Capítulo 49: El Destino de los Nueve Reinos II

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Ninguno de los líderes, en ese instante, se atrevió a hacer algún movimiento. Todos, ciertamente, estaban conmocionados de ver a Harrison Peverell, el famoso Mago Elemental prodigio del que tanto se hablaba, por primera vez.

—… ¡Señor Peverell!_gritó Edward, llegando hasta donde se hallaba Harrison

Los seis líderes, pareciendo salir de su estado de conmoción, desviaron sus miradas hacia el joven, más joven que el mismísimo Harrison Peverell y que terroríficamente se parecía demasiado a él, que venía descendiendo desde las alturas; ¿Estaba volando?

—Harrison, poniendo un semblante sereno, pero al mismo tiempo severo, aprovechó para bajar las armas del rey Odín y del rey Thrymr y habló—Me podrían decir…, ¿qué está pasando aquí?_les preguntó Harrison a ambos reyes, mientras Edward se ponía a su lado

Ambos reyes, ante la pregunta que acababa de hacer el hijo de la mismísima Madre Magia, retrocedieron unos cuantos pasos y regresaron a lado de sus aliados.

—¡Señor Peverell!_el rey Freyr dio unos cuantos hacia adelante y, estando todavía anonadado por la presencia del mismo Harrison Peverell, hizo una reverencia

Todos ahí sabían quién era él. Sabían a la perfección de qué era capaz Harrison Peverell. Nadie sería tan estúpido para comprobar si las historias que se contaban de Harrison Peverell, historias en las que él podía destruir planetas con un solo toque, eran verdaderas.

El rey Odín, la princesa Frigg (que parecía no poder contener su emoción de volver a ver Harrison), la reina Hela, el rey Hreidmar y el rey Thrymr siguieron el ejemplo del rey Freyr e hicieron sus respectivas reverencias.

Después de unos segundos, cada uno de ellos se levantó y, estando la atenta mirada de Harrison Peverell y su… ¿hermano?, pareció analizar minuciosamente a los dos jóvenes que acababan de intervenir.

—Rey Odín, rey Thrymr…, ¿me podrían explicar por qué estaban a punto iniciar una guerra completamente innecesaria hace unos momentos?_les preguntó el joven Peverell a ambos líderes, intercalando su mirada en ambos reyes

Transcurrieron unos segundos en silencio. Eso pareció acabar en el momento que el rey Odín dio unos cuantos pasos hacia adelante y, con su figura que imponía terror, respeto y poder, habló.

—Quizá, su majestad Thrymr, pueda responder a su pregunta, señor Peverell_ declaró el líder de los Aesir, sabiendo a la perfección que debía tener cuidado con las palabras que elegía

A diferencia de con su nieta (sí, él sabía lo que su nieta sentía por el joven Peverell), el rey de Asgard entendía que Harrison Peverell no sería para nada indulgente en caso de que su elección de palabras no fueran las correctas.

—Luciendo un semblante lleno de furia, el rey de Jötunheim respondió—¡Esos tres de ahí, señor Peverell, están llevando al continente Asgardiano a su inminente final! ¡Ya se encargaron de eliminar a las únicas personas, de nuestros reinos, que podrían hacerles frente! ¡Ahora solo están esperando el momento para conquistar, finalmente, todo el continente!_ casi gritó el rey de los Jotun, viendo que una inmensa furia a los tres personajes que, innegablemente, “controlaban” el continente

—Nosotros no éramos los que tenían sus ejércitos en las fronteras de cada reino…_ reprochó Frigg, dedicándole una mirada llena de molestia al rey de Jötunheim

Ese comentario, por parte de la princesa de Asgard y Vanaheim, pareció encender la llama de la aversión entre ambos bandos. De inmediato, declaraciones de todo tipo se escucharon.

—¡Ya basta!_les dijo Harrison a los seis líderes, después de escuchar información suficiente

Harrison permitió esa “guerra” de declaraciones entre ambos bandos ya que quería escuchar más acerca de la situación del continente Asgardiano.

El último descendiente PeverellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora