Capítulo 24

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La oscuridad llenó el lugar, sólo una luz tenue logró alumbrar el flácido cuerpo de Jungkook. ¿Qué estaba haciendo allí? El joven pelinegro ni siquiera sabía dónde estaba. Todo era negro, la soledad rodea su débil ser. Jungkook se sentía tan solo. Se quedó sentado en el frío suelo y abrazó a sus largas y delgadas piernas.

"Jungkook" La voz de Jin se escuchó tras unos pasos ligeros que se escucharon desde lejos, y fue entonces cuando Jungkook logró ver al chico correr hacia su dirección. Jin estaba corriendo más rápido como si estuviera huyendo de algo. Oscuridad.

"Jin", gritó Jungkook, mientras sus ojos contemplaban la escena temerosamente. La oscuridad fue rápidamente cubriendo al bonito chico quien sólo pudo extender el brazo para alcanzar a Jungkook, pero ya era demasiado tarde. La oscuridad se había llevado a Jin.

"Jungkook" Una voz dijo mientras que los ojos del pelinegro se abrieron para encontrarse con la suave luz de la luna que llenaba la habitación. Una habitación de invitados. Claro, él estaba en casa de su tía.

El aliento del pelinegro era pesada y corta.

"¿Jungkook?" Jimin rápidamente volvió a preguntar cuando llegó al lado de Jungkook, que no era nada difícil, ya que ambos compartían la cama.

Suavemente una tierna mano acarició la mejilla del pelinegro suavemente volteando el rostro de Jungkook así los ojos chocolate muertos pero tranquilos podría encontrarse con los preocupados ojos avellana. Lentamente, una mano áspera y fina tomó las delicadas manos del mayor presionándolas fuertemente. Fue entonces cuando los ojos de Jungkook mostraron tristeza y Jimin no pudo soportarlo más, dejando que su cuerpo caiga suavemente sobre el joven pelinegro y lo abrazó tiernamente haciendo cerrar los ojos de Jungkook y respirar intensamente el suave aroma de Jimin.

"Estoy bien." Jungkook habló débilmente mientras Jimin se movió hacia un lado para ver mejor al pelinegro.

"Pero Jungkook, estabas gritando su nombre y..." Jimin dijo, pero rápidamente se calló, al ver como el dolor cruzó las orbes chocolate que le importaba.

"... ¿Qué nombre?" Susurró Jungkook, aunque sabía la respuesta.

"El de Jin..." Jimin dijo sintiéndose como un acosador por saber algo que Jungkook no le había dicho antes. "Namjoon me lo dijo hace algún tiempo, cuando te desmayaste... yo... lo siento." Dijo el mayor mientras bajaba la cabeza.

"¿Qué te dijo?" Después de un rato Jungkook preguntó en un tono monótono haciendo que Jimin levantara la cabeza para mirar las orbes de Jungkook.

"No mucho, sólo... un poco de su pasado, que, que era muy cercano a ti y a Namjoon, y su promesa rota..." dijo Jimin mirando orbes del pelinegro los que comenzaron a mirar alrededor, como si estuviera pensando qué decir a continuación.

"Éramos niños en ese entonces... me encontré con Jin y nunca pensé que él y yo íbamos a terminar siendo tan similares." Jungkook dijo mirando a la luna por la ventana, tratando de hablar. De alguna manera el deseo de hablar vinieron. Jimin nunca le juzgo, que Jungkook sabía a ciencia cierta. "Tenía problemas con sus padres como yo, nos sentimos tan... vacíos... pensé que podríamos superarlo juntos ... pensé que todo iba bien con él, ya que ese fin de semana no me había dicho nada, me sonreía y nos reíamos, estábamos bien, al menos eso es lo que yo pensaba ... Pero entonces, sin previo aviso" Jungkook sollozó tratando de controlarse. "Al día siguiente  Namjoon me informo, y me dio una carta... Jin me escribió una última carta, no, ni siquiera a su madre... Si yo no hubiera creído su falsa fachada, yo, estoy seguro de que todavía estaría a mi lado..."

Incluso si el pelinegro no le había contado toda la historia fue suficiente para Jimin entender y sentir lo mismo que Jungkook estaba sintiendo, esta vez fue Jungkook el que abrazó el otro.

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