El último descendiente Peverell

Capítulo 21: El Hombre de Dos Caras

-Debo decir, que estos regalos son fascinantes. Gracias, Harry_dijo la voz llena de emoción del rey de la nación duende, el gran Ragnuk X. Eso lo dijo mientras veía los múltiples objetos de gran valor que se encontraban dentro de una pequeña bolsa de cuero color blanco

-No es nada, Ragnuk. Cuando vine por primera vez a Gringotts, usted me ayudó sin siquiera conocerme. Estos regalos son pocos a comparación de la ayuda que me ha brindado la nación duende_terminó de decir Harrison al mismo tiempo que veía como el rey de la nación puede guardaba todos sus regalos. Entre los regalos se encontraban; libros antiguos (Que obviamente, Harrison ya había hecho algunas copias, y no los necesitaba ciertamente), armaduras, armas, joyas, y uno que otro vino

-Tus vacaciones navideñas debieron ser muy buenas para ti, Harry, ¿O me equivoco?_preguntó Ragnuk después de guardar la pequeña bolsa con regalos en uno de los cajones de su escritorio

-Harrison no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa por algunos segundos. Varios recuerdos de su reciente estadía con los Calderon-Boot venían a su mente, y eso claramente lo hacía muy feliz-Fueron increíbles, Ragnuk. Tenía bastante tiempo de no ver a mamá y a papá. Verlos otra vez y conocer a los mellizos, me hizo muy feliz_le respondio el joven Peverell a un sonriente Ragnuk

-Veo que mi decisión de dejarte bajo el cuidado de esa joven pareja tuvo sus resultados_comentó un sonriente Ragnuk. Harrison solo sonrió de la misma manera y asintió

-Eso igual se lo agradezco, Ragnuk. Si no fuera por usted jamás hubiera conocido a mamá y a papá. Ni siquiera se que hubiera sido de mi vida si no lo hubiera conocido a usted..._terminó de decir Harrison en un tono bastante pensativo y cambiando su semblante de felicidad por uno seriedad

-Ragnuk se sintió halagado al escuchar lo último dicho por Lord Peverell, pero al mismo tiempo se sintió extrañado. No pudo evitar pensar en la posibilidad planteada por el actual Lord de la Noble Ancestral y Más Antigua Casa de los Peverell. Desechó los pensamientos que se estaban formando en su cabeza y mejor decidió responderle al niño-Siempre has estado destinado a la grandeza, Harry. Tarde o temprano alguien se hubiera dado cuenta de tú leyenda_dijo Ragnuk viendo como el niño parecía reaccionar a sus palabras

-Harrison reaccionó a las palabras dichas por el rey de la nación duende y solo asintió-Gracias, Ragnuk_dijo el joven Peverell en tono de agradecimiento

A pesar de seguir su conversación con el rey Ragnuk, Harrison no pudo evitar pensar en las posibilidades que se había planteado hace unos momentos... De no escapar de los Potter, ¿El hubiera sido otra persona? ¿Acaso el hubiera sido otro Tom Riddle?

Luego de eso, la tarde paso rápidamente para Harrison y Ragnuk. Cómo Harrison ya tenía algunas horas desde que había llegado Gringotts, ambos ya habían hablado de varios temas, en su mayoría de las aventuras que Harrison había tenido en su travesía de mago elemental, su entrenamiento con los mejores maestros elementales del mundo, las batallas en las que había participado, y todos los aprendizajes y conocimientos que obtuvo a lo largo de su travesía. El rey de la nación duende estaba más que anonadado al escuchar todo lo que salía de la boca de Lord Peverell, por varios momentos creyó estar frente a un sabio anciano de edad avanzada, pero no era así, el se encontraba frente a un niño que apenas tenía once años. Sin duda todo parecía surrealista para el rey de la nación duende. Aún así, el rey Ragnuk estaba más que emocionado por seguir escuchando las historias de Harrison Peverell...

-El mundo es mucho más grande de lo que imaginamos_pensó en voz alta el rey Ragnuk para después darle un sorbo a su taza de té. Eso fue debido a que Harrison le había contado acerca de los muchos seres, criaturas y magos, con un poder mágico fuera de toda compresión