirada me dejo confundido, pero era probable que todo esto fuera demasiado abrumador para él.

El jefe de los guardias se acercó a nosotros en aquel momento y nos escoltó fuera del edificio. Ahora Drew era tan importante como yo, ilegítimo o no, él era también hijo del rey y ponerlo en riesgo solo haría que la bomba explotase más rápido. Nos condujeron hacia mis aposentos y observé al hombre dar indicaciones al guardia de turno para que se quedara vigilando mi puerta.

—No pueden salir hasta que no vengan por ustedes. Por ahora es demasiado peligroso —hizo una reverencia, nos dio la espalda y abandono la habitación.

Drew miro todo a su alrededor, aunque no porque no lo reconociera. Habíamos sido muy unidos desde pequeños, pero luego mi padre estableció una distancia prudente entre nosotros, según él, la plebe y la nobleza no podían mezclarse, pero eso debió tomarlo en cuenta antes del que vínculo entre Drew y yo sé hiciese más fuerte.

—No ha cambiado mucho con los años —comento y yo busque dentro de mi cajón secreto las pruebas de las que le había hablado, porque no podía perder el tiempo, cada segundo que pesaba era crucial para encontrar a Christina.

—Soy tradicional y lo sabes —le entregué un teléfono celular. Era el que había usado Rhina Clark para comunicarse con el hombre que me había atropellado aquella noche.

Su semblante cambio y la expresión de su rostro se volvió sombría. Camino hacia la puerta y lo observé asegurarla, aquello disparo mis alarmas, sin embargo tuve la impresión de que quizás solo estaba siendo paranoico. Quizás solo buscaba que nadie fuera de nosotros estuviera al tanto de aquellas pruebas o quizás la verdad me daría una bofetada en el rostro.

—Eres poco cauteloso hermano y esa es tú debilidad —En ese momento comprendí que todo estaba fuera de lugar.

— ¿Qué significa eso? —no aparte los ojos de los suyos y debía admitir que su mirada era perturbadora.

—Significa que eres demasiado predecible y que yo tenía razón —comencé a sentirme molesto, porque Drew el que yo tenía enfrente ahora mismo no era al que yo había conocido.

— ¿De qué mierda estás hablando? —. Dije subiendo el tono de voz.

—Christina —. Dijo sin más —sabía que desde que ella entrara a tu vida todo iba a cambiar y la muerte de su familia, un terrible suceso a decir verdad —se colocó la mano en el pecho como si aquello le afectara —, sin embargo fue la mejor excusa para traerla a palacio —estaba demasiado confundido, no estaba comprendiendo nada de lo que decía, pero lo que si sabía era que él me había traicionado.

Una reina sin medida (Plus size Queen #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora