Capítulo 58

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Antepenúltimo capitulo, here we gooo... T_T

Aun si sentía un poco de frío, aun si hubiera escuchado la voz de Yoongi proviniendo del piso inferior, aun si olía el dulce aroma de los muffins, aun si hubiera escuchado las quejas de Taehyung por lo de anoche, Jungkook no podía mover su cuerpo en absoluto, estaba completamente poseído por la belleza que Jimin desprendía quien estaba a unos centímetros de su cuerpo. Era tan hermoso y perfecto por lo que el pelinegro se preguntó cómo había acabado con una persona tan bendecida.

El suave respirar del mayor apenas era escuchado por Jungkook quien decidió dejar la cama, realmente necesitaba ponerse de pie y ¿Por qué no? Viendo el maravilloso día que les esperaba.

Por un momento, el pelinegro quiso despertar a su amante pero optó por no hacerlo, parecía cansado, feliz pero cansado, así que se levantó de la cama dejando que sus ojos se perdieran en la vista y su mente en sus pensamientos.

La noche anterior había sido una muy dramática, empezando por las llamadas de Jimin y la charla que tuvo con Namjoon, agregando su primera vez juntos... Jungkook no podía dejar de ruborizarse y sonreír ante los recuerdos. Sí, era feliz. Él realmente lo era, después de tanto tiempo, se las arregló para aceptar a Jimin y darle lo que tanto quería, había aprendió como añadir amor al acto y a no sentirse usado. Jungkook se sentía más vivo que nunca, todo gracias a la belleza que estaba acostada en un mar de sábanas blancas y de quien tanto dependía.

Esa necesidad de alguna manera molestaba a Jungkook, había estado por un tiempo, pero ahora parecía ridículo. Desde el principio, incluso antes de su relación, Jimin le había dado a Jungkook su mano y de ahí en adelante el pelinegro había estado caminando sin dejar la mano del mayor ¿Acaso nunca iba a caminar por su cuenta? O ¿Iba a andar toda su vida necesitando de Jimin para seguir adelante?

Las cosas tenían que cambiar, Jungkook lo sabía. Lo supo anoche cuando comenzó a construir de nuevo su fachada, tratando de actuar como una persona fuerte. Todavía creía que Jimin merecía a alguien mejor, alguien a quien admirar y Jungkook, quería ser más fuerte, quería hacerle pie a sus problemas e inseguridades, quería un nuevo comienzo. Podría ser lo que Jimin se merecía, pero para eso necesitaba trabajar en eso...

Un suave golpe se escuchó en la puerta antes de que se abriera haciendo que el tren de pensamientos de Jungkook se detuviera.

—¿Sí? —respondió en voz baja, no queriendo despertar al otro adolescente.

—Buenos días Jungkook, el desayuno esta lis... ¡Joder, por el amor de Dios, ponte algo! —Un sonrojado Yoongi casi gritó, pero no lo hizo. Sabía que Jimin no era una persona mañanera.

—Oh... —Jungkook se dio cuenta de que estaba desnudo y tomando su tiempo fue en busca de su boxer el cual estaba en algún lugar detrás del pequeño sofá.

—Oh dios, oh dios, oh dios... —El chico platinado repitió antes de cerrar la puerta sin poder creer lo que veían sus ojos... Jeon Jungkook  en todo su esplendor. Lo curioso, es que había hablado con Jimin sobre ver al pelinegro desnudo pero nunca pensó que pasaría, pero ahora. Y ahora parecía bastante diferente del Jungkook enfermo que alguna vez vio.

Sin darle mucha importancia a la reacción de Yoongi o al hecho de que lo había visto desnudo, el pelinegro pensó que lo mejor era despertar a su amante, si no, Jimin no iba a conseguir nada para desayunar. Jungkook estaba seguro de que los K's y Yoongi se iban a terminar todo en menos de media hora.

—Hey Jimina, despierta —Jungkook susurró dulcemente antes de darle un pequeño beso en los labios de su amante, alejándose suavemente, sólo para encontrarse con unos hermosos ojos color avellana—. Buenos días.

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