Capítulo 6: México, El país de las Maravillas

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01 de marzo de 1987, 08:40 am, Magicongreso Único de la Sociedad Americana, Edificio Woolworth, Nueva York, Estados Unidos de América

Hoy era el día en el que Lord Peverrel terminaría su estancia en los Estados Unidos, en estos momentos el se encontraba caminando a lado de su familia por el edificio de MACUSA, su dirección no era otra que la sala de red flu internacional. Mientras caminaban todos iban en silencio ya que al parecer ni ellos querían despedirse de Harrison ni el de ellos, de camino a la sala de red flu internacional, Harrison recordó con cariño los últimos meses...

Los pocos días que faltaban del año 1986, Harrison se la paso descansando en la residencia Calderon-Boot, al ser vacaciones navideñas, Edward, estaba todo el tiempo en la casa y le siguió enseñando más Hechizos de Defensa Contra las Artes Oscuras. El joven Peverell en esos últimos días de diciembre empezó a crear hechizos con su propia marca registrada. El primer Hechizo que consiguió crear fue uno llamado, Excaecatio, lo que hacía este hechizo era soltar una luz púrpura que salía con dirección al objetivo y al impactar causaba una ceguera temporal que duraba unos segundos, los suficientes para ganar un combate, Edward estuvo fascinado por la creatividad del niño ya que ese era un muy buen hechizo de distracción aunque le dijo que si podía llegar a subir el tiempo de la ceguera a un minuto probablemente sería muy útil. Otro hechizos que inventó Harrison fueron; beatus somnum, este hechizo hacia dormir al sujeto que impactará, aunque también podía ser usado en uno mismo para dormir tranquilamente. También había creado el hechizo vehemens prurigine, este provocaba que la víctima sufriera de una picazón inmensa al grado de desmayarse. Y así se la paso los últimos días de 1986, entre creando, dominando y entrenando sus nuevos Hechizos y Encantamientos. El día 31 de diciembre fue uno que Harrison jamás olvidaría en su vida, unos días antes de ese día, Ivy y Edward, le habían informado que pasarían la fiesta de fin de año junto a toda la familia Roberts, la familia de Ivy y Celestine, ellos le dijeron que la fiesta se haría en la mansión de la familia Roberts en la ciudad de Los Angeles, Harrison en un principio pensó en declinar la oferta ya que sentía que no se iba a sentir cómodo pero al final acepto ya que sería una buena oportunidad de conocer la ciudad de  Los Ángeles. La familia Calderon-Boot junto con el joven Peverell llegaron a la ciudad de Los Ángeles, un día antes de la fiesta de fin de año, esto claro fue por insistencia del pequeño Harrison ya que el quería conocer la ciudad. Los adultos lo llevaron a conocer diferentes puntos de interés de la ciudad como por ejemplo; El Paseo de la Fama de HOLLYWOOD, cuando llegaron a este lugar Harrison pregunto el porque había muchas estrellas con nombre en el suelo pero Ivy solo le respondió que era porque los muggle tenían un trabajo llamado "Actuacion" y estos al ser muy famosos les daban una estrella en este lugar, está explicación confundió a Harrison ya que no sabía cuál era ese trabajo muggle, decidió investigar más tarde acerca del tema. Luego fueron a un lugar llamado Beverly Hills, en este lugar no se necesito explicación ya que era muy parecido al Callejón Wall Street en New York solo que con cosas muggle. Después de ese lugar fueron a otro llamado Chinatown, al niño Peverell este lugar le llamo muchísimo la atención ya que todo se sentía diferente, el sabía que viviría una experiencia real de lo que es China muy pronto así que solo sonrió al pensar eso. Ya era medio día y ellos decidieron ir a almorzar a un lugar llamado Grand Central Market, el paladar de Harrison fue una explosión de sabores al probar las diferentes comidas que vendían en el lugar, en este lugar vendían té, café, zumos de fruta, sándwiches, falafel, tacos y chow mein. Cómo ya estaba cayendo la tarde, los tres adultos decidieron llevar al niño a un lugar que sin duda le encantaría, lo llevaron a dar un paseo por la playa de Santa Mónica, la vista del atardecer reflejado en la playa era algo sin duda mágico, Harrison observo el atardecer con una sonrisa de melancolía, el jamás de todos los tiempos pensó que estaría ahí en ese momento, al principio del año se imagino que la pasaría igual que todos los anteriores años, sin amor, sin amigos, sin padres... Pero el ahora estaba parado ahí, en Santa Mónica