Capitulo 3

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Jimin suspiró. El debió haber esperado eso. El hecho de que podría tener quince llamadas justo el primer día que obtuvo el celular de ayuda. ¿A cuántas personas ayudó? A Ninguna. Cero. Nada.

Todas llamadas de broma

—¿Por qué estoy haciendo esto? —preguntó a su mamá días después.

Ella lo miró desde donde estaba pintando y sonrió a su hijo que estaba acurrucado en un sofá dibujando. —Porque quieres ayudar a las personas que te necesitan.

—¡Sí, pero nadie está llamando realmente! Todo lo que hacen... —Jimin fue interrumpido por el sonido de su celular— ¿Bueno? ... ¡Oh dios! ¡Deja de llamar! ¡Existe gente que sí necesita esta línea! —Y con eso, Jimin colgó—,como decía, eso es lo que la gente hace. Llamadas de broma.

Suni sonrió ligeramente a su hijo mientras se quitaba unos molestos cabellos de su rostro. Jimin rió al ver como ella se llenaba las mejillas de pintura. —Tal vez deberías verlo de una manera diferente.

—¿A qué te refieres?

—Tú has jugado el juego de la confianza —Suni lo dijo más como una afirmación pero Jimin estaba un poco confundido.

—¿Confianza?

—Sí ¿No lo recuerdas? El juego donde le das la espalda a alguien y te dejas caer y la otra persona tiene que atraparte —Jimin asintió con la cabeza—.Ahora recuerdo ese juego. Pero, ¿Qué tiene que ver con todo esto?

—Pues, recuerdo que solías examinar a las personas para después dar vueltas alrededor antes de dejarte caer, así sabías que donde fuera que te tiraras la persona te iba a seguir y atrapar. ¿Qué tal si la gente está haciendo lo mismo con las llamadas? Bueno, al menos creo que algunas llamadas son asi. Tal vez esa sea la forma en que ellos se dan cuenta si estarás ahí cuando alguien realmente caiga.

Jimin se quedó callado mientras detenía el lápiz que estaba usando, su cabeza estaba considerando las palabras de su madre. Por alguna razón eso le hizo recordar su clase de música y a Jungkook. Sus canciones eran tristes, aunque él actuaba como un engreído de vez en cuando.

Suni le sonrió dulcemente antes de volver a pintar en el lienzo. Jimin, sabiendo que su conversación había terminado, se levantó antes de ir a su habitación para llamar a su mejor amigo.

—Hey Suga.

—Oh, que hay Jimina.

—¿Las tienes tú también?

—¿Las llamadas de broma?

—Aja.

—Si —Suspiró Yoongi—.Y pensar que esto solo es el comienzo.

Entonces Jimin le conto a Yoongi todo lo que su madre le había sugerido —¿Me estas bromeando?

—¿Qué?

—Piensa de quienes estamos hablando, es como, el grupo de Jungkook—Jimin mordió su labio inferior—.No lo sé, Suga... yo solo... yo creo que mi mamá comprende más de esto.

—Okey, Jimin —El rubio sonaba escéptico pero Jimin comprendía la razón. Los populares eran chicos arrogantes la mitad del tiempo, si no es todo el tiempo. Ese pensamiento hizo que los ojos iracundos de Jungkook se clavaran en la mente de Jimin... Él nunca había visto a Jungkook tan enojado.

—¿Hola? ¡¡Hola!!

—Ah, ¿Qué? Lo siento Suga. Estaba en mi propio mundo.

—Así parece y ¿Quién estaba contigo en ese mundo? —Jimin sonrió—.Nadie.

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