Una reina sin medida (Plus size Queen #1)

Capítulo 32. El comienzo

♛Christina♛

Abrí los ojos despacio y trate de acostumbrarme aquella luz que me deslumbraba. El cuerpo me dolía y la cabeza también, sin embargo, a pesar de sentir como si un camión me hubiese pasado por encima me sentí cómoda, como si conociera estás sábanas. Terminé de despertar sobresaltada y me coloqué el brazo sobre la cara cuando caí en la cuenta que lo que brillaba era la luz del sol. Me quite el paño húmedo que tenía sobre la frente y mire como una loca todo a mi alrededor. Era mi habitación en la casona y eso me dejo todavía más perturbada.

—Al fin despertaste —reconocí aquella voz, sin embargo pude percibir una profunda tristeza en ella y me asusté.

—Andrew...—sin embargo él no me dejó hablar.

—Shhh —se acercó, acaricio mi cabeza y pude notar los rojos e hinchados que estaban sus ojos —Debes descansar mi reina, recuperarte, tu cuerpo está muy golpeado —escucharlo decir aquello trajo recuerdos a mi cabeza de manera automática, unos que simplemente quería dejar enterrados, sin embargo sentía que su tristeza era por otro motivo más profundo.

— ¿Qué está pasando? —. Pregunté con voz ronca y temblorosa, los ojos de Andrew se pusieron vidriosos y sentí que el corazón se me partía en dos.

—No sabemos cómo pasó, nadie se dio cuenta y Paxton logró escapar—. Dijo con voz quebrada y me sentí algo confundida.

— Andrew...—murmure, porque al mirar lo roto que estaba no pude decir nada más.

—Kathleen —susurro y una lágrima rodo por su mejilla.

— ¡No!—. Dije sobresaltada y sentí que todo el cuerpo me dolió en aquel instante, pero obvie aquello —Ella no —repetí y trate de salir de la cama, pero ahora si me queje y tuve que quedarme quieta al sentir un fuerte dolor en mi costado derecho, entonces comencé a llorar.

—Esta grave, los médicos no dan muchas esperanzas.

No pude controlarme y un grito escapó de mi garganta. Andrew me estrecho en sus brazos con cuidado para no lastimarme y me consoló, aunque debería ser yo quien le consolara. Lo escuché sollozar y algo dentro de mí se quebró. No entendía porque tenía que ser así, porque el dolor se empeñaba en ser una constante en nuestras vidas y en aquel momento comprendí que todo era mi culpa. Mi pasado nos había arrastrado a este lacerante camino de dolor y tragedia, yo debía estar en el lugar de Kathleen, debía ser yo quien yaciera en aquella cama de hospital.

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No supe en qué momento me quedé dormida, pero el sol se había ocultado cuando abrí los ojos y Andrew ya no estaba, sin embargo no me encontraba sola. Una figura se desfiguraba en la oscuridad en que se encontraba sumida aquella estancia, pero no era difícil adivinar de quién se trataba. No sabía cómo había burlado la seguridad, pero si se atrevió hacerle daño a uno de los miembros de la familia real. Paxton era capaz de lo impensable.

— ¿Cómo te atreviste a lastimarla? —le cuestione y este salió de la sombras mostrándose ante mí con aquella cara de maniaco. Su mirada fue realmente perturbadora en ese momento.

—No está muerta y eso es bueno —. Expreso con burla y cerré los ojos para tratar de mantenerme calmada, ponerme a la defensiva en este momento solo empeoraría las cosas.

— ¿Qué quieres que haga? — inquirí sacando valor de donde no lo tenía, porque sabía que eso era lo que buscaba, demostrar que me tenía a su merced y aquella sonrisa maliciosa fue la confirmación de ello.

Se acomodó sobre la cama y yo trate de protegerme con las sábanas. No sé porque en aquel momento pensé haber visto compasión en su mirada, como si estuviera sufriendo al mirarme lastimada, cuando el mismo me había provocado aquellas heridas y comprendí que el hombre frente a mí estaba perdiendo la cabeza.

—Todo está en tus manos —me tomo del brazo con poca sutileza y sentí un intenso dolor —Solo debes renunciar a Andrew y cumplir tu palabra de darme tu mano en matrimonio —acaricio mi mejilla y tuve que soportarlo por el miedo que sentía —Solo así yo los dejaré en paz y tu podrás protegerlos Christina —el silencio reino en aquel momento, uno realmente siniestro que duro muy poco tiempo.

