A medida que avanzaron los meses, dentro del continente Asgardiano, Harrison supo que su tiempo en ese lugar estaba llegando a su fin; en la Tierra, pronto, sería el día de la segunda prueba del Torneo.
A pesar de que Harrison disfrutaba de estar en ese lugar, ciertamente, extrañaba el lugar que él consideraba su hogar, la Tierra. No obstante, no le disgustó la idea de, una vez que todo terminara (que Voldemort fuera derrotado), establecerse en el continente Asgardiano a lado de su nueva familia.
Muchos eventos ocurrieron en los meses que el joven Peverell permaneció en ese lugar. Eventos que no solo lo envolvían a él, sino que también a más personas.
La mayor parte del tiempo, Harrison pasó su tiempo con Edward; Frigg y Vali no podían acompañarlos siempre debido a sus obligaciones como líderes del continente. En ese tiempo que compartieron juntos, y vaya que fue mucho tiempo, ellos se conocieron todavía más. Quizá fue por el hecho de que eran padre e hijo, pero ellos, indudablemente, crearon un gran lazo que jamás podría ser destrozado.
En los diferentes viajes que eran enviados, por petición de los distintos líderes del continente, Harrison no desperdiciaba el tiempo y le enseñaba a su hijo todo lo que sabía; había veces en las que luego entrenaban en medio de grandes bosques o en las hostiles montañas de Jötunheim. Harrison se sorprendió, y mucho, cuando descubrió que su hijo, irrefutablemente, era todo un prodigio; aprender el Destello en menos de un día fue prueba de ello. Harrison, luego de que Edward aprendiera el Destello, bromeó con él preguntándole si la familia Peverell estaba llena de prodigios.
A Harrison le hizo muy feliz enseñarle a su hijo a controlar su Magia Elemental. Él, ciertamente, le enseñó a su hijo tal y como le habían enseñado a él; aprender y dominar un elemento antes de pasar a otro. Por supuesto, Edward, con cada entrenamiento, terminaba casi muerto. Eso le valió que, en la actualidad, ya dominara dos de los cinco elementos que él poseía.
Posiblemente se debió al entrenamiento que ambos estaban llevando, y también a las misiones que luego se les asignaban, pero Edward y Harrison no fueron conscientes, hasta mucho más adelante, de cómo el continente Asgardiano, con cada día que pasó, mejoró a pasos agigantados; la infraestructura de los pueblos, ahora grandes ciudades, los avances tecnológicos que se veían en todos lados, el grandioso estado de ánimo de la población en general (un estado de ánimo que jamás se había visto), entre otros aspectos más.
Uno de los eventos más importantes que ocurrió, en esos meses, fue el que suscitó en la cena que se les organizó en honor a Sköll y Hati por haber cumplido con éxito su misión de cerrar todas las posibles brechas en los límites del continente Asgardiano (fue en ese momento que Harrison supo por qué ellos no habían estado en la batalla en contra de Harry Potter).
En esa cena, en la que estuvieron sólo miembros de la familia real, Harrison y Edward fueron “acorralados” por un incrédulo Hati; el lobo, familiar de Frigg, hizo una pregunta tras otra.
Dicha cena empezó muy bien (un ambiente bastante ameno), pero eso cambió casi de inmediato en el momento que Harrison, luciendo una mirada llena de convicción y determinación, se levantó de su asiento y avanzó hasta donde se encontraba sentado el rey Odín. Ninguna emoción se mostró en el único ojo visible del rey de los Aesir en el momento que Harrison Peverell se arrodilló y le pidió a él su bendición para estar junto con Frigg. Evidentemente, el ambiente en la sala explotó con esa declaración; Frigg no dijo nada (se encontraba totalmente sonrojada y a punto del desmayo), Edward agachó la mirada sintiéndose avergonzado por el momento (¿su padre no podía escoger un mejor momento para pedir la mano de su madre?), Hati aulló con fuerza (estando sumamente emocionado), Sköll miró la escena con genuina incredulidad, Vali, ya sintiendo los efectos del alcohol, rió con fuerza y felicitó a Harrison por su gran valentía y, por último, el rey Odín no dijo absolutamente nada (sólo miró de forma neutral a Harrison).
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El último descendiente Peverell
FanfictionLa vida de Harry James Potter nunca fue sencilla... Desde que tenía memoria, recordaba estar siempre a la sombra de su gemelo y hermano menor, Henry Potter... "El-Niño-que-vivió" Un día, y sin que Harry lo supiera, su destino cambiaría drásticamente...