La sensación de estar en la nada, de inmediato, se apoderó del cuerpo del joven Peverell. Él, sin saber donde se hallaba, no sintió absolutamente nada. Esta sensación, completamente indescriptible, no era la misma que lo acompañó cuando murió hace un tiempo, cuando murió a manos del dios Apolo.
-... ¿Dónde estoy?_fue la única pregunta que formuló el joven Peverell, sintiendo que sólo su consciencia estaba en ese lugar; por algún extraño motivo, no podía sentir su cuerpo
Trató de imaginar un cuerpo físico, así como lo hizo cuando imaginó que estaba vestido y no desnudo en los dominios de Muerte. Pero nada sucedió. Todo se mantuvo igual.
Para ese punto, Harrison comenzó a sentir una ligera sensación de temor. ¿Madre lo había engañado? ¿Todo había sido una mentira? ¿Por qué su cuerpo se sentía como si fuera parte de un todo? ¿Por qué sentía que estaba en todos lados?
-... Finalmente, has vuelto a ser uno con la magia, Harrison_susurró una voz, sonando desde todas las direcciones; no venía de un sitio en específico
-¡¿Madre?!_murmuró Harrison, no pudiendo percibir nada en los alrededores
-¿Qué sucede, Harrison? ¿No era esto lo que siempre anhelaste desde un principio?_le preguntó la entidad más poderosa de la existencia a su "hijo"
Harrison no dijo nada al respecto y no trató de contradecir ninguna de las palabras de Madre. Solo dejó que ella continuara hablando.
-Presiento que no obtendré respuesta alguna de tu parte, Harrison..._ planteó ella, haciendo un pequeño intervalo de lo que estaba a punto de decir
-Será mejor que vuelva en otro momento _ expresó ella, haciendo que su tono comenzara a sonar distante
De tener un cuerpo físico, los ojos del joven Peverell se habrían abierto en señal de consternación.
-¡No! Espera un momento, Madre_fue lo único que dijo el antiguo lord Peverell, esperando que la entidad no se hubiese ido
En caso de que ella se fuera, dejándolo a su suerte en ese lugar, ¿volvería?
Antes de que el antiguo lord Peverell pudiera recibir alguna respuesta de parte de la entidad, la sensación de la nada, que su cuerpo percibía, desapareció casi al instante y todo volvió a materializarse delante de él.
Respirando pesadamente, él pudo percatarse, en primer lugar, de que ahora se encontraba de pie sobre una especie de estructura circular... ¿en medio de un gran valle?
Además de la gran plataforma circular, que parecía levitar unos cuantos metros del suelo, el joven Peverell pudo darse cuenta de cuatro grandes pilares, que al igual que la plataforma eran de un tono blanco y parecían pertenecer a un material nunca antes visto por él, y de una gran serie de runas mágicas alrededor de toda la plataforma; runas mágicas de una complejidad tan avanzada que el ni él mismo podía siquiera comprender.
-¡Estoy de nuevo en este lugar!_musitó él, dándose cuenta de todo el lugar que lo rodeaba
Perdiéndose hasta más allá del horizonte, y mucho más, un hermoso, muy hermoso, valle se alzaba en todo su esplendor; gigantescas montañas, que parecían ser gigantes dormidos, protegían de manera natural el lugar, ríos y lagos con aguas totalmente cristalinas, un cielo completamente despejado cálido y lleno de vida, y un pasto tan suave como la seda eran algunas de las características que el joven Peverell recordaba de ese lugar.
-Bienvenido a mi hogar, Harrison_ presentó Madre, usando un tono que no reflejaba nada más que seriedad
Haciendo acto de presencia en la plataforma, Madre apareció en su forma física; la forma de una nube dorada.
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El último descendiente Peverell
FanfictionLa vida de Harry James Potter nunca fue sencilla... Desde que tenía memoria, recordaba estar siempre a la sombra de su gemelo y hermano menor, Henry Potter... "El-Niño-que-vivió" Un día, y sin que Harry lo supiera, su destino cambiaría drásticamente...