Capitulo 34

153 18 1
                                    

 Este capi es tan ksdhdjfgjhdgsjlñdkalñ lo ame!!! T.T espero que aun se acuerden de Jin puesto que este capi sera dedicado para el *corriendo por tissues* Disfrutenlo!


Desde que se despertó, Jungkook sabía que había algo diferente en ese día. Él simplemente lo sintió. Aunque era domingo se despertó temprano. Sabía que tenía cosas que hacer, cosas que arreglar, pasado que debía dejar ir...

Una ducha rápida y elegir algo de ropa limpia, era todo lo que el pelinegro hizo antes de salir del edificio, no sin antes dejar una nota a su tía donde le decía cuál era su destino.

Paso a paso, Jungkook siguió caminando sintiendo sus mejillas arder con el frio viento de diciembre, y sus manos desnudas presionando firmemente una caja metálica en la parte delantera de su pecho. Era maravilloso ver la nieve rodear las calles y hacer ese suave sonido cada vez que el pelinegro daba un paso. Era como música para él, suave música que trataba de calmar sus nervios. Nunca había hecho esto antes, aunque era la primera vez que sentía la necesidad de hacerlo. Había pasado mucho tiempo, que el necesitaba compartirlo, abrirlo, para volver a ser el mismo de siempre, su verdadero yo.

Dos golpes en la puerta de madera eran suficientes para llamar la atención de los que vivían en la gran, blanca y navideña casa. Lentamente, una rubia y alta chica apareció en la puerta con una mirada de sorpresa en su rostro.

—Jungkook —Ella dijo en conmoción abriendo ampliamente sus ojos marrones.

—Hey Joanne —Jungkook respondió dándole a la joven chica una amable pero triste mirada—.¿Puedo pasar?

—Oh, ¿eh? Sí, claro. Pasa. Ha pasado tanto tiempo Jungkook, wow —dijo la chica de diecinueve años dejando pasar el muchacho. Cerrando la puerta tras él—.Asi que, ¿Cómo has estado últimamente?

—He estado muy bien, gracias —Jungkook dijo asintiendo. Dejando que sus ojos recorrieran el salón. Incluso si la casa era otra, ellos aun mantenían sus cosas, lo que le trajo viejos recuerdos al pelinegro. Viejos y agradables recuerdos.

—Cariño, ¿Quién e... ¿Jungkook? —Una mujer mayor castaña dijo parando en seco cuando sus ojos marrones se encontraron con unos chocolates.

—Buenos días Sra. Kim —dijo Jungkook de una forma educada—.Siento no haber podido visitarla hasta ahora.

—No, no. Está bien Jungkook. Oh, déjame llamar a Nam...

—¡Noo!

Un grito cortó las palabras de la mujer mientras una pequeña niña  salía corriendo de la sala, no logrando detenerse a tiempo, terminando chocado en las piernas del pelinegro.

—Auch —dijo la niña de siete años, acariciando su cuerpo herido, que estaba en el suelo. El visitante sólo se arrodilló para mirar si la pequeña niña estaba bien.

—¿G-Gretel? —dijo el pelinegro mirando la cara de la pequeña niña que se levantó de donde estaba, mirando la cara del chico.

—¿Kookie? —dijo ella ladeando la cabeza con asombro.

—¡JUNGKOOK! —Gritaron un par de voces llamando la atención del mencionado.

Dos jovencitas castañas estaban de pie cerca del pelinegro, ambas con caras idénticas pero sin duda con diferentes estilos. Detrás de ellas Namjoon.

—Hey Geraldine, Jerry —Jungkook dijo recordando perfectamente a ambas chicas de quince años.

—Hey amigo —Jerry dijo sonriendo.

—Buenos días Jungkook —Geraldine respondió dándole una suave sonrisa.

—¿No es un poco temprano para que estés despierto, Jungkook? —preguntó Namjoon de una manera de saludo acercándose a su mejor amigo. Para los Kim era común despertarse muy temprano a diferencia de la familia de Jungkook.

TIENES UNA LLAMADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora