Capítulo 18. En sus garras

3.7K 372 24
                                    

Christina

Sumisa. Así era como me había llamado Andrew y me sentí avergonzada, pero al mirar sus ojos entendí que aquello no era un problema para él. Sus manos acariciaron mi rostro y luego me tomo de forma poco sutil por la barbilla. Algo se apretó con fuerza en mi vagina y pude sentir mi humedad. Los dedos de Andrew rozaron mi sexo por encima de aquellas pantis medias y aquello fue realmente excitante y lo fue mucho más cuando las rompió con sus manos.

—Disfruto saber que serás todavía—paso de manera suave su lengua sobre mis labios y todo mi cuerpo se estremeció.

—Su alteza—pronuncie con la voz entrecortada, pero unos murmullos provenientes del pasillo me hicieron saltar de su lado.

¡Andrew! —escuchamos decir casi a voz en grito.

—Es la reina—dije asustada. Rápidamente levante el vestido del piso y me lo puse como pude—saldré por el pasadizo —me apure a decir, mientras él se acomodaba la ropa y yo me perdí detrás de aquella pared falsa con el corazón desbocado.

—Algunas costumbres no se pierden—salte impresionada al escuchar aquella voz y me gire hacia él tratando de que el vestido no se me cayera.

— ¿Qué haces aquí? —pregunte en voz baja y una maliciosa sonrisa adorno su rostro.

—Quise visitar los lugares más recónditos de palacio antes de irme y mi búsqueda del tesoro dio muy buen resultado—dio un paso hacia mí y sus ojos me miraron con atención.

—Vete y no vuelvas más —dije con molestia, pero su rostro se ensombreció.

—No, no, no Christina. Tenemos un trato y es mejor que te mantengas con la ropa puesta hasta que eso se cumpla. El parlamento no perdona y el rey está buscando el más mínimo error para poner en tela de juicio la decisión de su hijo, así que—me tomo por la cintura y subió despacio rozando sus dedos en mi espalda el cierre de mi vestido—No hagas ninguna estupidez hasta el día de la coronación.

Me dio la espalda y comenzó alejarse. Sentí la rabia crecer dentro de mí, pero si explotaba él ganaba, si le mostraba cuanto me afectaba solo alimentaria su ego y le demostraría que en verdad me tenía en sus manos.

—Andrew lo sabe—detuvo sus pasos, pero no se giró hacia mí—sabe lo que fui y no le importó—se metió las manos en los bolsillos y siguió caminando, porque para él aquello no significaba nada, aquello no cambiaba nada.

♛♛♛

Me quite toda aquella ropa y me puse los mismos trapos de siempre. Me sentía mentalmente cansada, todo este esfuerzo por convertirme en alguien que no era comenzaba a pasarme factura y ni siquiera llevaba un día siendo la candidata para futura reina. Escuche un ligero golpe en la puerta y una de las doncellas anuncio la llegada de la princesa. No había tenido tiempo de hablar con Kathleen y por el disgusto en su rostro entendí que no tendríamos una conversación muy placentera.

—Eres muy buena fingiendo —dijo con tono severo—Seguro te divertiste viéndole la cara a la pobre princesa —eso no era verdad, pero quizás lo que dijera no serviría de nada.

—Kathleen yo.

—Pensé que todo esto era una ridícula broma, pero al verte sentada frente a los miembros del parlamento comprendí que no y me sentí como una estúpida—trate de acercarme ella, pero dio un paso atrás y eso me dolió.

—Mírame—dije y sé que se podía percibir la desesperación en mi voz—Ni siquiera puedo usar esas batas de seda sin pensar que estoy usurpando el lugar de alguien más—su mirada fue menos severa y ahora fue ella quien se acercó a mí.

Una reina sin medida (Plus size Queen #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora