Capítulo 22

174 22 1
                                    


Sus orbes color chocolate no podían comprender lo que estaban viendo en la sala de su hogar. No solo Lou y Jisung estaban ahí, pero también un dolido Jackson y la mujer que conoció hace algunos días en el parque, Pat Cheong.

Como habían logrado estar todos ellos ahí y creado una atmósfera tan pesada era algo que el joven no podía imaginar.

–Jungkook –ambas mujeres llamaron al recién llegado. Parecía que cuando Jungkook entró, la conversación que se estaba llevando acabo fue cortada.

– ¿Dónde diablos has estado? –Dijo Jisung sabiendo perfectamente que el chico no había pasado la noche en su habitación–. ¡Responde!

–Con Jimin –dijo Jungkook rápidamente en un pequeño murmuro. Pat solamente fulminó a Jisung con la mirada.

–¿Quien demonios es ese?

Ante ese comentario la joven invitada volteó los ojos.

–Es el estúpido marica que me hizo esto, –respondió Jackson señalando su rostro afectado–. Jungkook se emborrachó ayer y ese maricón lo alejo de mí.

A pesar de que el pelinegro no contestó para defender a Jimin, Pat logró ver un gesto dolido y un tanto molesto en los ojos muertos de Jungkook .

–Desayuna y vete a tu cuarto Jungkook –Lou habló después de una pequeña pausa–. Jackson, bebé, vete a tu cuarto también por favor.

–¿Que-por qué? Estamos hablando de Jungkook . No me iré, –dijo Jackson pero la mirada que le dedicó su padre hizo que el joven se levantara de su lugar en el sillón, no sin antes bufar y subir las escaleras. Todos recibieron una fría mirada por parte del hermano mayor.

–Hay un poco de cereal, –dijo Lou al joven pelinegro quien aún no se movía de la sala.
–No... no tengo hambre –dijo suavemente Jungkook .

–No me importa. Ahora ve, –Lou no dejó de ver a la mujer que estaba observando intensamente a Jungkook , o mejor dicho, la manera de cómo él interactuaba con su familia.

–Que no se valla –interrumpió al final Pat–. Tiene el derecho de saber que está pasando. Ya tiene la edad suficiente para saber. Ya no es un niño –dijo Pat caminando hasta donde estaba el joven  y tomó suavemente su brazo.

–¡No toques a mi hijo! –gritó Lou sintiendo que ese simple toque podía cambiar las cosas de una vez por todas, y eso no era bueno; al menos no en sus planes. La manera en que Pat tocó el brazo de Jungkook y como el chico no reaccionó fue algo que le preocuparon.

–No es tu hijo Lou –dijo Pat llamando la atención de Jungkook . Esta joven mujer sabía su secreto. De alguna forma esta mujer se veía muy familiarizada con todo lo que estaba pasando. ¿A caso ella formaba parte de su pasado? No lo sabía. Había bloqueado tantas memorias de su mente, pero aun así quería saber. Jungkook quería saber quién era esta tal Pat Cheong.

–Esto es suficiente Pat –dijo fríamente Jisung–. A pesar de que este niño no es nuestro ha estado por siete años con nosotros.

–¿Y? Eso no significa que se quedará con ustedes. No hay un papel oficial que indique eso –informó acertadamente Pat haciendo que Jisung frunciera el ceño con enojo–. Y si fuéramos a llevar esto a juicio creo  que todos sabemos como terminaría ¿verdad? No lo han cuidado en todo este tiempo y yo solo quiero ayudarlo. Creo todos pueden notar lo enfermo que está.

–Siempre ha estado así –se defendió Lou pero ni ella misma creyó sus palabras. Claro que Jungkook nunca había sido así y obviamente estaba enfermo, simplemente no se habían molestado en notarlo. No hasta que fue muy obvio.

TIENES UNA LLAMADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora