Los tenues y cálidos rayos de luz que se filtraban por la ventana, que anunciaban el inicio de un nuevo día, y el intenso olor a madera que se percibía en el ambiente, consiguieron que, lentamente, el par de orbes esmeralda del joven Peverell se fueran abriendo.
Cuando los ojos de Harrison se abrieron por completo, y su visión se adaptó al nuevo lugar en el que se hallaba, se levantó cuidadosamente y procedió a sentarse sobre esa suave y misteriosa cama. ¿A quién pertenecía esa cama? Mientras su mente se organizaba a una gran velocidad, el joven Peverell se cuestionó un par de cosas.
¿Dónde estaba? ¿Se encontraba en la aldea de Bao Bao? ¿De verdad sucedió todo lo que recordaba? ¿Su reencuentro con Muerte, Quetzalcóatl y… Madre fue real?
Recordó un lúgubre y bello lugar, el hogar de Muerte para ser más preciso. Y no solo eso, recordó todo lo que ocurrió en ese lugar; las preguntas que Muerte no pudo responder, la aparición de su antiguo maestro, la hostilidad de Muerte luego de que comenzara la masacre en contra de su antiguo maestro, la aparición de esa extraña y poderosa entidad llamada “Madre”, sus extrañas palabras y… y el cómo esta última había conseguido retirar cualquier rastro de magia dentro de él.
—¡Todo lo que sucedió fue real!_aseguró Harrison, en un susurro, al mismo tiempo que agachaba su mirada y su rostro se ensombrecía
Esas palabras salieron de la boca de él luego de que, con un leve rastro de esperanza, intentara crear una pequeña bola de fuego sobre la palma de su mano. Desde luego, esa pequeña bola de fuego jamás apareció; Harrison ni siquiera pudo sentir la magia fluir alrededor de su cuerpo, ni siquiera pudo sentir la magia que rodeaba todo ese lugar.
Se tumbó en la cama en la que se encontraba. Se mantuvo en esa posición durante un par de minutos sin pensar en nada en particular; solo disfrutó de la suave y cómoda sensación que le ofrecía esa cama; era tan reconfortante.
Harrison, además del fuerte olor a madera, podía oler el aroma de… ¿libros antiguos? ¿metal? ¿comida podrida? ¿alcohol?
¿Dónde estaba?
—Estoy seguro de que esta casa, esta cabaña, o lo que sea, es perteneciente a la aldea de Bao Bao. La verdadera cuestión aquí es, ¿por qué no se escucha nada desde aquí?_ se cuestionó Harrison para sus adentros, no pudiendo dejar de lado el aroma a madera que desprendía la vivienda en la que se encontraba
Una vez más, el antiguo lord Peverell se sentó sobre la cama y, en un movimiento un poco brusco, se puso de pie. Por un instante, sus piernas tambalearon, pareciendo ser de mantequilla, y unas inmensas ganas de vomitar se hicieron presentes en su ser. Al ver un cubo de madera cerca de su cama, él no dudó en usarlo…
—¿Cuánto tiempo habré estado en esa cama?_fue la pregunta que se hizo él mismo, una vez que las ganas de vomitar se esfumaron de su cuerpo
Se incorporó rápidamente luego de que dejara, a un costado de él, el cubo que había utilizado con anterioridad.
Estando de pie, y sintiéndose un poco mejor, él pudo percatarse de que, en la habitación, además de la cama que había utilizado, solo había una pequeña mesita de noche y una silla. No parecía haber nada más ahí.
—No hay nada más aquí. ¿Dónde estará todo mi equipo?_se preguntó Harrison para sí mismo, mientras esa nueva interrogante surgía en su mente; ¿Dónde estaba su varita de saúco? ¿Dónde estaba su capa de invisibilidad? ¿Dónde estaba el resto de su equipo?
—Tengo el presentimiento de que Bao Bao sabe la ubicación de mi equipo_expresó él, sabiendo que, posiblemente, su antiguo maestro tendría todo su equipo
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El último descendiente Peverell
FanfictionLa vida de Harry James Potter nunca fue sencilla... Desde que tenía memoria, recordaba estar siempre a la sombra de su gemelo y hermano menor, Henry Potter... "El-Niño-que-vivió" Un día, y sin que Harry lo supiera, su destino cambiaría drásticamente...