California, esto solo hacia que fuera muy feliz y derramó algunas lágrimas en la arena de la playa, los adultos no necesitaron usar la Legeremancia para saber que estaba pasando por la mente del niño en estos momentos, decidieron esperarlo para que se desahogara sólo. Cuando el sol se ocultó en el horizonte, Harrison volteo hacia su familia y les dio una sonrisa en señal de que todo estaba bien, ellos lo recibieron con una sonrisa y decidieron que era hora de ir a la mansión de los Roberts para hospedarse y poder prepararse para la fiesta de mañana. Ellos usaron la Aparición para poder llegar a la residencia de la familia Roberts, Harrison al no saber el lugar solo tomo la mano de Celestine, llegaron después de unos segundos, Harrison cayó al suelo al aparecer de nuevo ya que no estaba acostumbrado a aparecerse junto con otras personas, el mientras estaba en el suelo bromeó acerca de que sería mejor viajar a través de la red flu en lugar que con Celestine, esto hizo reír a ambos adultos pero a la joven mujer solo hizo que una vena apareciera en su frente. Despues de eso empezaron a caminar por un jardín muy grande, en este había muchas flores cultivadas, antes de que Harrison preguntará el porque había muchas flores preguntó acerca de dónde estaban, Ivy le respondió diciéndole que estaban en la residencia Roberts, ubicada en el Barrio Bel-Air en Los Ángeles, el joven Peverell solo asintió aunque en estos momentos estaba perdido y no sabía en qué lugar de los Ángeles estaba aunque por deducción propia supuso que estaban en un lugar bastante lujoso. Cuando entraron a la mansión Roberts, Harrison vio que había mucha gente esperándolos, el no creía que todas las personas presentes fueran parte de la familia Roberts pero sus dudas se resolvieron cuando la Madre de Ivy y Tía abuela de Celestine se presentará, ella se presentó de una manera muy amigable, hablaba con el tono de abuela que hacía sentir bien a uno, era muy parecida a Ivy solo que ella tenía el cabello negro con algunas canas visibles. Ella saludo alegremente a Harrison y le dijo inmediatamente que era siempre bienvenido a ese lugar, eso solo hizo feliz a Harrison e inmediatamente paso a la sala de estar para conocer a toda la familia Roberts. El joven Peverell conoció a cada uno de los integrantes de la familia Roberts, lo que más lo sorprendió fue que eran muchísimas personas que conformaban a la familia y más sorprendente fue que toda la familia Roberts eran Magos y brujas de sangre pura, esto si que era curioso para el niño ya que en Gran Bretaña las familias de sangre pura por lo regular eran muy pequeñas y no pasaban de los 5 integrantes, aquí era muy diferente, eran fácilmente más de 20 personas. Harrison ese día en la cena conoció mejor a los integrantes de la familia Roberts, cada uno le contó al niño cosas como los lugares donde trabajaban, a qué casa asistieron en Ilvermorny, quienes eran sus familias y anécdotas de sus vidas, el joven Peverell se enteró que casi todos los miembros de la familia trabajaban en el extranjero por eso es que en estas fechas todos se reunían en familia. Después de eso Harrison pensó por un momento si decir quién era pero al final decidió hacerlo ya que ellos le habían dicho todo sobre cada uno, luego de pensar, Harrison le contó a todos los presentes como el era el Lord de La Noble Ancestral y Más Antigua casa de los Peverell así como también era el Lord de La Noble y Ancestral casa de los Gaunt, claro que después de decir esto el silencio en la mesa no se hizo esperar, cuando todos reaccionaron a la información que dijo el niño las preguntas empezaron, Harrison tardo 1 hora en responder cada una de sus preguntas, ahora todos los integrantes de la familia Roberts estaban halagados de que una persona de la talla de Lord Peverell los estuviera acompañando está noche, Harrison solo río ante esto y les dijo que el todavía faltaba mucho para que pudiera el mismo pensar que era Lord Peverell. El último día de 1986 fue grandioso para el pequeño Harrison, el al principal se sentía como un extraño en esa residencia pero las personas los aceptaron como si fuera uno más. La fiesta de fin de año sin duda fue todo un éxito, la familia Roberts hizo que la fiesta fuera muy agradable pero muy divertida a la vez, hubo un gran banquete con muchos platillos de diferentes partes del mundo, hubo también bailes, risas, regalos, entre muchas cosas más...

El último descendiente PeverellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora