Capítulo 28

163 17 0
                                    


Notas: Se que amaran este capi hay tantos sentimientos encontrados y es tan tierno T.T así que disfrútenlo!!


Esa pequeña frase saliendo de los labios de Jungkook hizo sonreír ampliamente al mayor, sintiendo que la felicidad abrumaba su alma. Las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos color avellana y una expresión de preocupación se cruzó en el rostro del pelinegro quien estaba en el dilema de consolar a Jimin o no tocarlo.

—Voy a hacer algunas llamadas si queremos que te quedes aquí a partir de hoy, Jungkook —dijo Pat suavemente mientras trataba de ocultar su sonrisa por la manera que lucía Jungkook en ese momento. Parecía bastante lindo al no saber qué hacer con las lágrimas de su amigo; lágrimas que no sabía que eran de felicidad.

—J-Jimin —Jungkook trató de decir su nombre para calmarlo pero parece que no funcionó.

La escena de alguna manera hacia doler el corazón del joven pelinegro. Quería que las lágrimas se detuvieran pero no sabía cómo. Lentamente, el adolescente se mordió sus labios pensando, hasta que un viejo pensamiento vino a su mente.

Algo suave aterciopelado tocó la frente del mayor. Esa sensación suave y delicada lentamente se evaporo en su frente mientras sus orbes avellanas evitaban por temor ver la cara del pelinegro que se encontraba demasiado cerca. Jungkook acababa de besar la frente de Jimin.

—Pensé que esto te calmaría —Jungkook dijo casi en un susurro mientras sus ojos color chocolate se encontraron con los mojados de Jimin.

—Pensaste bien —El mayor respondió mientras se daba cuenta de que ya no derramaba más lágrimas de sus hermosas orbes.

—Mi papá me dijo que mamá solía hacer eso para tranquilizarme cuando yo era pequeño —Jungkook explicó como si fuera normal besar la frente de alguien.

De alguna manera en su cabeza retorcida, Jungkook pensó que era como un pequeño hechizo que funcionaba, pero en la cabeza de Jimin, sus lágrimas se detuvieron totalmente por la conmoción y el torbellino que floreció en su estómago. Jungkook lo había besado. Una vez más. No es que las dos veces fueran en el mismo lugar, ni que había estado sobrio por primera vez, pero aun así, en su joven enamorada mente sólo tres palabras tenían sentido en este momento: Jungkook.Lo.Besó.

—¿Estás bien? —preguntó Jungkook rompiendo el tren de pensamientos de Jimin mientras sus mejillas se tornaban de un color rojo brillante.

—Sí, ahora lo estoy —dijo Jimin tratando de actuar normalmente recibiendo un asentimiento de cabeza del pelinegro.

De alguna manera Jungkook estaba volviendo, no el enojado Jungkook, pero si el serio. Al menos ahora había vida en sus ojos, un brillo suave que hizo a Jimin saber que el pelinegro estaba allí con ellos y no en otro planeta.

—Ya está todo —Se escuchó la voz de Pat que salía de la cocina donde ella había estado haciendo algunas llamadas—. De alguna manera Jisung sabe lo que está pasando ahora.

—¿Padre? —Jungkook aún no estaba acostumbrado a llamarlo tío, para él Jisung era el padre y Mark era su padre. Palabra clave "su" padre.

—Bueno, sí. Aun así, hum, creo que sería mejor si vamos por tus cosas antes de que sea demasiado tarde. Yo realmente no quiero cenar tarde—dijo Pat mirando el reloj que mostraba que eran las siete y media.

—¿Jimin? —Jungkook habló luego que su mente registró todo lo que su tía le dijo.

—¿Si, Jungkook?

—... ¿Quieres ir con nosotros? —Las orbes color chocolate, curiosas e infantiles del pelinegro miraban expectantes al mayor, quien se limitó a asentir, brindándole coraje al pelinegro.

TIENES UNA LLAMADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora