05 de Enero de 1991, 23:35 pm, Berlín, Alemania
Las horas pasaron rápidamente para el trío conformado por Harrison, Horus y Quetzalcóatl. Aunque el viaje transcurrió de manera rápida, tuvieron algunos inconvenientes durante este mismo. El inconveniente principal fue que Quetzalcóatl tuvo que hacer varias paradas en diferentes países, eso fue debido a que la serpiente emplumada se agotaba con rapidez, y aunque se recuperaba con la misma velocidad eso hizo preocupar a Harrison y a Horus...
Harrison con el pasar de los años se había vuelto alguien muy perceptivo, eso hizo que empezará a notar como su familiar se veía más débil y pareciera como si estuviera enfermo. Desde hace ya algunos meses, el joven Peverell comenzó a notar como su familiar/maestro perdía magia con el pasar de los días, al principio no le dio mucho importancia pero después de unos meses se percató que la magia de su familiar no dejaba de agotarse. Harrison al descubrir eso decidió preguntarle a su familiar si se encontraba bien pero este último solo le respondía diciéndole que se encontraba a la perfección aunque lo decía con un tono que fácilmente ocultaba algo. El joven Peverell tomo esas palabras de su familiar y decidió dejar de insistir en el tema. No fue hasta hace apenas unos meses que la serpiente emplumada comenzó a verse deteriorado físicamente, ese hecho solo provocó que su magia comenzará a agotarse a un paso más acelerado comparado a hace unos meses, también su plumaje real comenzó a verse sin vida, sus antes pumas rojas y verdes ahora se veían apagadas y sin vida. Cuando Harrison noto el deterioro físico de su familiar decidió encararlo para saber que estaba pasando en realidad, la serpiente emplumada solo seguía diciendole que se encontraba bien y que siguiera concentrándose en su entrenamiento con el Estado Druida. El niño ya muy preocupado no creyó en sus palabras y rápidamente le pidió a su maestro Bao Bao consejo acerca de lo que le estaba pasando a la serpiente emplumada. Bao Bao por su parte no le dijo nada que le ayudará, en cambio solo le pidió que esperara a que su familiar le hablara de su situación. Harrison no tuvo más remedio que aceptar el consejo de su maestro pero desde ese día vivía con la preocupación de saber que le estaba sucediendo a su maestro/familiar, Quetzalcóatl. La serpiente emplumada por su parte se sentía mal por no poderle decirle nada a Harrison acerca de su pequeño "problema". El se prometió que cuando llegara el momento le contaría todo a su alumno, lo único que pudo hacer en los días posteriores fue entrenar a Horus, eso lo hacía con el objetivo de proteger a Harrison en su tiempo en Hogwarts. Quetzalcóatl siempre estuvo consciente de que pronto su existencia terminaría pero aún así el siempre estaría con Harrison, ya sea en vida o en la muerte...
-Quetzalcóatl salió de sus pensamientos al notar que ya estaban cerca de la ciudad de Berlín, empezó a volar más despacio y una vez que ya estaba completamente inmóvil hablo-Hemos llegado, bienvenidos a Berlín, Alemania_dijo la serpiente emplumada para voltear a ver a su alumno y a su fénix, su sorpresa no se hizo esperar al ver a Harrison sentado y con su mirada perdida, Horus le hacía compañía
-La serpiente emplumada uso rápidamente la Legeremancia y no tardó ni un segundo en ver los pensamientos de su amigo/alumno-Hemos llegado, Harrison_volvio a hablar Quetzalcóatl mientras movía al niño con una de sus alas
-El joven Peverell pareció reaccionar a ésto y rápidamente regreso a la realidad-¿Que pasa amigo?_pregunto Harrison con rapidez, había estado tan metido en sus pensamientos que ni siquiera había sentido el inmenso frío que había en la zona
-Quetzalcóatl al ver cómo su alumno temblaba de frío, rápidamente lo cubrió con algunos hechizos calentadores, vio como Harrison le agradecía pero este último se veía muy distraído, la serpiente emplumada solo sacudió su cabeza y comenzó a hablar-Hemos llegado, Harrison, de vuelta en Europa_comento la serpiente emplumada viendo como su amigo asentia
ESTÁS LEYENDO
El último descendiente Peverell
FanfictionLa vida de Harry James Potter nunca fue sencilla... Desde que tenía memoria, recordaba estar siempre a la sombra de su gemelo y hermano menor, Henry Potter... "El-Niño-que-vivió" Un día, y sin que Harry lo supiera, su destino cambiaría drásticamente...