Escuchamos un movimiento detrás de la puerta y me distraje solo por un segundo, porque para cuando regrese la mirada Paxton había desaparecido. La seguridad entro en mi habitación y reviso todo de arriba abajo y observe que uno de ellos tenía un golpe en la cabeza y comprendí que era el que estaba vigilando la puerta.

— ¿Le hizo algo su excelencia? —pregunto el jefe de seguridad Rick y yo negué con la cabeza.

Físicamente Paxton no podía hacerme mucho más daño, pero mentalmente me estaba haciendo caer en un agujero del cual quizás nunca me dejaría escapar. Aunque de algo estaba realmente segura y era de que a pesar de todo y por más duro que fuera tenía que proteger a todos los que amaba, sin importar el sacrificio que tuviese que hacer para lograrlo.

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La señora Dupont me ayudó a prepararme aquella mañana, a pesar de que se encontraba en contra de todo lo que estaba a punto de acontecer y ayudo la maquillista cubrir los golpe en mi cara. Había convocado a una rueda de prensa. Tenía entendido que la casa real había disfrazado el infortunio de aquel día como un simulacro anti-terrorismo, que fue respaldado por las altas autoridades de Canterbyll. A ellos no le convenía dar a conocer la verdad y aquello había sido un punto a mi favor para seguir adelante, sin nada que se interpusiera en mi camino con la decisión que había tomado.

—Disculpe que insista su excelencia, pero creo que está cometiendo un grave error —la mire a través del espejo y pude notar el miedo en su mirada, sin embargo no había marcha atrás.

— Él no se detendrá, soy quién debe ponerle un freno a todo esto —inclino la cabeza y mi tía entro en la habitación en aquel momento.

—No logro encontrar a Drew —había dicho aquello angustiada y me odiaba por no poder decirle la verdad.

Drew nos había traicionado. Todo este tiempo había llevado una máscara con la cual nos había engañado y me odiaba a mí misma por no haberme dado cuenta. Todo siempre estuvo frente a mí, el hecho de que él aceptara ir aquella reunión conmigo debió disparar mis alarmas, pero quise confiar en él. Nunca pensé que podría atreverse hacerle daño a su propia familia a jugar de aquella forma con los sentimientos de su madre, solo por el ansia de poder y reconocimientos por parte de su padre.

—Debe estar tratando de asimilar todo esto—. Dije extendiendo mi mano hacia ella para reconfortarla —Necesita tiempo —asintió aunque no pude borrar la tristeza de sus ojos.

— ¿Por qué haces esto? No tienes por qué dejar que él se salga con la suya —tenía razón, pero ya no podía seguir permitiendo que más personas a mi alrededor salieran lastimadas y si esta era la única forma de mantenerlos a salvo lo haría.

—Todo listo su excelencia —nos avisó el encargado de relaciones públicas y les pedí a todos que me dieran un momento a solas.

Tuve que tomar largas respiraciones para controlar el inmenso deseo de vomitar que sentí en aquel momento. Paxton entro en la habitación y coloco sus manos sobre mis hombros afirmando con aquel gesto que todo esto era verdad. Andrew me había pedido unos días para solucionar todo y dar con el paradero del hombre detrás mio, ese que se había atrevido a lastimar a su hermana y me sentí como la peor de las escorias por engañarlo, sin embargo ya no había vuelta de página.

—Es el momento —. Dijo con aquella maldita sonrisa dibujada en sus labios y acerco su rostro al mio —Y relaja el rostro querida, cualquiera pensaría que te estoy obligando —dejo un beso sobre mis labios y me quede inmóvil.

Tomo mi mano izquierda y coloco aquel anillo en mi dedo, al tiempo que me ayudaba a poner de pie para al fin salir a la rueda de prensa. Los flashes me hicieron arrugar el rostro, aunque trate de suavizarlo rápidamente y plante una falsa sonrisa en el rostro. Paxton me tomo con posesión por la cintura provocando que se me revolviera mucho más el estómago y lo soporte con fuerza, porque peores cosas estaban por venir. Este solo era el comienzo del infierno que estaba por vivir con Paxton Hall.